Capítulo 5.

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Después de esa escena que nos dejó trauma tanto a Sami como a mí, tocaron las presentaciones y bueno, digamos que no fue la mejor ocasión ya que los chicos estaban... ¿Cómo decirlo? Mmm... Algo... Contentos y avergonzados, dejemoslo ahí. Los chicos comenzaron presentándose (los que estaban en casa, ya que los otros están por ahí perdidos) con una típica frase de mujeriegos, estoy segura de que en realidad no son así, ya que vivo con uno de ellos, pero sé, por propia experiencia, que están acostumbrados a gustar y a que todas las chicas las gusten que las saluden así pero, tanto Sam como yo, odiamos a los chicos tan creídos. La presentación que más me ha llamado la atención ha sido la de Nash, ese chico suele ser muy simpático y que de repente se volviera tímido me extraño, luego le preguntaré a Kian sobre esto. Por lo general, Sami ha encajado muy bien en el pequeño grupo de "machos pechos peludos" que se supone que son (esto lo han dicho ellos, no yo). Subimos a mi cuarto y Sam cierra la puerta, se apoya en ella y me mira amenazadoramente.

-¡Sami! ¡Amiga!- digo sonriendo inocentemente.

-¡Lena! ¡Amiga!- dice de la misma forma.- ¡Yo te mato! ¡¿Cómo se te ocurre traerme a tu casa teniendo a esos chicos en ella y sin avisarme?!-no la miro- ¡Lena!- dice medio gritando y consiguiendo que la mire.

-¡Lo siento! ¡¿vale?! ¡No tenía ni idea de que estaban aquí!- digo en el mismo tono que ella.-Pensaba que Kian grabaría fuera- digo más para mí que para ella. 

-¡Lena!- vuelve a gritar. Yo me asusto un poco y pego un pequeño salto en mi sitio.

-¡Tarde o temprano los tenías que conocer Sam! No podrías haber evitado durante mucho tiempo venir a mi casa y que Kian no estuviese con alguno de ellos. Son amigos Sam.- la digo en tono suave para ver si consigo que entre un poco en razón. Si algo tiene Sam que odio es su cabezonería, pero tampoco puedo quejarme mucho porque yo soy igual o peor.

-Tienes razón. Pero es que me ha tomado por sorpresa la forma en que estaban en tu salón...- dice poniendo cara rara. 

-Yo solo espero que desinfecten los sillones porque si no me niego a sentarme donde uno de sus asquerosos culos desnudos se haya sentado. - digo haciendo que ella ría.

-No todos tienen un culo asqueroso, Lena. - dice riendo más alto. Yo solo río y me tiro de espaldas a la cama.

Sam me imita y nos quedamos mirando el techo por un largo rato. Estaba pensando en Kian y se me ha ocurrido la forma de fastidiarle un rato. Salto de la cama y salgo de mi cuarto para ir a la barandilla de la planta alta, los chicos estaban recogiendo las cosas y encendiendo el ordenador para lo que creo que es editar el vídeo que han grabado. Eso o ver vídeos no aptos para menores, osea, no aptos para su edad mental.

-¡KIAAAANNN!- grito aunque sé de sobra que me oye sin necesidad de gritar.

-¡¿QUÉÉÉÉ?!- responde colocando algo encima de la mesa.

-¿Puedo mirar o seguís sin estar visibles?- pregunto en tono juguetón. Obviamente los estoy viendo pero fastidiar un rato a mi hermano mayor siempre será mi pasatiempo favorito.

-Sí Helena, ya estamos visibles. - responde y puedo ver cómo pone los ojos en blanco. Iba a decir algo cuando una voz proveniente del comienzo de las escaleras me sobresalta.

- Así que tu nombre  completo es Helena con "h" como la princesa de Troya. - miro hacia donde proviene la voz y me encuentro con Skate apoyado en la barandilla con ese aire de gilipollas que le envuelve cada vez que le veo.

Solo le has visto dos veces Lena

Esas dos veces son suficientes Sally.

Tú, mi peor pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora