Blind | Park Jimin

Catorce

Exactamente dos meses después de su primer fiesta, Kim Suni se encontraba yendo a otra. Faltaban tan solo cinco días para su graduación, y Yoongi había decidido hacer una última fiesta antes de terminar la secundaria.

Al igual que la vez anterior, la joven de ojos marrones se preparó en la casa de sus dos mejores amigas. Youngmi le tendió una prenda, la cual había elegido previamente con su hermana para que no sucediera lo mismo de la vez pasada, y Suni se adentró en el baño. Se quitó los jeans y el polo que traía puestos y se puso lo que sus amigas le habían dado. Por lo que podía sentir, esta vez era un vestido.

La prenda que le habían tendido era de color negro, ajustada y unos cuatro dedos debajo del trasero. Al salir de donde se encontraba, la mayor de las mi se encargó de peinarla, y la menor de maquillarla de forma sutil. Cuando terminaron con ella, le pidieron que sonriera y se posaron a su lado para sacarse una selca.

Namjoon, quien ya había pasado de año, fue a buscarlas con su auto y las llevó hasta la casa de Yoongi. Esperó a que las tres chicas se bajaran y arrancó rumbo a su casa en cuanto las vio desaparecer por la puerta principal.

Una de cada mano, sus amigas guiaron a Suni en busca de Yoongi. Le había prometido que bailaría con él a toda costa, y esta vez planeaba cumplir con su palabra.

-SunSun.- saludó él en cuanto la vio. Ahora que eran mucho más cercanos, casi como mejores amigos, se habían tomado la libertad de ponerse apodos.

-Oppa.- le sonrió ella. -¿Vas a bailar conmigo?-

-Por supuesto.- respondió él. Dejó su vaso rojo en la mesada y tomó su mano para guiarla al centro de la pista. El dj, quien resultaba ser nada mas y nada menos que Hoseok, cambió la canción a una balada.

Yoongi tomó a Suni por la cintura y ella, algo insegura de lo que debía hacer, pasó sus brazos por los hombros del chico. Él sonrió, la acercó más a su cuerpo, e hizo que pegara su cabeza con su pecho. Desde allí, Suni podía oír a la perfección los latidos acelerados del corazón de su mejor amigo.

-SunSun.- comenzó a hablar él. Luego de mucho pensarlo, se había decidido por confesarle lo que sentía, a pesar de que sabía que el sentimiento no era correspondido. -Voy a confesarte algo que tal vez sea un poco impactante.- informó. Ella asintió, todavía con su cabeza en el pecho de él, y Suga continuó. -Me gustas. Desde el primer día en que entraste a mi vida.- lo dijo directo y conciso, puesto que sabía que se arrepentiría si pensaba mucho las cosas.

Asombrada, ella se separó de su cuerpo y lo miró a los ojos.

-Oppa, yo te quiero muchísimo pero...- antes de poder proseguir, Yoongi la calló.

-Yo también te quiero muchísimo, más de lo que te imaginas. Pero no espero una respuesta de tu parte. Sé que te gusta Jimin, y no voy a interponerme entre ustedes. Si tú eres feliz con él, yo estoy feliz.-

-Yoongi.- suspiró ella, completamente fuera de sí. No podía creer que Min Yoongi, su mejor amigo y una de las personas más importantes desde pequeña, gustaba de ella. Además, tampoco entendía como alguien era capaz de resignarse a algo con tal de ver a otro feliz. ¿Es que acaso era tonto?¿Le gustaba pasarla mal?

-Sé lo que piensas.- comentó él con una sonrisa triste. -No me gusta sufrir, y tampoco me gusta ver que quieres a otro que no soy yo. Pero no puedo hacer nada al respecto.- explicó. -Solo, hagamos como si esto nunca hubiese pasado, ¿Okey? Sólo quería decirte lo que siento para no guardarlo más tiempo, pero no espero cambiar nada con mi confesión. Vas a seguir siendo mi mejor amiga, ¿verdad?- preguntó él. Sentía un peso menos en su pecho al decirle sus sentimientos, pero tenía miedo de que se alejara de él ahora que sabía como eran las cosas.

-Bobo.- sonrió ella con los ojos llorosos. Nunca nadie le había dicho cosas tan bonitas, y nunca nadie había sacrificado la felicidad propia por la suya. -Claro que seguimos siendo amigos.- volvió a apoyar su cabeza en el pecho de Yoongi, al igual que hace unos segundos atrás, y continuaron bailando como si nada hubiese sucedido.