capitulo 12

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Narra Sofía:

Estaba hablando con mis amigas en los pasillos de la escuela, cuando siento un golpe,me doy vuelta y veo a Noah furioso golpeando un castillo, su mirada era desconcertante, cómo si quisiese decirme algo y no pudiese, de todas formas, no pude averiguarlo, porque a los segundos esquivo mi mirada y dio media vuelta.

-¡Uf! Creo que escucho todo-dice Gimena
Y yo sin saber que hacer,  corro a buscarlo. No sé que hacer y mis piernas parecen no querer detenerse.
No lo encuentro por ningún lado, cómo si la tierra lo hubiese tragado.
Me quedó parada en medio de la calle.
No se porque,pero sentí algo que nunca me paso, cuando me miro, sabía que estaba furioso, su mirada me lo decía, pero había algo más.

Desanimada me encamine de nuevo hacia la escuela.
Tendría que rezar, que la profesora no me regañe, por llegar tarde e interrumpir su clase.
Con un poco de nervios, golpeó y la profesora me abre,me mira con desaprobación, pero aún así me deja pasar.
Suspirando me dejó caer en mi asiento.

-¿A donde te fuiste así?-Me pregunta Celeste preocupada.

-No fue nada, no te preocupes- Realmente no tenía ganas de hablar. Y ella lo entendió rapidísimo.

Las horas no se pasaban más y me eran aburridas, raro de mi por que amo la escuela.
Al llegar a mi casa me encontré con mi hermano en la vereda,estaba arreglando su moto.

-Hola hermanita-me saluda con la mano.

-Hola-susurro. Él deja de hacer lo que estaba haciendo y se dirige hacia mi.

-¿Qué paso?-me pregunta preocupado.

No puedo creer que me conozca tanto. De chiquitos siempre bromeaba que podía leer mentes, ahora entiendo que no era del todo mentira. Aunque no lee mentes, sí sabe leer los sentimientos y sin dudas, me descubrió.
Pero vamos, es hombre, quien más para entender a los hombres, que uno.

-Te quiero hacer una pregunta.- Él asiente confundido.
Me armó de voluntad para seguir-Ponele que una chica te invita a salir, pero vos no queres salir con ella.-Me calló, sin saber cómo seguir- luego otra chica te invita y justo con ella si querés ir. Por lo que vas con la ultima que te invitó dejando plantada a la que lo hizo primero ¿Cómo te sentirías?

El ríe a carcajadas y yo lo miro incrédula,osea de que se ríe. Lo miró con mi mayor cara de enfado y él para de reír,al fin.

-Qué matadora que estas hermanita-me dice y siento mi cara hecha un tomate-
Respondiendo a tu pregunta yo me sentiría culpable y si me pongo en la otra persona creo que te odiaría- Trata de bromear, intento sonreír, pero por lo que veo no salió muy bien. Ya que Tomás me deja de reír, para mírarme serio.

-Si realmente te sientes mal, pídele disculpas-Me abraza de los hombros- Tengo que admitir que no actuaste muy bien, a vos no te hubiese gustado que te hayan dejado plantada- le pico el estómago con un dedo y se despega enseguida.

-Bueno, bueno. No me agregas- Levanta las manos en son de paz, sacándome una sonrisa-  pero realmente disculpate, tal vez esa persona lo entienda y te perdone, no pierdes nada con intentar- me sonríe y le correspondo.

<Tiene razón, no tengo nada que perder>

La tarde la pase tranquila, pensando en que hacer para que Noah me perdone, siento que un mensaje seria muy simple, pero tampoco podía ir a su casa con pancartas a pedirle disculpas.
Número uno, no tengo dinero.
Número dos, ni que le haya dicho que su mascota (Sí es que tuviese) era abominable.
Y número tres y él más importante, no podía humillarme más. Aunque me lo mereciece, ir a su casa. No era una opción.
Ya veré qué será lo mejor.

                      (..)

Estaba buscando ropa para ir al parque,ya que se acercaba la hora con la que había acordado con Bruno.
Cuando siento que tocan el timbre, le grite a mi hermano que abra,pero nadie respondió así que supuse que no se encontraba.
Salí de la habitación y abrí la puerta, pero nadie estaba.

<Estos niños >pensé mientras reía. Me acuerdo que unos años atrás amaba jugar al rin rage. Si bien me llevé cada susto y golpe, por correr como si mi vida dependiese de ello y es que el juego era eso,vivir y morir.

Iba a cerrar la puerta, pero siento como me agarran de la cintura y me ponen un trapo en la boca, pataleo pero la persona es más fuerte que yo.
De pronto todo se vuelve oscuro.
      



                                                                                                      


Nunca caeré en tus encantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora