Cinco

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Nota: Perdón por no haber actualizado ayer, pero sinceramente estuve muy ocupada. Muchísimas gracias a todas las personas que leen, votan y comentan mi novela -que aunque sean pocas me hacen muy muy feliz-. Espero que les guste el capítulo! 

Luego de esa confesión, ninguno de los dos dijo nada. Las palabras sobraban y, a diferencia de las otras veces, el silencio no era incómodo. Simplemente ninguno sentía la necesidad de hablar.

-¡Kim Suni!- gritó una voz a lo lejos.

-Youngmi.- susurró la chica, quien aún seguía apoyada al pecho de Jimin. Se separó lentamente de él, sintiendo como el frío chocaba con su espalda, la cual había estado pegada a su cuerpo por un largo rato.

Dos pares de pies comenzaron a acercarse con rapidez, y por su forma de caminar, Suni las reconoció al instante. 

-Son las cuatro de la mañana.- habló la Mi menor. -¿Dónde te habías metido, mocosa?- 

Suni rió y se paró del suelo, secundada por su acompañante. 

-La pregunta aquí es dónde se habían metido ustedes, en realidad. Yo estuve aquí todo el tiempo.- aseguró. Y pensando bien las cosas, había estado allí mucho tiempo. Había llegado a la casa de Yoongi a las doce, y había conocido a Park Jimin exactamente cuarenta minutos después. ¿Tanto tiempo habían estado hablando?

-Lo sentimos, no debimos dejarte sola.- habló la mayor.

-Pero después de todo no estabas tan mal acompañada.- rió pícara su hermana. El chico a su lado se sonrojó levemente, pero gracias a la falta de luz nadie pudo notarlo.

-Soy Park Jimin, encantado de conocerlas.- saludó.

-Yo soy Yangmi, y ella es mi hermana Youngmi. Somos amigas de Suni.- 

-Encantada de conocerte.- habló Youngmi con una sonrisa. -Pero Namjoon nos está esperando afuera.-

-¡¿Llamaron a Namjoon?!- preguntó alterada Suni. No le gustaba molestar a su hermano, y menos los días de semana. El chico, seis años mayor que ella, estaba en su antepenúltimo año de la carrera de medicina, y necesitaba estudiar mucho y sobre todo descansar. Cuando llegaran a casa, iba a asegurarse de prepararle algo rico y mandarlo a dormir. 

-¿Namjoon?- preguntó Jimin.

-Mi hermano.- respondió la chica. -Otro día voy a contarte mejor.-

-¿Nos vamos?- preguntaron las gemelas al unísono. 

-Vayan ustedes, las alcanzo enseguida.- sonrió. Tal y como su amiga pidió, ambas abandonaron la casa.

-¿Y ahora?- cuestionó el castaño mirándola de frente.

-Definitivamente quiero seguir hablando contigo.- afirmó ella. -¿Tienes celular?-

-¿Celular? Claro.- dijo él confundido. 

-Ten, anota.- la chica le pasó su teléfono y él agendó su número. -Pon un tono de llamada que te guste. Así sabré que eres tú.- 

-Voy a llamarte seguido, entonces.- dijo él. Suni sonrió, guardó su teléfono celular en el bolsillo de sus shorts, y se despidió del muchacho con una mano.

Ni Jimin ni Suni lo sabían, pero nunca habían sonreído tanto como esa noche. Ella no había bailado con Yoongi como había prometido, y él no pasó la noche con sus amigos como había pensado en un principio, pero ambos disfrutaron de la compañía del otro. Al llegar a sus casas, ni siquiera pensaron en lo que no habían hecho o se lamentaron de ello, puesto que la compañía del otro fue más que suficiente para hacerlos sentir completos. 


Blind | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora