Estocolmo, Suecia.
-¡La gira ha sido todo un éxito! Estoy muy complacido, la acogida que han tenido tus obras es excepcional. - dijo.
-Patrick, estoy muy agradecida con mis seguidores pero más contigo que me has acompañado y guiado durante todos estos meses. - dije.
-Vamos, acompañame a tomar un café que hace un frío que llega a los huesos.- dijo Patrick.
Patrick se había ganado una parte de mi corazón, estos meses de gira me sirvieron para conocerlo mejor.
Vi a través de la armadura de hierro que siempre trae, algo pasó en su vida que teme abrir su corazón, pero conmigo lo estaba haciendo.
-Amèlie, ¿qué harás esta noche?- preguntó.
-A decir verdad, no tengo planes. Iba a estar en casa.- respondí.
- Me gustaría invitarte a cenar en un restaurante muy bello para despedirnos de esta bella ciudad.- dijo.
- Me encantaría- dije emocionada.
Llegamos a Vigårda y pasamos una hermosa velada.
Por primera vez empecé a ver a Patrick con otros ojos y él me miraba igual.
Sonreía como un colegial, hoy conocí otra faceta de su personalidad, no era el perfeccionista extremo; era un buen amante del vino y del Champagne, buen observador de la vida, romántico y muy sentimental, sensible y afectuoso.
El otro Patrick me gustaba mucho, pero este que acabo de descubrir me gusta mucho más.
Al llegar a casa sucedió algo que no me esperaba.
- Patrick gracias por esta bella velada. Me divertí muchísimo.- dije.
-Gracias a ti por aceptar mi invitación.- agregó.
Durante unos segundos nos miramos y sólo sonreíamos esperando que el otro diera el primer paso. De pronto salió a relucir el Patrick seductor, ese que me tomó entre sus brazos y me miró fijamente a los ojos mientras tocaba mi cabello y decía:
-Hace mucho que no sentía lo que siento por ti. Has hecho que la última de las fibras de mi cuerpo se active. Has hecho que mi corazón palpite de nuevo. - dijo.
-Yooooo- dije un poco sorprendida.
- No digas nada, sólo vivamos plenamente esto que sentimos. Siento que correspondes a mis afectos. Si lo intentamos podría nacer en nosotros un amor sin precedentes.- agregó.
Mientras me sostenía entre sus brazos yo acaricié su rostro tiernamente y él me besó.
Fue la primera vez que alguien me daba un beso romántico. A mi edad parece difícil de creer, pero yo estaba a la espera de alguien que nunca vendría.
Sin embargo, ahí estaba Patrick, el hombre más interesante del mundo dándome cariño.
Nos dimos la oportunidad de conocernos de otro modo, de un modo que jamás pensamos conocernos y nos hicimos inseparables.
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VIDAS CRUZADAS©
Romance¿Pueden realmente un hombre y una mujer ser sólo amigos? ¿Puede realmente el amor verdadero sobrevivir a la distancia y el tiempo?