XXXVII

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-¡No tenemos tiempo para un duelo!- gritó Salma golpeando el piso con su pie- Mi padre esta en problemas, el mundo esta en problemas ¡Ghealach! ¡Por favor!

-No te metas Salma- Ghealach desenfundó- Ya vencí a Inas, ahora dejare inconsciente a Erseth, denme un minuto.

-¡Ghealach! ¡Para!- ahora gritó Adabbas.

Jacey curaba la mano de Inas mientras Ghealach y Erseth estaban parados frente a frente, al parecer Jacey no se preocupó mucho.

-Bien, si así lo quieres, parte- dijo Erseth- ataca tu primero.

-Lo haré, prepárate- dijo esperando que Erseth actuara.

-No necesito hacerlo- dijo con las manos en los bolsillos, solo sus alas salieron al aire frío.

Ghealach puso cara seria y se lanzó, su brazo brillo, un golpe que iba directo a el pecho de Erseth, usaría su Toque de Dios, el brazo se recorrió el aire, cuando estaba a punto de golpear la mano de Erseth lo detuvo.

-Sabes que no hay tiempo- dijo el sosteniendo el brazo de Ghealach- pero aún así lo haces- la fuerza de Erseth fue lo suficiente para lanzar a Ghealach directo hacia arriba- ¡Los humanos te han cambiado Ghealach!- ahora caía otra vez y la mano de Erseth con un golpe lo detuvo, el brazo atravesó por la fuerza del golpe, dejando a Ghealach ensartado- ¡Debes ser fuerte! ¡Debes ser fuerte si quieres vencer al corrompido Cretek!

Salma iba a gritar e intervenir la pelea, pero Ghealach la detuvo con una señal con la mano.

La sangre brotaba de su estomago atravesado, cayó la espada al frío hielo, las manos de Ghealach agarraron el brazo de Erseth y con fuerza se levantó, sacó el brazo de su estomago y luego cayó.

Rojo, un vivo color rojo se derramó en la nieve, Ghealach estaba tendido en el piso, a pesar de la inmortalidad, el dolor se sentía de todas formas, primero colocó las rodillas en el piso, y con una sonrisa de extrema felicidad se levantó poco a poco.

-No... No me subestimes- dijo levantando los brazos para pelear cuerpo a cuerpo.

-No quieres esto- dijo Erseth.

-¿A no?

-"Brutalidad"

Las garras desmembraron a Ghealach pero no lo suficiente como para destrozarlo, la sangre y las heridas aumentaron, pero era momento de parar, Erseth se detuvo, se dio la vuelta y camino alejándose mientras sus manos y su boca volvían a la normalidad.

-¡Hey!- gritó Ghealach aún de pie- ¡Vuelve y pelea!

-No puedo creer que el orgullo te consuma, Lucifer, esto no tiene sentido, solo satisfacer tu hambre de gloria.

-Vuelve y pelea ¡Pelea!- con su mano en su brazo herido.

-Mírate- miro sobre su hombro y se detuvo- empapado de sangre y tus heridas que no cerraran, no vale la pena pelear.

-¡Aún! ¡Aún no he caído!- gritó mientras pisaba el piso fuertemente.

Una pisada fue demasiado fuerte, la ira y el orgullo de Ghealach se acumulo en su pie, liberando la energía, lo que causó una onda expansiva con la fuerza del golpe, un pequeño terremoto causado por la pisada de Ghealach, el piso tembló, la nieve se movió, una avalancha se creo cerca de ellos.

Sin energía Ghealach cayó al piso desmayado, Erseth se dio cuenta de esto corrió al lado de Ghealach, lo levantó y se lo llevó encima de su hombro, Salma intentó parar la avalancha con una gran muralla de fuego morado, Leti e Inas corrieron, Adabbas voló a terreno elevado donde todos intentaban ir, Jacey intentaba ayudar a Salma, ella sabía ahora, que era una semidiosa, que poderes podría tener ahora, ella, ella tenía el poder suficiente.

Con un fuerte empujón apartó a Salma, que cayó tras una roca, Jacey veía como la avalancha se le venía encima, cuando este se acercó lo suficiente ella cerró los ojos y abrió los brazos, cuando los abrió Salma caía lentamente y la nieve lo hacia de igual manera, no entendió nada, miró el planeta y vio el cielo otra vez, ella tomó a Salma y la llevó al terreno elevado, ella cuando volvía miró a Inas y Leti ella lo llevaba de la mano, se la separó y besó a Inas pobremente, ahora caminaba hacia la avalancha, sus ojos brillaban con gran fulgor amarillo, sus brazos se levantaron, pero no paso nada, ella simplemente caminó a al terreno elevado, llevando a todos ahí.

Todos los demás vieron como un rayo los salvaba, como un rayo los llevaba a ese pequeño monte de rocas y como ese rayo se transformaba en Jacey y besaba a Inas, como este rayo al final de todo era Jacey.

-La legendaria profecía- dijo Ghealach cuando todo acabó.

-¿Qué profecía?- dijo Leti.

-En el cielo existe esta profecía.

-Habla de como una unión entre humano y dios llevaría a la creación del mas poderoso de ellos- dijo Salma.

-Y como desterraría el mal de todo el universo- dijo Adabbas.

-La profecía del Emperador del Rayo- dijo Erseth mientras todos miraban a Jacey- bueno en este caso Emperatriz del Rayo- por primera vez sonreía Erseth con alivio.

Este alivio era justificado, ya que la profecía también decía que este ser podía ser el Emperador de Caos, todo dependía de como usara sus poderes y como al final ella se sintiera, algo parecido a Cretek, pero Erseth sabía que su amor a Inas no la llevaría a ser la Emperatriz del Caos.





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