Lady Killer III- La Muerte de la Asesina.

Amenomikumari II

Estoy ardiendo.
Mi rostro, mis brazos, mi torso... todo arde. Los tatuajes se expandian a medida que incrementaba mi poder. Necesitaba congelarlo, necesitaba que el Monte Fuji volviera a dormir.
El helicóptero volaba cerca, observandome, Miles me había colocado un antifaz de hojas en el rostro, tratando de esconder mi identidad.
"Hermana" Escuché una voz en mi cabeza. Detuve lo que estaba haciendo y observé al rededor.
— ¿Mark?— Pensé.
"La gente está dejando de escapar, creen que eres una Diosa y has venido a salvarlos" Sus palabras sonaban tristes, desanimado.
— No alcanzarán a salir a tiempo—
"No, no lo harán"
Entonces tuve una idea y encaré el helicóptero.
Sus cámaras no dejaban de apuntarme, y se mantuvieron firmes, bien, no quería detenerlos a la fuerza para que dieran mi mensaje.
— Gente de Tokio, y de todas las costas cercanas que estén escuchando esto, deben evacuar por completo sus hogares— Dije muy seria— Sus ciudades se perderán en el olvido y sus poblaciones con ellos si ustedes se rehúsan a salir de ahí, no he venido a salvar a nadie, una vez que logre apagar el Monte, me perderé en el Mar, acompañando a la furia del tsunami, éste es un evento sin precedente, y deben encontrar la manera de sobrevivir a ello por su cuenta, si quieren sobrevivir a éste, no se queden en sus casas, el tsunami se tragará todo lo que encuentre—
Di la media vuelta para continuar con mi tarea, pero el helicóptero seguía ahí, así que le mandé un mensaje a toda la tripulación.
"Váyanse, el volcán volverá loco su sistema y si siguen cerca no sobrevivirán tampoco"
Segundos después, el helicóptero desapareció de mi vista.

El agua seguía intentando congelar el Monte, pero parecía inútil, el agua solo se evaporaba al entrar al cráter.
— Puedo intentar sellarlo— La voz de Miles me sobresaltó. Se había colocado un antifaz también, y estaba parado sobre la burbuja de madera que yo mantenía flotando.
— Tendrías que estar encima de él, y en este punto es peligroso, eres poderoso, Miles, pero esto supera a cualquiera—
—No si somos dos usuarios Tierra, podríamos hacerlo juntos— Esa fue la voz de Thiara, quien emergía de la otra burbuja, mientras mantenía en brazos a mi bebé protegida con mi traje.
— ¿Y que pasa con el agua de los alrededores? Aún seguiría fluyendo a altas temperaturas—
—No si cerramos la estructura desde aquí, podemos hacerlo, sólo ten fe— Dijo Miles.
Y mirándolos así, fuertes y confiados, supe que podían hacerlo.
—Yo los protegeré desde arriba, si algo sale mal, los sacaré de ahí—
A continuación, Thiara depositó en mis brazos a mi pequeña durmiente, y descendieron al volcán.

Damon's PoV

No podía sentir nada, estaba entumecido.
Ya nos habíamos puesto en marcha, habíamos escuchado el discurso de Audrey y la histeria que había conducido al helicóptero a huir, después de eso habíamos partido de nuevo. Todos estaban en silencio, como de luto, nadie quería hablar de ello pero era muy obvio.
Aina sollozaba mientras volaba por lo bajo, Mark lloraba en silencio, Jaziel se veía demacrado, Bastian y Corban tenían los ojos rojos pero se mantenían fuertes... y Evander, estaba roto. Lloraba no tan bajo, mientras maldecía a todo el mundo, llevaba las armas cargando amenazando a loa Dioses con abrir fuego a sus hijos, solo por despecho. ¿Y yo? Yo había perdido la habilidad de sentir, estaba en un estado de luto silencioso, quería morir pero deseaba matar al mismo tiempo.
La gente gritaba cuando se percataban de nuestra presencia, pero ya nada importaba. El mundo entero podía irse a la mierda y no me percataría.
— Llegaremos a ella en un par de horas— Dijo George, solo por romper el silencio.
Sabíamos que Mark se había comunicado con ella, pero no había tenido corazón para preguntarle. Y estaba bien, ella debía estar sufriendo mucho más que cualquiera de nosotros, pero sola. Y eso me mataba también, ella había tenido que pasar por tanto en soledad... porque yo no había tenido las agallas suficientes para protegerla cuando se la llevaron. Yo no la merecía, tal vez nunca la merecí, pero me aferré a ella porque la amaba más que a cualquier otra persona en el mundo.
— Algo se acerca—
No había terminado Corban de decir eso, cuando empezaron a llover balas desde el cielo.
— Sepárense— Gritó Mark.
Y así lo hicimos, nos separamos de manera en que pudiéramos esquivar las balas. Yo descendí hasta un edificio y dejé escondida ahí a la chica.
—Que no te vean, volveré por ti— Le prometí mientras alzaba el vuelo de nuevo.
Localicé a nuestros atacantes, eran naves de combate, probablemente enviadas porque estábamos sobrevolando su espacio aéreo.
Había uno de ellos persiguiendo a Corban, quien esquivaba las balas lo mejor que podía sin soltar a la chica. Empecé a seguirlos, liberando a la bestia que me corroia desde dentro. Corban notó mi presencia, dio la vuelta y cuando la nave lo intentó, impacté contra ella, destruyendo la cápsula del piloto y tirándolo fuera de ella.
El segundo yet estaba tras de George cuando estalló de repente, y el tercero también, dejando un rastro de fuego y humo a su paso.
Mientras caían, Evander surgió de entre el fuego, con las manos golpeadas y un corte en el frente.
— Perdón por la tardanza, George— Dijo mientras se sacudía el cuerpo.
— No hay problema, hermano— Dijo este mientras se acercaba para curarle las heridas.
— Esto pesa demasiado— Dijo Bastian mientras cargaba el armamento de Evander también.
Descendimos a la azotea del edificio donde me esperaba la chica, quien ahora estaba... gritando, no entendíamos que decía pero gritaba. Hasta que estuvimos cerca escuchamos con claridad.
— ¡Hirieron a Aina!— Dijo señalando un punto en el suelo, donde solo se veía la silueta de unas alas, extendidas por el suelo.

Audrey's PoV

Lo lograron. Contra todo pronostico, Thiara y Miles lo habían logrado. Habían restaurado el volcán, y sellado por completo. Estaban pálidos  y sus energías estaban casi agotadas por completo, su elemento no podía reabastecerlos de energía puesto que todo estaba lleno de azufre. Hope estaba resguardada en un campo de energía que no permitía pasar lo dañino del aire, pero teníamos que salir de ahí pronto.
Volvieron a encerrarse en las cápsulas de madera, junto a Hope, y bajamos del ponte Fuji. Mientras volaba hacia la playa, empecé a sondear el lugar, en busca de gente perdida entre el bosque, pero milagrosamente todos estaban en la playa, probablemente rezando porque fuesen en su rescate.
"Hermano" Envié el mensaje.
Silencio.
"Hermano" Lo intenté de nuevo.
Podía sentir nuestro lazo mental pero... él no quería responder.
Había pasado algo, estaba segura, y él no quería que lo supiera.
Estaba a punto de llegar a la playa cuando unos yets interrumpieron la calma de la isla abriendo fuego a todos los civiles. Matando a cada alma dentro de la isla, ni siquiera pude gritar una advertencia cuando un tercer yet se acercó y abrió fuego hacia mi posición, cubriéndolo todo de rojo.