Capítulo 22.

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Holaa de nuevooo gente sexyyy!! Cuanto tiempo sin leernos, siento haber estado un mes sin subir cap pero he tenido algunos problemas y no tenía mi portatil, pero lo bueno es que he estado editando!! jajaja bueno espero que os guste el nuevo cap y... Nos leemos pronto gente sexyy!!

pd: No me mateis por el final, jajajaj

***

*Pov Sam*

- Hola Sam. – es todo lo que consigo entender de todo lo que están diciendo.

Me he quedado petrificada, sabía que había muchas posibilidades de encontrármele pero no me esperaba que vinieran a buscar a Lena a la puerta del hotel justo el mismo día que deciden que lo mejor es quitarla a la niña y darla en adopción. Cuando Alejandro empieza a acercarse a mí es cuando salgo de mi trance y doy unos pasos hacia atrás para evitar estar cerca de él, mi acto le hace gracia y se ríe entre dientes. Echo un vistazo a mi alrededor y veo que a unos metros, alejados de nosotros, están David y Lena hablando, bueno, más bien discutiendo. David intenta tocarla y ella se aleja de él a la vez que se cruza de brazos. De vez en cuando se escucha alguna frase de Lena, está enfadada y dolida por lo que el hablar en estos momentos con ella es delicado y este gilipollas la cabrea más y acaba gritando de vez en cuando. No creo que tarden mucho los chicos en venir y como Kian vea aquí a David le partirá la cara y luego Skate le rematará, ese chico no me cae bien pero tengo que reconocer que cuando se trata de espantar a chicos de Lena es uno de los mejores. Vuelvo mi vista a Alejandro y le descubro mirándome fijamente de arriba abajo.

- Deja de mirarme. – le digo cortante.

- ¿Por qué? ¿Te sigo poniendo nerviosa? – ruedo los ojos y me cruzo de brazos.

- Lo que me produces ahora mismo es asco. Así que aléjate de mí. – desvío mi mirada a Lena y la veo llorar y a David intentar abrazarla pero ella le aparta y hace el amago de irse pero él no la deja. Intento ir hacia allí pero Alejandro es más rápido.

- Sam, creo que tenemos que hablar.- dice poniéndose en frente de mí.

- Lena está llorando y todo por culpa del gilipollas de tu amigo así que apártate y déjame ir a por ella. – digo lanzándole una mirada asesina.

- Tú siempre la salvas ¿no te cansas de hacerlo? – habla por primera vez Izan.

- ¿Y tú no te cansas siempre de ser el perrito faldero de gente como esta? – digo señalando con la cabeza a Alejandro. Izan siempre iba detrás de él y lo que hacía el rubio lo hacía el castaño de ojos verdes.

- No has cambiado nada.- vuelve a hablar Alejandro.

- Y tú tampoco.

- Entonces debería de seguir gustándote. ¿No te enamoraste de mí por ser como soy? ¿Cómo era? ¡Ah, sí! Por ser yo mismo cuando estábamos juntos y no por ser como era cuando estaba con estos. Pues bien, vamos a quedarnos los dos solos y ya verás como soy yo mismo.- dice cogiéndome del brazo, intento soltarme pero su agarre es demasiado fuerte y empieza a dolerme.- Eso sí, no vale gritar. – y entonces empieza a tirar de mí hacia algún sitio. Intento soltarme pero es inútil.

- ¡Suéltame! – digo gritando y forcejeando con él.

- Cállate o será peor.- dice pegado a mi cara.

Miro a Lena pero veo que ella ya tiene su propio problema: David también la está arrastrando pero hacia el lado contrario hacia donde me llevan a mí. David la lleva sobre sus hombros y ella intenta patalear pero él la inmoviliza con uno de sus brazos, pero ella no se rinde y le golpea con los puños en la espalda, algo inútil ya que no consigue nada. No para de llorar y sé que está recordando el día en que todo pasó, y esta vez, igual que la anterior, yo no puedo salvarla. Cuando parece darse cuenta de que no sirve nada de lo que hace parece que se la enciende una bombillita y empieza a gritar como una loca. La imito con la esperanza de que nos oigan antes de que sea demasiado tarde.

Tú, mi peor pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora