Recién llegado

Lo que siento no es una opinión

- yo... yo...- dijo Clara, y se fue

-Clara ¿qué pasa? – preguntó Amaia antes de salir corriendo detrás de ella y yo las seguí.

- ¿Es eso lo tanto que me querías? ¿Me quieres tanto o más que Amaia?- me gritaba pasando la vista por encima del hombro de Amaia que estaba justo delante de mí.

- Clara, ¿de qué hablas? ¿Qué te pasa?- preguntaba Amaia desconcertada

- ¿qué me pasa? tu sabrás, no has dudado ni un momento en clavarme un puñal por la espalda- gritaba Clara

Yo estaba petrificado, las palabras no salían de mi boca y cuando notaba como las lágrimas acudían a mis ojos decidí darme la vuelta e irme a mi habitación

- ¡Que raro, huyes!- me gritó Clara

- Juan, ¡espera! tenemos que aclarar esto- dijo Amaia amarrándome el brazo

- Eso Juan, aclara lo que tengas que aclarar. Dí que en estos cuatro días as decido que Amaia es mucho mejor que yo, aclárame que es más guapa, más simpática y que no tendrá problema en clavarme un puñal.. oh dios mío que tonta he sido. Sois unos...

-Cállate- eso fue lo único que logré decir. Fue un grito ahogado en desesperación. ¿Cómo podía decir tantas cosas sin sentido? ¿como podía pensar que yo había cambiado mis sentimientos? Cuando simplemente había decidido estar a su lado sin esperar nada.

Se hizo un silencio, las dos esperaban que yo dijese algo

-Amaia, déjanos solos, por favor.

Ella asintió, y salió cerrando la puerta tras ella. Se hizo el silencio, pero no era incómodo sino tenso y desesperado.

- Deja de gritar, ahora vamos hablar- dije con un tono autoritario que jamás pensé que saldría de mi boca.

- Perfecto- dijo ella en un susurro

- ¿ Por qué te has puesto así? ¿es una excusa para no estar conmigo?. Clara- al decir su nombre y pensar en lo que iba a decir después se me quebró la voz- si no me quieres, si solo quieres ser mi amiga, solo tienes que decírmelo. No hace falta que montes un escándalo e insultes a Amaia.

- ¿Pero qué dices?  Yo te quiero más de lo que te mereces, eres un imbécil

- Creo que soy yo el que te quiere más de lo que mereces. Ahora podríamos haber sido felices, pero llegas aquí y montas un escándalo ¿por qué? porque estaba hablando amablemente con Amaia

- ¡Le has dicho que la querías!- gritó y su voz se quebró en la última palabra

Me quedé en silencio. Estaba desorientado. No recordaba haber dicho tal cosa. O quizás sí. Hice un recorrido por la conversación  con Amaia y entonces recordé que le había dicho que la quería cuando me dijo que hablaría con Clara para contarle lo del chico que estaba conociendo. Y entonces sonreí, no era una sonrisa alegre sino de resignación.

- ¿De que te ríes?- dijo ella cabreada

- De esto, de ti de mí, de nuestra situación. – Hice una pausa y proseguí-Supongo que esto tendría que decírtelo ella, pero no creo que ahora esté con ánimo suficiente,  Amaia está conociendo a otro chico, es de su barrio, por eso estábamos hablando y estaba tan contento porque tu y yo podríamos estar juntos al fin que.... déjalo. Estoy cansado.- abrí la puerta y salí de allí.

Cuando salía de la habitación entraban David y Vero, así que me dirigí a recibirlos, ser amable con mis compañeros de piso era otra de mis decisiones.

- ¿Qué tal el examen?- preguntó David sonriente como siempre

- Pues un trámite más, y creo que superado.- dije