II

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En la mente de Inas no había mas que un recuerdo de su infancia, nada más que una yaga abierta de par en par como si de un abismo se tratara. De la nada apareció sentado en el salón de clases de una escuela que tuvo en su ciudad natal, era un salón no muy grande de color lúcuma con la pizarra en frente, la profesora de tes morena, cabello oscuro y ojos negros pasaba ciencias naturales.

Estaba muy feliz en su asiento ya que hoy era su cumpleaños, movía las piernas de aquí para allá inquieto por salir de clases. Sonó la campana e Inas salio corriendo con su mochila al hombro, vio la salida a lo lejos, cuando giró hacia la derecha para ir directo a la salida se encontró con un grupo de tres tipos de un curso mas alto que él y lo detuvieron, eran los tres mas altos qué cualquiera que conociera, como sombras se pronunciaban en su recuerdo, amalgamas de ojos rojos y oscuro cuerpo, pero uno de ellos tenía los ojos amarillos, era al parecer el líder ya que el soltó la primera palabra.

-¡Mira que tenemos aquí!¡Al tonto del pueblo!

-¿Qué es lo que quieren?- dijo Inas asustado ya que cada segundo estas sombras se acercaban mas.

-¡Nada!¡Tenemos hambre y no tenemos dinero con el cual comprar nada!- extendió la mano- ¡Si tuvieras la molestia de darnos tu dinero te lo agradecería!

-No tengo dinero- dijo Inas más asustado, porque se veía venir las consecuencias de su respuesta.

-¡Estoy seguro de que lo escondes en alguna parte! ¡Te lo sacaré a la fuerza!- dijo el de ojos amarillos mientras los otros agarraban a Inas atrapándolo.

-¡No por favor! ¡No me golpeen! ¡Estoy de cumpleaños!

-¿En serio? ¡Que bien! ¡Este es tu regalo!

Mientras los dos tipos lo levantaban el de ojos claros golpeaba a Inas una y otra vez, no paraba mientras cantaba la canción del cumpleaños feliz.

Inas gritaba por ayuda...

Pero, nadie venia.

No sabía porque lo odiaban, pero las preguntas de porque en su cabeza no detuvieron el llanto. Hasta que en su mente escucho una voz familiar, decía "déjame ayudarte por favor, Inas solo déjate llevar", obedeció, el jamás imaginó que lo que está por ocurrir cambiara su vida para siempre.

Con una gran fuerza se separo de los que lo sujetaban y tapándose el ojo izquierdo con la mano izquierda arremetió contra el líder, derribado este, Inas saltó sobre el sin dudarlo, le propinó precisos y potentes golpes en la cara, lo golpeó hasta que este gritó por ayuda... Pero nadie venía, Inas siguió golpeándolo incluso después de que este se desmayara, lo golpeaba como si quisiera despertarlo a golpes, ante la mirada atónita de los dos tipos este se dio vuelta y los miro con la mano tapando el ojo izquierdo y en el derecho se veía el mismo infierno, los niños corrieron en busca de ayuda, Inas se paró dio un paso y se desmayó, sin fuerza ni siquiera para soñar, cayó.

Despertó en su cama, miro alrededor y solo vio su habitación, nada del otro mundo, feliz bajó de la cama a jugar con sus juguetes, cuando apareció de nuevo la voz.

-¡Hola!- dijo la voz.

-Yo conozco esa voz- mientras miraba a todos lados.

-¡Claro! soy el que te salvo de esos bravucones ¿Recuerdas?

-Si, un poco.

-Genial.

-¿Cuál es tu nombre?- la voz hizo un sonido de pensamiento como respuesta.

-En realidad, no lo sé.

-Ya te pondré uno.

Un ruido fuerte interrumpió la charla, era un sonido de voces discutiendo desde la habitación de los padres de Inas, gritaban "¿Qué haremos?...¡Es un sádico!...¡Es un niño!...¡Casi lo mata mujer!...¡Solo tiene 10 años!"

El sueño de Inas se volvió confuso, solo se veía niebla blanca de donde se emitían sonidos de llanto, un niño gritando "¡mamá!", mas llanto y luego silencio. Este silencio duro hasta que unos pasos se escucharon, pero el sueño de Inas fue interrumpido por la voz de Psycho gritando cada vez más fuerte "¡Inas!" este despertó con los ojos bañados en lagrimas.

-No me hagas ver eso nunca mas- dijo angustiado Psycho, al parecer también lloraba.

-Nunca mas- dijo Inas mientras se paraba y limpiaba la katana.

Inas luego de recuperarse de lo sucedido, se levantó y caminó hacia la cerca abriéndose paso a la calle, para luego cerrarla tras de si y mirar a la vieja casa que por mas de 10 años fue su hogar, no pudo evitar derramar lágrimas.

-No llores Inas- dijo Psycho con pena.

A la mente de Inas vino un recuerdo "Eres un psicópata... ¡Ya lo sé! ¡Mi nombre será Psycho!". Inas dibujó una leve sonrisa en su cara.

-¿Psycho?- preguntó Inas mientras caminaba.

-¿Sí?

-¿Sabes qué día es hoy?

-Nope.

-Hoy cumplimos 10 años desde que nos conocimos.

Solo hubo silencio.

Delante de Inas solo había camino y naturaleza, le recordó una frase que su abuelo una vez dijo, "La guerra, la guerra nunca cambia, lo que tiene que hacer el hombre es cruzar los caminos con sus objetivos y determinación como armas".

Entre Cadenas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora