Skater Y Tatuajes.

XIX

—buenos días Allison! —saludo con entusiasmo la mujer recibiéndola

—buenos días— respondió acercándose a ella para saludarla. vio como la mujer hacia con unas pinzas y lana un suéter de color morado. la mujer lo noto y sonrió— es para mi sobrina.--- dijo con un tono triste.

-- oh y Giana?.--- pregunto jugando con el piercing de su labio inferior.

-- ella debe estar durmiendo.—le dijo haciendo una mueca.

---puedo pasar?--- pregunto Allison y la mujer asintió dejándola pasar.

la casa parecía estar igual que antes, el mismo olor a flores, el mismo color en las paredes. habían algunos cambios mínimos en la decoración pero la casa seguía teniendo esa esencia acogedora. 

se paro frente a la puerta de Giana que estaba abierta y dio dos golpes antes de abrirla. se extraño al verla vacía. y sonrió viendo que la habitación de la chica a pesar de todo seguía decorándola con flores y con conejos.

—.Que haces?

Allison se giro al reconocer esa voz

Giana solo tenía una toalla que tapaba desde el pecho hasta loa muslos y el cabello húmedo, puesto que acababa de salir de la ducha.

Allison no dejaba de ver a Giana— que?- no me veas!--- exclamo la menor sonrojándose intentando taparse con las manos.

--- te he visto sin la toalla, Giana.— la recordó haciendo que el rostro de la chica tomara mas color rojo.

el corazón de Giana estaba a punto de salirse de su pecho ante la situación ¿por que se comportaba así con Allison?

—pe-pero ahora estoy gorda.— murmuro

los ojos de Allison se abrieron como platos ¿gorda? ella no estaba gorda, estaba incluso mas delgada de lo que recordaba.

Giana se hizo espacio entre Allison que la miraba sorprendida y la chica se limito a cerrar la puerta y trancarse dentro de ella.

—Giana.— se quejo.

La chica se quedo con la espalda contra la puerta con su corazón queriendo salir de su pecho. Porque huía? Porque no podía simplemente mandarla a la mierda como había echo con Angel el día anterior?

Giana tomo la mano de su novia poniéndola por sobre su corazón.— ella, Me dijo que aunque algo pase, ella simplemente no podrá olvidar todo lo que me haces y me hiciste sentir.

Recordó sus propias palabras. Simplemente no podía olvidar aquello, aunque hubieran pasado tres años aquellos no se podía olvidar tan fácilmente. Amaba a Allison y eso no cambiará.

Cada vez que besaba a algún chico o chica Cerraba los ojos solo para imaginar que era Allison. Intentaba siempre estar con chicas o chicos con piercing en los labios solo para poder imaginarse mejor a aquella chica. Era realmente estúpida pero también las buscaba con tatuajes aunque ninguna tenía tatuajes tan lindos y coloridos como los de la chica de los tatuajes.

— Giana, hablemos.— escucho como la chica pidió de la otra de la puerta.

— no quiero hablar contigo. —dijo mientras mordía su labio interior. Mentira.

—por que no?—pregunto en un tono relajada.

—porque no quiero. Además ¿quien te dejo pasar?—Gruño y Allison suspiro. Si no fuera Giana la hubiera mandado a la mierda por hablarle así.

— tu madre lo hizo.— respondió con parsimonia.

— esa mujer es una estúpida— dijo y chasqueo la lengua. Allison frunció el ceño ante aquello. Donde había quedado la Giana que no decía malas palabras?