Capítulo XVIII

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Había llegado a casa. Ron y Hermione se habían quedado acompañando a Harry en Hogwarts, además estaban algo preocupados por Harry luego de que se enterara que Sirius Black era su padrino y había traicionado a sus padres entregándolos a Voldemort. Le prometí a Harry que averiguaría más sobre eso, pues había algo que no me cuadraba en esa historia.

Mi hermana iba a pasar navidad en casa de una amiga, mamá le había dicho que iríamos a Alacante pero ella se negó. Para mi era emocionante volver a aquella ciudad, omitiendo la parte que no sabía lo que harían conmigo.

Quería aprovechar las vacaciones para preguntar sobre mi padre, ahora lo único que sabia era que llevaba el apellido de mi abuela, que fue amigo del profesor Lupin y que Reyalh trabajó para su familia.

Iba de camino a casa en el coche nuevo que mi mamá se había comprado, un bonito Austin Maestro color crema; mamá cada vez se tomaba mas en serio lo de ocultarse entre los muggles.

-¿Y vamos a ir Alacante en tu nuevo auto? –dije burlona a lo que mi mamá respondió haciéndome cosquillas.

-Para tu pesar no, iremos en tren –sonrió.

-¿En tren? ¿Ahora los nefilim tambien tienen una estación secreta en King's Cross? –mamá rió

-No, iremos en tren hasta Paris y luego hasta Ámsterdam –me miró y señalo con la mirada su bolso que iba a mi pies.

Lo tomé y encontré dos pasajes de tren, salíamos mañana a las 7 de la mañana.

-¿Ámsterdam?

-Si, ahí nos encontraremos con una vieja amiga que nos llevará a Alacante.

-Pero la ultima vez que fuimos viajamos hasta Bélgica y de ahí aparecimos en Alacante por un hoyo negro –recordé aquel viaje, fue como viajar por un trasportador, luego recuerdo haber vomitado.

-No era un hoyo negro –rió- era un portal, y sabes como es eso Ella. Nosotros somos muy obstinados con la llegada a Alacante, cambiamos el sitio del portal por protección.

Sonreí, era la primera vez que escuchaba a mi mamá decir 'nosotros' cuando hablaba de los nefilim, siempre lo hacia como hablando de algo a lo que no pertenecía.

El resto del camino a casa le conté todo lo de la escuela, desde el grupo de música y las presentaciones, hasta mis visiones y Draco. A esto ultimo no le hizo mucha gracia, no esperaba otra reacción pero necesitaba contárselo, era mi mamá después de todo. Sólo me pidió que me cuidara y que si él me hacia feliz y realmente me quería, ella no se podía oponer. Tambien me dijo que le gustaría conocerlo, a lo que no supe que responder. No se si lo que tenía con Draco, aquel 'nosotros' que me había dicho, incluía presentarlo a mi mamá.

-Mi cielo, iré al hospital. –dijo cuando entramos a casa- Lo siento, tengo turno esta noche –se disculpó ante mi mirada molesta.

Mamá cuando decidió apartarse del mundo mágico y nefilim, quiso usar su don de sanación en algo beneficioso. Así que encontró trabajo en el hospital como enfermera, y le iba realmente bien, había situaciones en que los pacientes más complicados sanaban muy rápido.

-Pero viajamos mañana a primera hora –protesté.

-Lo sé, yo ya hice mi maleta. Hay comida en la nevera y te preparé algo en el horno –me acarició la mejilla- mañana paso a recogerte y salimos para la estación, de acuerdo?

Acepté a regañadientes y ella se despidió con un beso en mi frente.

Luego de servirme un gran plato de comida, subí mi maleta a mi habitación y saqué algunas cosas para meter otras que llevaría al viaje. Eran las cinco de la tarde y ya había empacado todo, luego bajé mi maleta y la de mamá a la entrada para ganar algo de tiempo en la mañana.

Para Siempre FredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora