Frenesí

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Acdc cubría el aire en la melodía la voz ronca del cantante hacia erizar mi piel, tu cadera era el dibujo visible del pentagrama. Tus labios sobre los míos, deseosos, rojos, necesitados ante la censura. Tu vientre es surcado por mis manos que llaman a la provocación. Tu sonrisa traviesa, el vaho de tu aliento que choca contra mi cuello. Mi mano atraviesa el tramo de tu piel con el suave rose desde tu pecho hasta tu muslos, con maestría te tomo. Tus piernas hayan asilo en mi cadera, la pared se vuelvo nuestro soporte. El ritmo de la guitarra nos indica el flujo del vaivén de nuestras caderas. La pierna derecha se cuela entre el sexo de tus piernas. Gimes, llenado la habitación de deseo. Abro el baúl de mis sentidos quiero recordar todo en la maestría de sensación que me atraviesan. El perfume de tu cuerpo que me enloquece, la armonía desenfrenada de placer que arranca tu centro palpítate. Pero no, perduraremos en el momento que te llevare al frenesí de la necesidad, de la súplica de tu cuerpo por cruzar la barrera. Mi mano comienza a recorrer tu centro húmedo, mi mano primero tierna como pidiendo suplica, luego necesidad. Te recorrer como una escultura, mientras mi boca teje mordidas entre tu suave cuello. Mi otra mano envuelve tu espalda . nuestro refugio de la gravedad nuestras piernas. Tu voz ronca estrella un gemido que llega al cerebro provocándome la sonrisa más lasciva de la historia.

Nat-su-ki – dijo sus manos han atacado con desenfreno mi espalda.

¿Si?- digo con voz demasiado ronca. Demasiado disfrute.

Nat-su-ki deja de torturarme- dijo en suplica.

Discúlpame no entiendo- dije indiferente, mientras seguía en mi juego.

Cojeme Natsuki, cojeme- dijo en desenfreno gritando, cuando introduci el primer dedo. El vaivén va subiendo, primero uno. Lo básico, lo sencillo. Me asió de su oreja lamiéndole mordiéndola, y simplemente. Agrego dos dedos ella gime con agonía. Dejo la suplicancia, deseo que me desee, que se imprima de mi. Y doy por culminado con tres dedos llendo a lo profundo de loa hendidura de su cuerpo. El arco de su cuerpo repentino me obliga a tomar mejor sostén de mis piernas. Su voz lo llena todo, sus ojos se cierran. Al abrirse me muestra la fuente del deseo inagotable que se halla dentro de la raza humana. Su boca se abre y cierra en busca de palabras. Beso la coronilla de su cabeza. Y la traslado con cuidado a nuestra cama.

Natsuki yo – dice de manera entrecortada.

Tranquila Shizuru, intenta recuperarte esto es solo el primer round amor- digo mirándola seximente. Sus ojos se abren y sonríe con malicia.

La noche aun es joven- dice ella

La vida aun es joven amor- digo. Ese el comienzo del loco presente.

Entraste como un rayo de luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora