Capítulo 06: Aparece el amigo perdido de Ranma. -2a Parte-

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Cuando Ranma y Akane llegaron a la casa, se encontraron con la novedad que tanto el señor Genma como Soun se habían ido a practicar a las montañas, los ojos de Akane se engrandecieron, se veía fascinada por ese hecho.

—Podré comer en paz sin que ese viejo estúpido intente arrebatarme mi comida —Akane se veía sumamente feliz.

Era cierto, al fin tenían una comida sin escuchar los gritos, insultos, golpes, amenazas ni nada por el estilo a la hora de la comer, todo era paz y tranquilidad.

En la noche, cuando ya habían terminado de cenar, la señora Nodoka le mostró a Akane un uniforme de la escuela que Nabiki había usado el curso anterior. Akane se lo probó.

—¿Y bien, como te queda? —preguntó la señora Saotome que juntó sus palmas y sonreía dulcemente.

—Me queda algo flojo, hay mucho espacio en la cintura —respondió Akane que jalaba de tal lugar dejando ver que era cierto.

—Te dijo gorda —soltó Ranma contra su hermana Nabiki.

La mediana de los Saotome le dio un codazo a su hermano en la cabeza.

—Y también del busto me queda muy flojo —admitió Akane que jalaba la prenda.

—Pechos planos —esta vez Ranma se burló de Akane.

Como respuesta recibió un codazo de lleno en la cara.

—Está bien, me callo.

—Pues con unos ajustes te quedara perfecto —observó Kasumi—. ¿Verdad, mamá?

—Por supuesto, con aguja e hilo todo se puede arreglar —sonrió Nodoka.

—Eh, no, creo que así está bien, de verdad, no importa que me quede algo flojo —Akane se quitó el uniforme y se aferró a él.

—Pero te hará ver gorda y plana —habló Ranma.

Salió volando de la casa por cortesía de Nabiki y Akane que lo habían pateado.

—Ese Ranma no sabe cuándo callarse —Nabiki estaba molesta.

—Idiota —musitó Akane.

• • • • •

Los días pasaron, tanto Genma como Soun mandaron una nota avisándoles que se quedarían más días en las montañas, la señora Nodoka se limpiaba sus lágrimas con su pañuelo.

—Mamá, no llores, regresaran pronto —consoló Kasumi poniéndole una mano sobre el hombro de su madre.

—Si no lloro por su ausencia, Kasumi, sino porque quiero que se queden más tiempo en las montañas —admitió la señora Nodoka, a Kasumi le resbaló una gotita por la frente.

Akane practicaba en el dojo, Ranma la observaba, era muy ágil y veloz, se levantó proponiéndole que entrenaran juntos, ella aceptó, los dos estaban aburridos de que sus padres no estuvieran para pelear, Ranma porque con su papá podía golpearse sin tomar en cuenta que eran padre e hijo y Akane, por la misma razón, porque su padre no le importaba que ella era mujer y usaba toda su fuerza en los golpes.

—Espero que cuando vuelvan, sean más fuertes para pelear con ellos —dijo Ranma que esquivaba una patada de Akane.

—Pero sabes cómo son nuestros padres —contestó Akane que soltaba ahora un puño.

—Desgraciadamente...

—Deben estar vacacionando —completó Akane, los dos chicos se sentaron.

Akane y medio PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora