Capítulo 15.

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- ¡No la tocarás nunca más! – oigo que vuelve a gritar mi hermano.

- ¡Eso no lo decides tú, Kian! – le vuelve a responder Skate.

- ¡Ella todavía es menor de edad así que sí, sí que puedo hacerlo!

- ¡Kian para! – y esa era Sam.

- ¡He dicho que no, y es que no! – y ahí oigo unos golpes en mi puerta.

- ¡Kian ya vale! – vuelve a ser Sami. - ¡Os vais a acabar haciendo daño imbéciles!

- ¡Ya vale! – esa voz ha sido JC.- Os estáis comportando como críos.- después de eso tocan suavemente la puerta de mi cuarto.- Lena ¿estás bien? – pregunta JC desde el otro lado de la puerta.

Por si no lo habéis notado estoy encerrada en mi cuarto. Os cuento, después de que Nate le dijo eso a Kian, este cambió su expresión de enfado por una enorme sonrisa (falsa) y se acercó a nosotros con los brazos abiertos (trampa). Como tonta que soy, pensaba que me iba a abrazar y a decir que no pasaba nada y que me apoyaba pero en vez de eso me colgó sobre sus hombros como si fuera un saco de patatas y me subió rápidamente hasta mi habitación y me encerró allí. Desde entonces solo oigo golpes en las puertas, algunos intentos fallidos de alguien que intenta sacarme de aquí y voces, muchas voces. Valeria se ha despertado y no para de llorar desde hace rato. La entiendo perfectamente, están dando voces como locos y golpeando cosas, si no supiera de lo que va la cosa pensaría que se están pegando entre ellos.

- ¿Lena? ¿Sigues ahí? – JC sigue hablando y tocando la puerta pero Valeria llora más e intento calmarla cantándola al oído lejos de la puerta y tapándola con mi cuerpo, pero ni eso la tranquiliza y es que cada vez la discusión de afuera se escucha más fuerte. - ¿Lena? Me estas asustando ¿qué la pasa a la niña? ¿Lena?- Valeria da un último grito y en la puerta se oye cómo quitan el cerrojo de la puerta, después esta se abre dejando ver a Kian muy preocupado y buscándome nervioso.

- Estoy aquí imbécil. – le digo bruscamente. Estoy muy enfadada. No porque se oponga, que también, sino por haberme encerrado.

- ¿Qué la pasa a...?

- Os está oyendo de gritar y se ha asustado.- le corto. Me levanto de la esquina donde estaba sentada y me dirijo a la puerta pero antes de salir Kian me agarra de la cintura fuertemente.

- No es tuya, Kian. Acéptalo, cuanto antes lo hagas antes lo superarás.- le dice Skate acercándose a nosotros. Valeria se ha calmado pero aun así sigue un poco nerviosa y con lágrimas en los ojos.

- No voy a dejar que la hagas daño Skate.- le dice mi hermano a la vez que se coloca delante de mí. En parte, esta situación me hace gracia. Mi hermano intenta celar a mi novio y viceversa. Son unos críos.

- Eso no está dentro de mis planes.- ambos se miran. Después de unos segundos Kian me mira, asiente y se aparta de enfrente mía.- Gracias, de verdad Kian. Lo prometo.

- Más te vale Maloley. De todas formas sigo pensando que no es una buena idea. Eres mucho más mayor que ella.- dice señalando con los dedos por qué no le convence. Yo solo niego y le abrazo, el me corresponde pero no tiene intención de callarse.

- ¿Y qué pasa entonces con Gilinsky y Madison? Ellos se llevan más que nosotros y nadie les pone pegas.- se queja Skate subiendo los brazos indignado. Valeria ríe y él le hace una mueca divertida, ella vuelve a reír y yo hago lo mismo.

- Porque ni Madison es mi hermana ni tú eres Jack, así de simple. Dice Kian estrechándome entre sus brazos. Sé de sobra que lo hace para celar a Skate.

Tú, mi peor pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora