Capítulo uno.

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MEZCLA DE SANGRE

Kinsgley y McGonagall hablaban "tranquilamente" en el caldero chorreante, ajenos a que llamaban más la atención por sus murmullos que por el tema del que hablaban.

-Sigo pensando, Kingsley- dijo la mujer- que es un plan muy arriesgado.

-Minerva, es urgente que hagamos algo...

-Debe de haber otras opciones- dijo ella, evitando la mirada del hombre de color.

-¿Me podrías decir una?- retó él.

Ella guardó un momento silencio.

-Estariamos violando la Sección Trece de la Confederación Internacional del Estatuto Secreto de los Brujos.

-Muy pronto no habrá a quienes aplicarles las leyes.

-Me parece que si buscamos otras alternativas,Kingsley.

-No hay tiempo, tú mismas estás al tanto de lo que esta sucediendo- él le dedicó una mirada de preocupación.

-Tampoco es tan grave- él la miró horrorizado- digo que...

-Quince squibs han nacido solo en este mes.

-La magia se presenta a mayor edad.

-Oh Minerva, sabemos perfectamente que lo son.

-¿Hay más personas que te apoyan?- preguntó ella, ignorando el anterior comentario.

-Desde luego los Weasley, Filius Flitwick y Pomona...

-¿El profesorado?- le interrumpió ella.

-Así es, además Harry, Ron y Hermione están de acuerdo con el plan.

-Son unos niños.

-Son mayores de edad- le cortó él- el joven George Weasley igual está con nosotros, ese chico Neville y su abuela no podían faltar.

-¿Ya tienes pensados algunos muggles?-cuestionó ella, un tanto ansiosa.

-Claro, unos cuantos- el la miró con una mezcla de ternura y lastima- Dumbledore lo haría, Minerva.

-Por supuesto que lo haría-sonrió- de acuerdo, hagámoslo.
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Ron y Hermione estaban en la parte trasera de la madriguera colocando la mesa para la cena que tendrían esa noche, Harry y George sacaban los platos. Ginny, Fleur y la señora Weasley preparaban la comida, el señor Weasley hablaba con Percy, Bill y Charlie sobre trabajo.

Cuando el ajetreo estaba a todo poder, un poco lejos de la madriguera apareció un hombre alto, negro y apuesto. Cuando se acercaba a la casa, Ginny lo vio y acercandose a su madre dijo:

-Mamá, ¿qué ese no es el ministro de magia?

-¡Kingsley!- saludó la mujer- mira Arthur, ¡el ministro esta aquí!

-Oh, Kingsley, que agradable sorpresa tenerlo en la madriguera.

-Buenas tardes, Arthur- le sonrió- chicos- saludó a Harry, Ron, Hermione y Ginny que lo miraban- he venido a darles la agradable noticia, de que Minerva ha aceptado ayudarnos con el plan, mezcla de sangre.

-¿Es eso verdad? ¡Vaya!

-Yo aún no entiendo como es que funciona ese plan, y menos el porque no puedo formar parte de él-dijo una indignada Ginny.

-Si Molly acepta, por mi no hay inconveniente en que participes, hija- dijo con amabilidad Kingsley.

-Tal vez cuando sea mayor-sonrió nerviosa Molly.

-Pero que grosero- se reprendió el señor Weasley-pase Kingsley, adelante, estabamos apunto de cenar.

-En todo caso no quisiera interrumpir.

-Oh vamos, adelante- le sonrió Molly.

Cuando todos estuvieron sentado a la mesa, Ginny dio a relucir de nuevo su anterior pregunta ¿En qué consiste el plan mezcla de sangre?

-Veras, como de seguro ya sabes - atajó Kingaley- muchos magos (en especial mestizos) se estan haciendose parejas de muggles, y con ello, la sangre magica cada vez se hace más debil...

-¿Es por ello que nacen más squibs?- preguntó Hermione.

-Eso es estúpido- solto Ginny, la señora Weasley la fulminó con la mirada, y Harry reprimiendo una carcajada por el escaso tacto de su novia, le tomó la mano por debajo de la mesa.

-Ginny tiene razón, si no digame ¿como explica a los hijos de muggles?. Hermione es la mejor bruja de nuestra edad que existe- Hermione se sonrojo y Ron le sonrió- y no necesita sangre pura.

-Por lo tanto queda claro que la sangre, sea pura o no, no determina si alguien nace mago, o squib- terminó Harry.

-Tienen razón chicos, y me temo que no les tengo una respuesta, el punto está en que cada vez nacen menos magos, lo cual está causando una baja en nuestra población- Kingsley tomó aire y continuó- y siguiendo en la explicación de hace un momento... El plan en sí consiste en reclutar muggles con una capacidad de aceptación mayor de lo habitual, y mezclar su sangre con la nuestra.

-¿Crear magos?- pregunto Percy.

-Es correcto- dijo el ministro, mientras tomaba un trago de su whiski de fuego.

-¿Ustedes darán su sangre?- preguntó emocionado George, dirigiendose al trio de oro.

-¡Claro! -respondieron al unisono.

-¿McGonagall también?- se extrañó Bill.

-No acepto tan fácil, pero sí.

-Señor ministro, la ley...-comenzó Hermione.

-Tiene sus ventajas ser yo- le interrumpió Kingsley y le sonrió a Hermione.

Todos rieron (Hermione no del todo convencida), y continuaron la cena, a media que se iba haciendo más de noche, Kingley se levantó y dijo:

-He estado vigilando a cinco muggles que me precen adecuados para el plan, mañana ire con Minerva a hablar con ellos, y conocer sus respuestas, si no nos toman por locos, seguro regresare y algunos de ustedes los conoceran, gracias por la cena Molly, Arthur, nos vemos.

Caminó por el camino de tierra y ya algo alejado desapareció.

Hola, bellas criaturas, este es el inicio de mi primer fanfiction, y espero de todo corazón que les guste, voten y dejen su comentario.

🌼¡Potterhead fuera!🌼

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