Parte 20

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-¿Que no le diga a nadie?, Por Dios Akihiko-kun, ¿Que rayos estas pensando al querer ocultar algo como eso?- Dijo casi gritando las castaña.

-Por favor, guarda el secreto, te lo dije porque quiero que me ayudes a convencer a la señora Onodera de que yo no debería hacerme cargo de la empresa-

-Pero...-

-Ann, por el respeto y el cariño que le tengo a la madre de Ritsu no quiero que le llegue a afectar el enterarse que su hijo no murió-

-¿Y crees que le hará mas daño que haber escuchado que su hijo se suicidó?-

-...- Tiene razón pero aun así...

...

Gracias al cielo que pude convencerla, ahora tengo a quien pedirle ayuda para encontrar a Ritsu, con ella será mas fácil de localizar, y cuando lo encontremos no dejare que se me vuelva a escapar...

Solo espero que ella pueda persuadir a la señora Onodera para que se le quite la idea de dejarme la empresa.

Al llegar a mi casa como un acto de sincronización mi teléfono sonó.

-¿Que quieres ahora?- Dije con evidente fastidio.

-Akihiko...Debido a que me cuestioné mucho el si era correcto he esperado mucho tiempo para decirte esto...-


Pov Onodera

Hace dos años me mudé a Sapporo con la esperanza de que Akihiko no pudiera encontrarme, conseguí otro trabajo como editor en Stock y me sentía a gusto en compañía de Misaki y de Yuki que ahora esta en el jardín de niños. Pero ese sentimiento de comodidad se amargó gracias a que dos semanas después de haberme instalado en mi nueva vida, cierto azabache llegó a joderme todo.

Takano-san se la pasa yendo a mi casa, se queda cuanto quiere, juega con Yuki, hasta se ganó la confianza de Misaki.

Si, se que me ayuda de vez en cuando, pero no me agrada mucho el que mi pequeña se esté encariñando con el.

En estos momentos estoy yendo a por Yuki a la guardería, me alegra poder ver a mi hija después de una larga jornada de trabajo, su sonrisa me aliviana el cansancio.

Cuando llegué, la pequeña castaña se encontraba jugando con un pequeño ojivioleta, al verme agrandó su sonrisa y fue corriendo hacia mi.

-Papi- Se abalanzó sobre mi y me dio un abrazo.

-Hola princesa, ¿Como te fue?-

-Bien- Sonreí.

-¿Quien es tu amigo?- Me agaché a la altura de ambos.

-Aoi- Pronunció casi inaudible el pequeño pelinegro.

-Mucho gusto, soy el padre de Yuki, por favor cuida de mi pequeña- Extendí mi mano y esperé el pequeño apretón.

--Vaya, nunca dejas de sorprenderme Ritcchan--

-¿Eh?- Me volteé para ver al dueño de esa voz y la sonrisa que tenia se esfumó.

--Enserio me creí el cuento de que estabas muerto--

-...¿Que haces aquí?-

-¿No es obvio? Vengo por mi hijo- Anunció tomando la mano del niño frente a mi.

-...No creí que fueras a casarte, pensé que preferías estar soltero y ser libre de acostarte con todos los que quisieras- Bufé sarcásticamente mientras alzaba a Yuki.

-Pues no, no me he casado, aún... ¿Y que hay de ti, fingiste tu muerte para escaparte con otra persona? Veo que no perdiste el tiempo-

-No me compares contigo Kisa, no soy igual de despreciable a ti-

-Ja, como digas...Oye, tu hija se parece mucho a ti-

-A diferencia del tuyo, creo que el haberte acostado con diferentes personas influyó en eso-

-Puede que no se parezca a mi- Sonrió. -Pero tiene los ojos de su padre- ¿Padre, acaso el también tuvo a su hijo?.

-Me pregunto que te sorprende, ¿El que yo haya quedado embarazado o que Akihiko sea el padre?- ¿Q.que?...

-...- Me quedé sin palabras.

-Oh vaya, no creí que te afectara, no fue mi intención- Habló sin una pizca de remordimiento.

--Papi, este señor no me gusta...Vamos a casa-- Susurró la ojiesmeralda cerca de mi oído logrando sacarme de mis pensamientos.

-Si- Empecé a alejarme del lugar.

-Ritcchan, por favor mantengámonos en contacto, me encanta hablar contigo- Alcancé a escuchar Kisa mientras me alejaba, pero una vez mas no dije nada.

-Papi, ¿Estás bien?-

-...Si, no te preocupes... ¿Quieres ir por un helado?-

-Si- Aceptó alegremente mi oferta. -¿Podemos invitar a Takano-chan?- Preguntó la castaña con una expresión de súplica.

-Creo que está ocupado...-

-Por favor-

-...Está bien, lo llamaré y le preguntaré- No soy capaz de decirle no cuando hace esa cara.

Tomé mi teléfono y marqué el numero del ojimiel.

-¿A que se debe tu llamada? Es muy extraño que seas tu el que me contacte- Dijo con un tono de burla que me hizo enojar un poco.

-Si Yuki no me lo hubiera pedido, créame que no lo haría jamás- Hablé con molestia.

-Bien, ¿Que se te ofrece?-

-¿Esta ocupado?-

-Depende- Rió un poco.

-¿Puede venir a la cafetería que esta a dos cuadras de mi casa? Yuki quiere que tomemos algo juntos-

-Si lo dices de esa forma y es ella la que lo pide no voy a negarme, estaré ahí en cinco minutos-






Holasss, ¿Cómo están? Gracias por leer, espero que les haya gustado, nos leemos después.

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No Volveré A CaerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora