Trece

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-Hiciste trampa.- dijo mientras fruncía el ceño. Jimin sonrió de costado y negó con la cabeza, desmintiendo absolutamente todo.

-No hice trampa.- explicó. -Solo que tú eres mal perdedor. Te gané, Yoongi. Acéptalo.- el otro bufó enojado y se cruzó de brazos al igual que un infante. -Pareces niño.- se burló.

-No parezco niño.- respondió Suga. A pesar de que lo negaba, si parecía un crío. Hacía berrinches, y su tono de voz era el mismo que utilizaban los niños pequeños cuando les decías que no pero ellos creían que sí. 

-Que sí.- 

-Que no.- se defendió, aún más furioso de lo que estaba antes. 

Escuchando su conversación, Suni no pudo evitar reír. Ambos chicos pararon de discutir y la miraron por unos segundos. Su mano izquierda tapaba parte de su enorme sonrisa, y sus ojos estaban cerrados casi por completo a causa de las delicadas carcajadas que estaba soltando. Luego de un rato de dejar de escucharlos, la joven sacó su mano de su rostro y miró en su dirección sonriente.

-Dejen de pelear.- habló. -Ambos parecen unos niños.- 

Los chicos la miraron indignados y hablaron a la vez: -que no.-

-Que si.- rió ella, dándose cuenta de que ellos no eran los únicos con mentalidad de infante dentro de la casa. -Hagamos un trato.- sonrió. Un leve deje de malicia se escapó de su sonrisa, pero el único capaz de captarlo fue aquel que la conocía desde niños. Suponiendo lo que iba a hacer, Yoongi sonrió de igual forma.

-Te escuchamos.- dijeron a la vez.

-Bien. Vamos a comprobar si Jimin hizo trampa o no.- propuso Suni.

-¿Cómo vas a probarlo?- preguntó con intriga el recién nombrado. 

-Voy a jugar contra ti. Si ganas, vamos a aceptar que eres un buen jugador y que venciste a Yoongi con tus "súper habilidades de juego".- bromeó. -Y si pierdes contra mí, pues hiciste trampa para ganar. ¿Les parece justo?- sonrió.

-Pero...- comenzó a objetar Jimin. ¿Cómo iba a jugar si no podía ver? A pesar de eso, no quiso hacerla sentir mal y cerró la boca. -Está bien. Juguemos.- 

Suni pasó a sentarse en el medio, con Jimin a su derecha y Yoongi a su izquierda. El último le pasó el mando con el que había jugado minutos antes y Jimin comenzó una nueva partida. Como era de esperarse, Jimin comenzó a ganar.

-Me aburrí.- comentó Suni. Empezó a tocar los botones del mando y, en cuestión de segundos, el personaje que Jimin había escogido se encontraba en el suelo, completamente inconsciente. Él la miró con los ojos y la boca bien abiertos, sin poder creerlo.

-¿Cómo hiciste eso?- preguntó asombrado. La voz que indicaba el segundo round habló, y Suni lo mandó a callar. Al igual que la vez anterior, Jimin fue destrozado.

-Perdiste, tramposo.- se rió Suni. 

-¿Cómo?...- 

-Fácil.- le sonrió ella. -Jugaba con Nam cuando era pequeña, y se esforzó mucho en logar que yo consiguiera jugar bien.- entendiendo todo, Jimin asintió con la cabeza. -Además de que Yoongi me decía lo que tenía que  hacer.- susurró divertida, causando una carcajada en el chico a su izquierda.

-¿Qué dijiste?- preguntó el castaño, quien no había llegado a escucharla correctamente.

-Oh, nada.- dijo esta vez Yoongi y ambos volvieron a reír. Luego de unos minutos intentando procesar lo que la pelinegra había dicho, Jimin abrió los ojos con sorpresa.

-¡Hicieron trampa!- gritó anonadado. Lo habían engañado, y él no se había percatado en lo absoluto.

Ambos comenzaron a reír como locos y, luego de unos minutos, el castaño comenzó a reír también.






Blind | Park JiminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora