Ya llevaba una semana en casa de los Weasley, que entre jugar quidditch, cocinar con Ginny y Hermione y desgnomizar el jardín se había pasado muy rápido.
Esa tarde iríamos al Callejón Diagon a encontrarnos con Harry, que por alguna razón había terminado fuera de casa de sus tíos, y a comprar todos los libros.
-Bueno Ella, que tal si le escribimos a tu mamá que debe estar esperando por una carta.- dije para mi mientras buscaba un pergamino.
Me senté a escribir y tiempo después alguien golpeó a la puerta de la habitación.
-Adelante!- grité
Fred apareció al abrir la puerta y tenía puesto una camisa de algodón ligera con unos jeans algo manchados que revelaba que había estado en el jardín.
-Que tal? Perdón, te interrumpo? Puedo volver más tarde..
-No, no. No te preocupes. Ya terminé de escribirle a mi mamá. Tu que hacías? - dije señalando sus pantalones
-En el jardín como siempre- rió- pero encontré algo que pensé te gustaría ver. Quieres venir?- Fred extendió su mano.
-Claro!- me levanté y tomé su mano ahora fui yo la que lo haló hacia el jardín casi corriendo.
Llegamos al jardín y en una parte había un montón de agujeros en la tierra.
-Ven por aquí- Fred me guió hacia un agujero que estaba más apartado y casi escondido bajo un arbusto.- Agachate y mira al fondo.
Hize lo que me dijo y había un pequeño gnomo, que a diferencia de los demás que había visto, este parecía tímido y un poco asustado. La criatura sostenía entre sus manos una piedra brillante de un color azul oscuro.
Fred se acercó también al agujero y lo sentí muy cerca de mi.
-Esta herido - susurró
Cuando lo dijo, pude notar mejor al gnomo. Sostenía una piedra, pero no de color azul. El azul brillante era su sangre que cubría la piedra.
-Fred!! Debemos ayudarlo!- me levanté muy rápido y choqué con su cabeza.
Escuche a Fred quejarse por el golpe. Cuando lo miré sentí bajar la sangre a mis pies.
Fred estaba sangrando por la nariz.
-NO PUEDE SER! FRED PERDONAME! ESTAS BIEN?!- me arrodille a su lado y con la manga de mi suéter intenté limpiar la sangre de su rostro.
-Tranquila, tranquila. -Fred se incorporó un poco pero cerro los ojos en signo de dolor.
Me quite el sueter y se lo entregué, lo tomó entre sus manos y lo sostuvo en su nariz.- Estaré bien, tendrás que hacer algo más que un golpe en la nariz si quieres verme mal -rió e hizo una mueca de dolor.-Fred... ven vamos dentro y déjame curarte. Estás sangrando mucho.
-No, no. El que si necesita ayuda es el gnomo de ahí dentro. Estaré bien, en serio.
Adelante, ayuda a la criatura.-Esta bien... -me acerqué al agujero, el gnomo estaba con los ojos cerrados pero aún sostenía la piedra con la poca fuerza que tenía.
Tomé al gnomo entre mis manos y lo saque de ahí dentro. Retiré la piedra que sostenía pero el gnomo abrió los ojos y se aferró con más fuerza a ella.
-Tranquilo amigo, solo voy a ayudarte.- coloqué al gnomo en mis piernas y trate de ver la herida. Había sangre seca cerca en la piedra y ya no había hemorragia.
-Fred no creo que pueda hacer mucho, ya perdió mucha sangre- me sentí mal y corrí la piedra hacia un lado, el gnomo aun la sostenía. La herida era profunda. No sabía que pudo hacerlo.
ESTÁS LEYENDO
Para Siempre Fred
FanfictionEstábamos ahí, sentados uno junto al otro tomados de la mano. Mientras un mago bajito situado frente a Bill y Fleur recitaba las palabras de compromiso para la unión de ellos dos, Fred las repetía en mi oído. Su voz y las palabras que decía me estre...