Parte 8

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-Lo sentimos, pero todavía no podemos empezar, el editor en jefe no ha llegado-

-No se preocupen, espero-

Después de unos minutos la puerta se abrió.

-Oh, Takano-san-

-Lo siento, hubiera llegado antes, pero tuve un pequeño imprevisto- Dijo antes de sentarse.

¿Eh?... ¿Este tipo es?...

-Oda-kun, ahora podemos empezar-

-S.Si señor- Y yo que me había dicho a mi mismo no dejar que me sacaran de mis casillas.

...

No se cuantas minutos llevo aquí, parece un siglo, ya quiero que termine, ese tipo se la ha pasado mirándome, me siento incómodo.

-Eso es todo, en una semana le daremos una respuesta-

-... Si, gracias por su tiempo- Dije antes de levantarme de mi asiento, inclinarme y salir de la oficina.

Eso fue demasiado largo, hace tiempo no me sentía así de exhausto.

-Oda-

 -¿Eh?- Dirigí mi mirada al lugar donde me llamaban.

-Espero que nuestro tiempo trabajando juntos sea mejor de lo que pasó hace un rato-

Rayos este molesto tipo de nuevo, ¿Por que tiene que ser tan sarcástico? -...-

-¿Que, no le responderás a tu futuro superior?-

-Con todo respeto- O con el poco que se merece. -Todavía no sé si trabajaré aquí, así que por favor ahorre sus comentarios-. Forcé una sonrisa antes de dirigirme a la puerta para por fin salir de la editorial, pero tuve que devolverme lo más rápido que pude y como no encontré un buen escondite me refugié en la espalda del tipo con el que acababa de hablar.

-¿Eh?, ¿Que te pa?...-

-Silencio, has como si no estuviera aquí- Susurré lo mas bajo que pude.

-Que extraño eres, quítate... Oh, ¿Ese no es?- Al sentir que se alejaba halé su camisa haciendo que retrocediera.

--Oye--

-Oh rayos, no- Mierda, ¿Por que? Todo estaba tan bien así...

- ¿Es mi impresión o estas temblando?- Susurró el azabache.

-- ¿Takano? No sabía que te habías ido a trabajar tan lejos de Tokyo--

-Si, hace un año me trasladaron a ésta sucursal, hace tiempo que no te veía-

--...Si...--

-¿Cómo ha estado ese matrimonio y tu esposo?- ¿Es enserio?


Pov Akihiko

Hasta hace unos meses pude salir adelante, cambié mi apellido, conseguí un departamento, un trabajo de medio tiempo, además empecé a escribir novelas para una revista y aunque no pagan mucho, me es suficiente para cubrir mis gastos.

*Suena el teléfono*

-¿Hola?-

-Hola, ¿Es usted Usagi Akihiko?-

-Si, ¿Por?-

-Somos de la Editorial Marukawa Shoten, hemos leído algunas de sus historias y nos gustaría saber si está interesado en trabajar con nosotros-.

Wa ¿Es enserio? -Si, me gustaría-

- ¿Podría venir mañana en la tarde a nuestras oficinas para hablar del contrato?-

-Si, y gracias por su oferta-

-Gracias a usted por aceptar, hasta luego-

-Hasta luego-

Nunca creí que mis historias fueran tan buenas como para que a una compañía le interesaran.

*Tocan la puerta*

Oh, debe de ser mi madre, hace rato que no la veo, debería decirle lo que acaba de ocurrir.

Abrí la puerta y estaba a punto de saludar con una gran sonrisa, pero esta se desmoronó al ver a la persona que mas odio en este mundo.

- ¿Que haces aquí?-

-Quería visitar al amor de mi vida ¿Acaso no puedo?-

-No-

-Que malo- Entró descaradamente y se sentó en el sofá.

-¿Como conseguiste mi dirección?-

- Eso no interesa... En realidad vine porque acabo de enterarme de lo que le pasó a Ricchan-

-...-

-Lo lamento mucho... Bueno, ni tanto... Puedo estar contigo ahora que eres viudo, y uno muy sexi de por cierto- Sonrió de medio lado mientras guiñaba un ojo.

-Eres un maldito-

-Oh, cariño, ¿A poco no te da gusto?-

-Para nada... ¿Sabes que? Fuera- Tomé su brazo y lo saqué del apartamento.

-No creas que me rendiré y mucho menos sabiendo que no estas con nadie-. Escuché del otro lado de la puerta.

Si claro como si fuera a estar con alguien como el.

...

-Bueno y con eso terminamos, esperamos que actualice sus historias cada dos meses-

-Si señor-

Bueno, eso es todo... Pensé mientras me dirigía a la puerta.

-¿Eh?, ¿Que te pa?...- ¿Ese no es el hijo de Kotoko-san?

-Oye...¿Takano? No sabía que te habías ido a trabajar tan lejos de Tokyo-

-Si, hace un año me trasladaron a ésta sucursal, hace tiempo que no te veía--

-...Si...- Si, es el.

-¿Cómo ha estado ese matrimonio y tu esposo?-

-...- Wow, sal en la herida.

--Oye vámonos-- 

-Lo siento estabas en una conversación, lamento interrumpir-

-Descuida no es alguien que conozca-

--¿Podemos irnos?...Por favor-- Susurró el chico que desesperadamente agarraba la camisa del azabache, tuve curiosidad de ver su rostro pero me fue imposible.

-Lo siento Akihiko debo irme-

-Claro...-

Bueno, eso fue extraño.




















No Volveré A CaerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora