Capítulo 20

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*

Mi cabeza se eleva a un ritmo tranquilo, pausado. Thomas tiene las piernas enredadas con las mías, ambos brazos están detrás de su cabeza. Se ve tierno mientras duerme, y lo es todavía más con ese pequeño surco de baba.

Hoy es mi tan anhelado "día de descanso". No hay problema si me quedo el resto del día aquí acostada; Thomas es el que debe irse. Murmuró su nombre dulcemente al tiempo que lo muevo en un intento de despertarlo.

Él, a diferencia mia, tiene el sueño liviano. Con cualquier cosa ya está despierto.

-Buen día, Linda -bosteza, mantiene los ojos cerrados.

-Tienes que ir al Laberinto -le recuerdo, peinando sus rebeldes cabellos.

Abre sus somnolientos ojos, frunce el ceño extrañado.

-¿Tú no vendrás?

-Me encantaría, pero Minho me dio el día libre -muevo las sábanas y me pongo de pie.

-¿pero?- abre sus ojos.

Busco un conjunto de ropa que no esté sucio. Deje uno por algún lado. Casi pongo todo de cabeza hasta que encontré por fin lo deseado.

 Casi pongo todo de cabeza hasta que encontré por fin lo deseado

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-¿Quieres dejar de mirarme? -demando. Su atenta mirada sigue cada uno de mis movimientos.

-No te estoy mirando -protesta.

Unos brazos rodean mi cintura  impidiendo que termine de vestirme.

-Hay que quedarnos en la cama -hace un camino de besos que va desde mi hombro hasta mi cuello-. Convensere a Minho de que me de el día libre, por favor.

Aparto sutilmente sus manos, liberandome para poder terminar mi labor. Terminó de colocarme la blusa.

-Algo me dice que si nos quedamos en la cama en un tiempo habrá mini Thomas corriendo por el Área -sonrío de lado.

-¿Te lo imaginas? -despeja mi cara de cualquier mechón fuera de su lugar- pequeños niños corriendo por allí.

No puedo imaginarlo. Yo como madre sería un desastres, creo que cuando ellos lloren me les uniría por no saber qué hacer. Y ser madre a los 15 no está en mis planes.

-sigue soñando -paso por su lado, palmeando su hombro cortamente. Aprieto lo más que puedo mis agujetas-. Quizá en unos años más, si es que encontramos un lugar adecuado, podría cumplirse ése deseo tuyo.

"Ángel, te prometo que en un futuro no muy lejano saldremos de este lugar, y encontraré un sitio seguro donde Sam y tú no corran peligro" habla dentro de mi cabeza.

Aún no hay bebé y él ya está pensando en nombres. La ventaja es que el nombre es para niña o niño; Samantha, Samuel.

-En lo que el gran momento llega, ¿te apetece ir a desayunar conmigo y el demente celoso de mi hermano? -propongo. Subo mis manos de sus hombros a la parte trasera de su cuello, acarició su nuca haciendo que se le enchine la piel. Sé cuánto le gusta que haga éso.

Siempre Te Recordaré (EDITANDO) #JUNTOS1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora