CAPÍTULO 15

379 47 4
                                    

-Ha despertado Paulette. Y Henri nada que llega.  Lo volveré a llamar.- dijo mi madre mientras salía a llamar a mi hermano.

-Paulette debemos hablar.- dije.

-Sí, creo que hay muchas cosas que debes aclarar y yo contarte cosas que por circunstancias de la vida nunca supiste.- dijo Paulette.

-Primero que todo, ¿por qué aseguras que me fui sin ti? Si fuiste tú la que por temor no acudiste a nuestro encuentro.- dije.

- Es que no sabes lo que me ocurrió. Desconoces muchas cosas que pasaron.- dijo.

-Paulette, yo te esperé, estuve desde muy temprano hasta muy tarde en la estación. No tuve más remedio que irme con mi familia a Londres; estaba decepcionado por tu ausencia, por tu falta de fe en nosotros, en nuestro amor.- dije.

- ¡Cómo te atreves a decir eso! Si después de ti no he logrado amar de tal manera.- dijo furiosa. - déjame explicarte lo que pasó, no tienes ni idea de lo que YO SOLA tuve que pasar.- finalizó con lágrimas en los ojos.

-Discúlpame por favor si fui muy duro contigo, te escucho.- dije mientras secaba sus lágrimas.

- No sé cómo decírtelo, es muy duro para mí y sé que para ti no será fácil escuchar esta grande y dolorosa verdad.- dijo.

- Por favor Paulette, sin rodeos cuéntame.- supliqué desesperado.

- Unos días antes de desarrollar nuestro plan, me enteré de que...¡ahh!

Yo apretaba su mano y la llevé a mi pecho, sosteniendo su rostro le dije:

- Cuentas conmigo, anda dilo.

- Me enteré de que estaba esperando un hijo. Fruto de nuestro amor.- dijo sollozando.

Yo quedé estupefacto, no lo podía creer.

-¿Y dónde está mi hijo? ¿Por qué no me buscaste para decirme lo sucedido?- pregunté un tanto enojado.

-Ese día que nos prometimos fugarnos, mis padres se enteraron de lo de nuestro bebé. Hicieron algo horrible que hasta el día de hoy no he visto a mis padres y nunca les perdonaré lo que hicieron.  Me hicieron abortar Pat, asesinaron a nuestro hijo Pat, ¡¡Lo perdimos!! Y no pude hacer nada porque me sedaron y cuando pude recobrar la conciencia ya el daño estaba hecho. No pude hacer nada por nuestro hijo Pat, no pude defender su vida.- lloraba desconsolada.

-¡No puede ser! - dije con impotencia mientras me agarraba la cabeza. Deseaba tanto que no fuera cierto lo que me contaba, pero lamentablemente era una cruel verdad.

La abracé y nos unimos en un solo gemido. Sin saberlo había sido padre. ¡Qué felices habríamos sido los tres!

-Pat como estuve sedada, hasta el día siguiente fue que pude movilizarme y con la ayuda de Nanette, mi niñera, ¿recuerdas? Gracias a ella pude escapar.
Pero llegué tarde, cuando llegué ya te habías ido. - dijo.

-Pasaste por tanto sola, ¡Si tan sólo hubiese esperado o ido a buscarte! Perdóname por favor Paulette. Sinceramente pensé que te habías retractado. ¡Qué dolor tan grande siento, esto cambia muchas cosas! - dije.

- ¿A qué te refieres?- preguntó.

-¿De verdad quieres a mi Hermano?- pregunté.

Paulette sólo me miraba y no contestaba.

- Tu silencio sólo confirma que no me has olvidado. Tenemos un hijo en común, aunque nunca nació nos unirá, a parte del amor que sentimos el uno por el otro. Siempre me pregunté qué sentiría al verte, si mi amor por ti realmente había muerto. Pero ahora que te veo...

-¡Pat no!, yo estoy con Henri y tú te vas a casar. - dijo mientras alejaba sus labios de los míos, pues había intentado besarla.

-¿Qué sientes por mí? En tus ojos veo viva la llama del amor. Tus ojos nunca me han mentido Paulette. - aseguré.

Ella trataba de esquivarme, pero finalmente cedió a sus sentimientos.

-¡Patrick te amo! No he dejado de amarte ni un minuto de mi vida. Pero tengo respeto por tu Hermano, eso le debo. Y tú debes respeto a tu prometida. Jamás engañaría a Henri. Él vino trayendo luz y felicidad a mi vida desdichada. - aseguró.

En ese momento se abrió la puerta y era Henri.

-Hermano, gracias por cuidar de Paulette.- dijo mientras me daba un abrazo.- ¿Cómo te sientes amor? - preguntó Henri a Paulette.

Me daban tantos celos al ver que él se refería a ella de esa manera. Así que me retiré y los dejé solos.

...

- Me siento bien Henri. Ya estoy mejor.- dije.

Me sentía tan mal, estaba sintiendo todas estas emociones y sentimientos por Patrick. ¡Dios mío! ¿Qué voy a hacer? No puedo engañar a Henri, pero si sigo con él es engañarme así misma también y de paso engañarlo a él, pues mi sentimientos y pensamientos no serían para él, serían siempre para Pat.

Como hubiese querido besar a Patrick, tenerlo tan cerca de mí hizo vibrar mi interior de nuevo. Me sentí tan viva en sus brazos.

- Paulette... ¿En qué piensas ? No me has respondido... Estás en otro mundo. ¿Te sientes bien?- preguntó Henri.

-Estoy bien, sólo un poco mareada. Quisiera descansar.- dije.

- Está bien, iré a mi habitación. Búscame cuando te sientas mejor.- dijo.

Una vez salió Henri a los pocos minutos entra Patrick y colocando seguro a la puerta me toma entre sus brazos y me hace suya.

¡Oh Patrick!, ¿Qué hicimos?- pregunté mortificada.

-Nada que no quisiéramos haber hecho mi amor. Me sabe mal por mi hermano, pero te aseguro que él no te ama como te amo yo. Con mis besos y mis caricias te demostré mi amor. Haría todo por ti. Empezando por terminar mi relación con Amèlie. Sólo necesito que me demuestres tu amor terminando tu relación con Henri. -dijo.

-No lo se Pat, ni Amèlie ni Henri se merecen esto que hicimos. Me siento tan culpable. ¿Como miraré a Henri ahora?- pregunté.

-¡Vamos Paulette! Nos debemos esto. La vida nos debe estar juntos, por eso nos unió de esta manera. Por favor Paulette, nos debemos ser realmente felices.- dijo.

Estaba entre la espada y la pared. Realmente quería mucho a Henri. Pero había vivido el amor nuevamente con mi Patrick. ¿Qué haré? -¿Qué pasará ahora?

VIDAS CRUZADAS©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora