VI

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Los recuerdo fluían como río después de la lluvia, Leti recordaba mientras caminaba detrás de Inas, su vista oscureció, ya no veía nada cuando escuchó la voz acogedora de esa niña, "Leti" decía con tono suave, se escuchó algo caer en medio de la noche.

Leti abrió los ojos y ante ella se mostró un lugar oscuro, todo era de madera antigua, podrida por el paso del tiempo, cada esquina y cada rincón lucía un hermoso collar de telarañas, Leti no tuvo miedo, era algo normal para ella, algo que incluso consideraba acogedor, lo extraño era que todo era más alto que ella, se levantó y noto que era mas liviana, estiró como si hubiera despertado de un largo sueño, y cuando abrió los ojos vio unas tiernas patitas negras.

Cuando volvió a su lugar se acostó otra vez, al parecer estaba sobre un piano con un emblema en el centro donde se mostraba un velero, Leti miró hacia un espejo, se vio reflejada allí, no sintió nada raro, pero algo iba mal, lo único que había sobre el piano era una hermosa gata de color negro.

Cerró los ojos otra vez, cuando despertó sintió a alguien entrar, su instinto la levantó, corrió a través de un largo pasillo lleno de cuadros tétricos y telarañas, cuando llegó a la puerta la escalera rechinó, miró hacia arriba pero no había nadi...

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Cerró los ojos otra vez, cuando despertó sintió a alguien entrar, su instinto la levantó, corrió a través de un largo pasillo lleno de cuadros tétricos y telarañas, cuando llegó a la puerta la escalera rechinó, miró hacia arriba pero no había nadie, la casa tenia tres pisos, Leti recorrió cada piso hasta llegar al último donde entro a un cuarto, el cuarto era pequeño pero tenía una gran ventana, donde fácilmente pasaban cuatro personas.

Dos golpes sonaron en la ventana, la gata se acercó, afuera era de noche, pero alcanzo a ver una tierna muchacha sonriendo mientras sus cabellos rubios caían sobre sus ruborizadas mejillas. La muchacha abrió la ventana y entró al cuarto, el gato saltó de la ventana hacía un banquillo que se encontraba en la habitación, la chica se acercó e inclinándose de rodillas acarició al animal.

-(Maullido)

-Al parecer tienes hambre ¿No es así?

Se acercó el pequeño animal y frotándose contra la cara de la invitada, ronroneo.

-No tienes que ser tan tierna, sabes que mi hermano es alérgico a los gatos y si tengo pelo encima se pondrá mal.

-(Maullido de duda)

-A veces me pregunto si me entiendes en realidad- acarició la gata.

La chica rubia cerró sus ojos azules con gracia, la gata levantó su pata derecha y golpeó a la muchacha en la nariz.

-Bueno, hora de comer- se levanto la muchacha y se dirigió a las escaleras.
Al ver los cuadros frunció el ceño.

-Vaya cuadros feos, ellas deberían llamarse Morticia, yo no.

La gata la seguía con la cola levantada y sin hacer ruido, llegaron a un amplio ventanal donde se veía el exterior lleno de arboles frondosos, que a pesar de ser hermosos creaban un ambiente bastante sombrío.

Una gota cayó sobre la tierra y la tempestad empezó, la gata inquieta saltó sobre la chica, esta asustada corrió con ella hasta la salida, la lluvia y los truenos eran acompañados por la terrible melodía de los vidrios rotos, junto al crujir de la madera. La gata en brazos de la muchacha maulló con miedo, la chica sonrió, cruzaron el dintel de la puerta justo antes de que todo lo que dejaron atrás fuera sepultado por los escombros de lo que alguna vez fue el hogar de la gata.

La muchacha llevaba mucho tiempo corriendo y su suave chaleco, su falda y su pelo se vieron afectados por la lluvia, salieron del frondoso bosque, la tormenta seguía, muy cerca se encontraba la casa de la muchacha, esta corrió hacia ella, apenas se acercó lo suficiente una silueta de un hombre apareció en la puerta abriéndola.

Cuando entró el tipo estornudó, la chica vio al gato y este sin maullar salto fuera de la casa.

La muchacha sonrió.

Se cerró la puerta tras ella, la gata buscó refugio en una cesta que estaba tendida, no se movió de allí hasta que un mal presentimiento atacó, salió cuando la tormenta amainó, se subió a la saliente de una ventana abierta y entró, apenas paso el umbral escuchó llanto, murmullos y lamentos que venían de una habitación cercana.

Se acerco a la puerta que estaba entre abierta y vio, vio algo que a cualquier persona con razón le hubiera causado pena.

El tipo tenía a la muchacha sometida, el sostenía su mano sobre la boca de ella, pero al parecer lloraba la muchacha, lloraba mientras el tipo decía "Ya, ya cálmate Moti, tu hermano no te hará daño, además hacemos esto siempre por la noche cuando no esta papa y mama, ¿Por qué hoy no?"

Seguía llorando cuando la gata se acercó más, Moti la vio y lloró mas, el hermano miró al lado derecho suyo, con cara de aburrido mientras se le veía la corbata negra que llevaba sobre una camisa blanca.

Luego el hermano movió su mano izquierda a los ojos de la muchacha y su mano derecha cruzo desde el hombro hasta la entrepierna, esta gimió involuntariamente, la mano incursionaba de manera sutil, pero la gata se acercó rápidamente, cuando el herm...

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Luego el hermano movió su mano izquierda a los ojos de la muchacha y su mano derecha cruzo desde el hombro hasta la entrepierna, esta gimió involuntariamente, la mano incursionaba de manera sutil, pero la gata se acercó rápidamente, cuando el hermano miró la gata esta ya estaba encima y sus garras afiladas traspasaron los ojos del tipo, cubriendo así su camisa de sangre, gritó de dolor y soltó a Moti, esta corrió a abrazar a su hermano pero él, en su desesperación chocó con un mueble de gran tamaño, en su lugar más alto había una cabeza de alce, el estante cayó sobre el tipo matándolo al instante, mientras que la cabeza de alce aplastó a Moti, la gata no creyó esto y se acerco a Moti, no respondía, el piso se lleno de rojo sangre, mientras que la gata se acostaba al lado del cadáver de la pequeña, un dios en algún lugar tuvo compasión, un as de luz recorrió la sala, llegó hasta el cadáver y este desapareció, la gata ya no estaba, alguien salió de la casa y cogió un rifle de caza que estaba encima del dintel, pelo negro empapado en sangre relució con la primera luz después de la tormenta y una hermosa mujer con orejas de gato aparecía.

Entre Cadenas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora