Tú, mi peor pesadilla

Capítulo 31.

Importante, leer la nota del final, hay un aviso importante.

***

Me despierto al oír el sonido de platos y vasos chocar en la planta de abajo, me molesto de oír el ruido y de haber me despertado pero estoy demasiado a gusto entre las sábanas como para salir y bajar, hace mucho frío fuera, ya se está terminando el año y en unos meses la hermana de Cameron se casa y por ende en unos meses acompañare a Cam a la boda de su hermana, pero primero toca celebrar navidad y año nuevo. Cojo los cascos que deje anoche encima de la mesilla de noche y enciendo mi lista de reproducciones que utilizo para dormir, intento no pensar en nada, intento volver a dormir, me giro hacia la derecha, escucho una canción, me giro para la izquierda, escucho otra canción, me pongo boca arriba en la cama e intento concentrarme en la canción que suena, es la de Imagination de Shawn. "Oh, there she goes again" "I want to tell you how beautiful you are from where I'm standing" "this is typical of love" o tell yo"I need to tell you how I feel when I see us together forever" Ahora viene mi parte favortia: "And from there, who knows, maybe this will be the night that we kiss for the first time. Or is that just me and my imagination?" Habla de una relación, de una pareja, pero que realmente todo ese amor estaba en su cabeza, todos los besos, las sonrisas... todo. Y por más que lo intento no puedo evitar notar el parecido de la canción con mi vida personal, no solo por mi relación con Skate, sino con mi padre, con mi hermano, con Valeria... con todo el mundo parece que me equivoco sobre la relación que tengo con ellos, parece que cuando creo que somos amigos a la otra persona le gusto, cuando creo que mi hermano y yo volvemos a tener la misma relación que teníamos antes resulta que solo me cuida por miedo a que vuelva a caer en la oscuridad donde caí en España, mi madre y él no confían en mí, piensan que soy inestable. Cuando pienso en que por fin voy a poder quedarme con Valeria el imbécil de David va y lo estropea todo. Nada resulta ser lo que yo pienso que es.

Irritada apago la música y salgo de la cama, cojo laprimera chaqueta que encuentro en el perchero que sea de deporte y me la pongo, voy a bajar descalza, sé que a mi madre no la gusta que vaya descalza y mucho menos en invierno pero igual que ella me ha despertado a mí yo la molestaré a ella. Vuelvo a acercarme a la mesilla y cojo un coletero y me recojo el pelo en una coleta mal hecha. Al girarme para ir a la puerta me encuentro con mi reflejo en el espejo, llevo puesto un pantalón de pijama azul cielo con nubes, es de esos calentitos, creo que se llaman pantalones de franela. Enla parte de arriba llevo puesta una camiseta de tirantes blanca y, encima, la chaqueta deportiva negra que le quité a Kian antes de que se fuera de casa. No recuerdo haberme cambiado de ropa antes de quedarme dormida llorando. Miro al suelo y todas las fotos que había sacado de la caja y el peluche de Valeria están guardados en la caja y esta, a su vez, está a los pies del espejo, en una especie debalda que tiene. Pensando en si anoche me cambie de ropa o no caigo en la cuenta de que ni si quiera me quede dormida en la cama, recuerdo quedarme dormida en el suelo a los pies del armario. Niego con la cabeza intentando desechar esos pensamientos, cojo el móvil de encima de la cama y salgo del cuarto. Según bajo las escaleras el olor a huevos y a café inunda mis sentidos, por muy molesta que esté porque me hayan despertado un desayuno así no se lo voy a negar a nadie. Al entrar en la cocina me llevo la sorpresa de que no es mi madre quien está cocinando. Me siento en uno de los taburetes de la isla de la cocina y empiezo a beber el zumo de naranja que tengo delante. No digo nada, pero sé perfectamente que ambos saben que estoy aquí. Cuando los huevos están hechos me sirven en el plato un poco y ambos chicos se sientan. Su mirada es de dolor y enfado a la vez, y sé que es eso porque la he visto más veces de las que me gustaría viniendo de él. La pregunta importante ahora es... ¿Qué he he hecho ahora?

- No podemos seguir así y lo sabes. - dice mi hermano sin mirarme.

- Vaya, en eso estoy de acuerdo contigo. - digo revolviendo los huevos con el tenedor.