San Petersburgo, Rusia.
-Amèlie hoy es una noche especial. Hace 8 meses que estamos juntos, y considero que eres la mujer más maravillosa del mundo y con la que quiero estar. - dijo Patrick mientras sacaba una pequeña y hermosa cajita del arreglo de rosas que había en el centro de mesa.
Ese día en la mañana me había enviado toda una floristería a mi casa en la ciudad, estaban por doquier en la sala y en mi habitación.
Había contratado al Restaurante más lujoso de la ciudad y me había llevado allí para pasar una bella velada.
Cuando escuché esas palabras me sonrojé, "¿Quieres ser mi esposa?" Esas palabras las había escuchado un par de veces, pero aquella vez formaban parte de un juego de papás y mamás que jugaba con un amiguito de la infancia.
- ¡Claro que Acepto Patrick!- dije gustosa.
Al escuchar mi respuesta, Patrick me abrazó hasta dejarme casi sin aliento y finalizamos la noche disfrutando de nosotros mismos en ese hermoso lugar.
Al día siguiente...
-Amor mío ya le conté a toda mi familia de nuestro compromiso, todos están impacientes por conocerte. Iremos a la casa en Francia y pasaremos un muy divertido fin de semana. - dijo.
- Me parece perfecto.- dije emocionada.
¿En Francia dijo? Hace más de ocho años que que no tocó tierra Francesa cuando por fin me convencí que nunca más iba a volver a ver a Henri.
-¿Patrick, exactamente a donde vamos?- pregunté.
-Vamos a Montpellier.- respondió.
Yo quedé estupefacta, ¿volver allí? ¡Después de todos estos años!
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VIDAS CRUZADAS©
Romansa¿Pueden realmente un hombre y una mujer ser sólo amigos? ¿Puede realmente el amor verdadero sobrevivir a la distancia y el tiempo?