Problemas

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El teléfono seguía sonando, y Amaia me miraba buscando una decisión. Sin poder retrasarlo más dije

-¡Lo siento, tengo que atenderla!

- Vale, perfecto- dijo  y visiblemente molesta se dio la vuelta y se marchó.

A duras penas pude contestar

-¿Clara? – dije poniendo el teléfono en la oreja. Solo se escuchaban risas y gente hablando así que decidí repetir- ¿Clara?

- ¿Juan? ¿Juan, donde estás?- dijo ella 

- Saliendo del restaurante- dije elevando la voz

- Yo estoy llegando a la zona de los bares, ¿sabes llegar?

-Eso creo, voy a seguir a la gente- dije un poco perdido

- Bien, te llamo dentro de un rato- y sin más sentí los pitidos que avisaban de que la llamada había finalizado

Mis compañeros estaban sentados en un portal riéndose

- ¿Qué ha pasado? – pregunté divertido

- Creo que la “linda” se ha molestado- dijo Lucas

- Tuve que contestar una llamada y se ha cabreado- expliqué

-¿Y de quién era la llamada para dejar plantada a la morena?- preguntó Óscar y al pensar en Clara el alcohol me volvió a traicionar y sonreí

-¿Tienes novia? ¿cómo no nos lo habías dicho?- preguntó curiosa Nuria

- Chicos si queréis me ponéis unas esposas y me lleváis a comisaría, allí estaremos más cómodos para el interrogatorio- ante mi contestación, todos rieron y comenzamos a andar hacia los bares.

Tardamos demasiado, cuando llegamos eran más de las cinco de la madrugada. Cogí mi teléfono móvil y me dispuse a llamar a Clara cuando la vi sentada en un portal durmiendo, les dije a mis compañeros que la noche con ellos había acabado, que nos veríamos mañana en la facultad. Cuando llegué al portal ella abrió los ojos

-Estás aquí- dijo y se agarró a mi brazo- pensé que tu también me ibas a dejar

- ¿Dónde están tus amigas?- pregunté al verla sola

- Se han ido a casa con sus novios y yo como no tengo pues me he quedado sola- dijo

-¿Todas?- pregunté extrañado de que todas se fuesen dejándola sola

- No, Rebe y Cata están dentro bailando con unos chicos, pero yo no estoy de humor- explicó

- Pues yo tenía pensado bailar contigo- dije intentando animarla.

- Apostaría a que no sabes ni bailar- dijo riendo

-¿Probamos? – la incité

Nos agarramos de la mano y nos dirigimos a la entrada del pub más cercano. En la puerta estaban mis compañeros y Óscar no tardó en comentar

- ¡A partir de ahora tú eres mi ejemplo a seguir, chaval!

-¡Os presento a Clara!- dije ignorándolo

- Así que tu eres la novia de este- Afirmó Nuria y Clara riéndose dijo

-¿Se nota que nos queremos, verdad?- y le guiñó el ojo

Yo para poner fin a la situación que suponía se iba a alargar añadí

- Es mi compañera de piso, y como no sabe cuidarse sola tengo que hacerlo yo por los dos.- Después de decir esto quería ver su reacción y la miré fijamente y ella me aguantó la mirada.

En esas estábamos cuando los chicos decidieron entrar y nosotros tras ellos, una vez dentro pedimos algo en la barra alegando que sería la última de la noche.

Bailamos y nos reímos. Clara se acercó a mi, pasó sus manos por mi cuello, para obligarme a bajar la cabeza y acercó su boca a mi oído  

- Me encanta verte reír- dijo y yo respondí con una sonrisa

Se disponía a seguir hablando cuando Amaia nos interrumpió. Venía acompañada del chico de los baños. Tenía una mirada soberbia y algo en él no me gustaba. Amaia levantó la voz para decir

- Veo que estás superando lo de Luis- su mirada era fría quizás el alcohol provocaba esa reacción en ella

- ¿Y tú que haces con este?- preguntó ella mirando con desprecio al gorila

-¡Perdona, tu a mi me respetas!- dijo él poniéndose agresivo

Yo agarré por el brazo a Clara, me acerque a su oido y le dije

-Vámonos, no merece la pena estropear la noche ahora- las peleas me ponían enfermo, yo no estaba acostumbrado, nunca había discutido, esa era una ventaja de ser un solitario, no podías discutir con nadie.

Sujeté a Clara de la mano y tiré de ella. Estaba dispuesto a irme a casa. Al salir del pub su voz me detuvo

- Será la tercera vez que me dejas plantada por ella en un solo día- dijo Amaia

Me giré colocando a Clara detrás de mí, intentando protegerla de algo que ni yo sabía lo que era

- No quiero problemas y el chico con el que andas sí. Así que me voy a casa- dije disgustado

- ¿Y tienes que irte con ella?- dijo Amaia

-No voy a dejarla sola, si esa es tu pregunta, si quieres venir con nosotros te vienes y si no te quedas aquí- dije empezando a cabrearme

-¿Prefieres dejarme a mí sola?- preguntó con un enfado más que evidente

- Tú no estás sola, estás con él- dije señalando al gorila que tenía al lado

-Tú a mi no me señalas con el dedo- dijo este dirigiéndose a mí

Cuando el chico se acercaba a mí, Clara se puso delante e informó que no queríamos problemas y que nos íbamos. Amaia miraba sin decir nada, con un semblante inexpresivo. Sin más nos dimos la vuelta y nos fuimos. Notaba como la mano de Clara temblaba, mano que no había soltado en ningún momento.

-¿Estás bien?- dije

- ¡Nunca había discutido con Amaia! no entiendo que ha pasado- dijo justo antes de ponerse a llorar

-Creo que yo tengo la culpa, estos dos últimos días prefería tu compañía y la he dejado de lado

- ¿y por qué la paga conmigo?- dijo entre sollozos

- No lo sé pequeña, quizás para hacerme daño- dije apenado por haber causado una discusión entre las dos amigas

Llegamos a casa e hice que Clara se sentara mientras yo le preparaba una tila. No paraba de llorar y yo no sabía que decirle. Obté por abrazarla y ella me correspondió al abrazo

- Siento haberte estropeado tu primera noche de fiesta- dijo ya más calmada

- No me has estropeado nada, tú has regalado unas horas felices- dije acariciando su pelo.

Sin decir nada más ella tomo mi cara entre sus manos y me besó, un beso suave y tierno que aunque nunca lo esperara lo había deseado desde que me recibió con esa gran sonrisa. Luego nos abrazamos y nos dimos cuenta de que eran las 7 y media de la mañana y los dos teníamos que ir a la facultad. Nos duchamos y nos pusimos en marcha. Cuando salimos para clase Amaia no había regresado todavía, preocupado por ella me planteé mandarle un mensaje pero mi orgullo me lo impidió.

Recién llegadoWhere stories live. Discover now