Capítulo catorce.

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      ●SALA DE MENESTERES●

El trío de oro se dirigía con paso apresurado a la oficina de la directora McGonagall pues en el Profeta se dio a conocer la noticia de otra muerte, ésta vez un joven de veinte años, que al igual que la família, no tenía rastros de violencia o en otro caso de una muerte natural.

-¿Qué es lo qué está pasando, directora? - preguntó Harry golpeando el escritorio de Minerva.

-Harry calmate- Hermione intentaba tranquilizarlo.

-Habían dicho que todos los mortífagos estaban en Azkaban- continuó ignorando a su amiga.

-El ministerio nos engañó otra vez- aportó Ron- hay más mortífagos libres.

-Les diré, señor Potter y Weasley- dijo con una extraña calma la directora- que el ministerio hizo lo posible por detener a todos los mortífagos

-Pues es claro que no- interrumpió Ron- ya van cuatro personas muertas.

-Ronald, por favor, guarda silencio- dijo Hermione.

-Directora, ¿están seguros de haber capturado a los seguidores de Voldemort?- preguntó Harry al momento que se paseaba por la oficina. La pregunta parecía tonta, pero él necesitaba estar seguro.

-Verás,Potter - la directora se sentó tras su escritorio- el ministerio registró las ubicaciones que los mortífagos detenidos nos dieron...

-Pero...- Dijo Ron que con los brazos en jarras veía a la directora.

-Pero no hemos encontrados a todos- continuó la anciana- y yo misma he ido con los aurores, lo siento Potter, pero aún hay más de ellos libres.

-¡Y no están haciendo nada!- gritó enojado.

-¡Harry!-le reprendió su amiga - es claro que el ministerio está haciendo todo lo posible...

-Hermione por favor, no los defiendas- le dijo el pelirrojo- no están haciendo lo suficiente, si no, esas personas estarían vivas

-Directora - le llamó Harry-¿cuántos hay? Libres me refiero.

-Pues sin contar a los que supuestamente están muertos pero no encontramos sus cuerpos, hay aproximadamente unos veintiocho- le respondió McGonagall- llegamos a la conclusión de que, tal vez están escondidos en una especie de guarida.

-Claro...¡Los Malfoy!- elevó la voz Ron- deben de estar en la mansión.

-Ron, ya hemos hablado de esto, si el ministerio los dejo libres, es porque son inocentes- le dijo su novia.

-Aún así directora- le dijo Harry- me gustaría que le mandara una lechuza al ministro, aunque ya sabemos que los Malfoy son inocentes, no estaría de más registrar.

-Claro que si, Potter, es más ahora mismo lo haré si es lo que desean- abrió un cajón del escritorio y sacó un bote de tinta, pluma y pergamino -pues aunque yo creo que es un esfuerzo inútil revisar Malfoy Manor, estoy completamente segura de que el ministro lo hará por ti.

-Directora - la llamó Hermione- tengo una duda, el profeta escribió que el matrimonio y el bebé eran familia de un estudiante de aquí.

Harry y Ron abrieron los ojos desmesurados y miraron a Hermione como preguntándole porque no les había dicho. Es claro que Harry y Ron no se tomaron la molestia de leer todo el artículo.

-No se le escapa nada, señorita Granger- le dijo McGonagall con una sonrisa- lo que usted dice es correcto, y para evitar problemas en el futuro, ya que estoy segura que lo descubrirán, les diré que las víctimas son los padres y el hermano de Pamela Cook, una nueva estudiante de séptimo año, una Slytherin.

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