Estábamos ahí, sentados uno junto al otro tomados de la mano. Mientras un mago bajito situado frente a Bill y Fleur recitaba las palabras de compromiso para la unión de ellos dos, Fred las repetía en mi oído. Su voz y las palabras que decía me estre...
La torre de astronomía quedaba iluminada por la tenue luz de la luna que se filtraba entre las nubes. Solo se lograba ver unos cuantos metros mas allá de donde estaba.
Hace pocos minutos todos los estudiantes se habían ido a sus salas comunes, y esa era la señal para que Draco y yo saliéramos a encontrarnos. Y allí estábamos, recostados sobre el frio mármol del piso observando las nubes viajar en el sentido del viento.
-Cada vez el clima esta peor –comenté sin dejar de ver el cielo.
-Son los dementores, cambian el clima. Aunque también se acerca el invierno, no todo es su culpa -dijo Draco, tenia los ojos cerrados y apoyaba su cabeza sobre su brazo.
-Suerte al jugar el partido este sábado con este clima –me gire a verlo y recorrí con la punta de mis dedos su mentón.
-Suerte para tu equipo –comentó burlón y se dibujo una sonrisa en su rostro- Slytherin no jugará con este tiempo. Mañana se les avisará que nosotros cancelamos. –dijo con los ojos aún cerrados y con completa calma en su rostro.
-¿Qué? –me senté y lo quede mirando- no puedes cancelar ahora, faltan dos días- Draco abrió levemente sus ojos y sonrió complacido.
-Ya es una decisión tomada, D'frend. –volvió a cerrar los ojos
Iba a protestar, pero de pronto mi vista se nubló y sentí aquel dolor en mi cabeza cuando tenia una visión.
*Había una tormenta, caían rayos y el viento era tan fuerte que las personas que volaban en sus escobas apenas y podían controlarlas. Miré a Harry, iba detrás de la snitch junto con otra figura que según la túnica que llevaba era un chico de Hufflepuff. De pronto, varias figuras negras con largas túnicas rasgadas aparecieron y los rodearon, todo se puso mas frío. Los dementores seguían a Harry, y ahora el ya no seguía la snitch, parecía escapar de un gran perro negro. Sentí mucho mas frio, los dementores más cerca y el aullido de un perro cada vez mas fuerte, de repente todo se puso oscuro y solo distinguí la figura de Harry cayendo al vacío*
El dolor desapareció y mi vista se volvió mas clara. Tenia a Draco en frente mío, sostenía mi cara entre sus manos y me miraba con los ojos como platos.
-Ella!! ¿Estas bien? ¿qué pasó? ¿qué fue eso? -examinaba mi rostro de arriba abajo.
-Yo... yo.. no es nada, estoy bien –balbucee, hasta ese momento me di cuenta que estaba temblando.
-Tuviste una visión... -soltó Draco de pronto.
Asentí con la cabeza aunque lo que dijo no sonó a una pregunta.
-¿Puedo preguntar algo? –susurré. Draco asintió y me rodeo con los brazos- Si Slytherin canceló el partido, contra quien jugarán? –mi mente sabia la respuesta, lo acaba de ver, pero no quería que fuera verdad. No quería que esa visión fuera a cumplirse.
Draco me miró confundido con la pregunta, pareció pensárselo.
-El partido será contra Hufflepuff –dijo al fin y mi cuerpo se estremeció ante el repentino frio que cruzó mi espalda.
Al día siguiente no vi a Harry por ningún lado, no teníamos clase juntos y en el almuerzo supe que el equipo de Quidditch de Gryffindor tuvo practica de ultimo momento y me imagine el por qué. Tenia que decirle sobre mi visión, tenían que cancelar el partido.
-Hermione, y ahora donde está Harry? –pregunté algo ansiosa a la morena, ya todos se habían sentado en el gran comedor para la cena y no había rastro de Harry.
-Tranquila, dijo que vendría a cenar un poco tarde. –dijo.
Cuando ya todos estaban dejando sus platos y se preparaban para los postres, Harry apareció en el gran comedor detrás de Oliver Wood. Se sentó con nosotros y llevaba el traje de quidditch empapado de pies a cabeza.
-No lo van a creer –dijo cuando tomo un plato que habíamos guardado con comida para el- ¡No vamos a jugar contra Slytherin! –dijo muy enfadado.
-¿Por qué? –preguntó Ron con la boca llena de pastel.
-Su excusa es que su buscador aún tiene el brazo lesionado –se notaba muy molesto, pero recordé que Draco estaba en muy perfectas condiciones para jugar.
-¿Entonces, se cancela el partido? –pregunto Hermione. Harry negó con la cabeza
-Jugaran contra Hufflepuff –esta vez hable yo y mis tres amigos se me quedaron viendo con sorpresa.
-¿Cómo lo sabes? –preguntó Harry
-Harry, tienes que cancelar el partido, no debes jugar esta vez! Es peligroso! Mira el clima que hace, no es seguro para nadie. Y los dementores ahí fuera...–dije todo lo que había estado guardando desde hace varias horas y sentí como aquel frio recorría mi espalda de nuevo.
-Ella, tranquila. Si es peligroso con el clima pero antes ya lo hemos hecho...
-¡No esta vez! –alcé la voz y algunas cabezas se giraron a vernos, así que hable mas bajo- tuve una visión, esta vez es peligroso. Te atacaran dementores... y.. y caerás de tu escoba.. –dije en un susurro casi inaudible.
El rostro de Harry, Ron y Hermione cambio de color de un momento a otro.
El día del partido llegó, luego de nuestra pequeña charla Hermione decidió que lo mejor era decirle a Dumbledore lo de la visión, pero Harry quiso omitir la parte en que caía de su escoba, porque no quería que cancelaran el partido, dijo que Wood había hecho practicar mucho al equipo y no seria justo que cancelaran a última hora. Aunque Hermione y yo protestamos que eso era lo de menos cuando sabíamos que Harry estaba en peligro, terminamos contando a Dumbledore que había tenido una visión en donde los dementores aparecían en el campo de Quidditch. El profesor dijo que mantendría alejados a los dementores y que habría profesores rondando el perímetro.
De alguna manera estaba un poco tranquila, pero mi visión no había cambiado por la decisión de Dumbledore, seguía siendo la misma.
El partido comenzó, tras varios minutos y varios puntos anotados por Gryffindor todo parecía ir muy bien. Había una gran tormenta pero entre los gritos de la gente y la emoción que se respiraba en el campo no se sentía mucho frío. Sin embargo, seguía con la visión en mi cabeza y aquel frio que recorría mi espalda ahora se instalo en mi pecho y me molestaba respirar. De pronto, un perturbador silencio cayó sobre el campo de juego. Ya no se oía el viento, aunque soplaba tan fuerte como antes. Sentí que todo daba vueltas, y aquel frio ya conocido se expandió por todo mi cuerpo y comencé a temblar. Me gire a ver a mis amigos y ellos tenían la vista justo al frente, en el cielo.
Se miraban los jugadores volar de un lado a otro pero había algo extraño en algunos de ellos, no llevaban el uniforme y no volaban sobre escobas, dementores.
Había al menos cien dementores, de pronto encontré el punto donde Ron y Hermione tenían clavada la mirada. Harry estaba siendo perseguido por dementores y casi no controlaba la escoba, lleve mis manos a la boca y vi lo que había querido evitar todo este tiempo. Harry caía de su escoba a mas de veinte metros.
Lo único que pensé hacer fue estirar los brazos, un acto reflejo que supongo hacen todas las personas para evitar algo inminente.
Sin embargo, al hacerlo sentí mis manos helarse por completo, aquel frio que me había molestado en mi espalda todo este tiempo pareció concentrarse ahora entre mis manos.
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Me las quede mirando y estaban muy pálidas pero siguiendo el recorrido de mis venas algo brillaba y se expandía en las palmas. Era de un color azul eléctrico, lo único que pensé fue apuntar con mis manos al cuerpo de Harry y de pronto vi como la velocidad a la que caía disminuía, sentí que contralaba la velocidad hasta el punto en que cayo suavemente sobre el campo de quidditch.
