Survivor Series: La Serie de los Sobrevivientes©

3. La sangre azúl de los guerreros

Acacia

El 4 de Julio había llegado, antes este día era considerado uno de los días festivos más alegres de Estados Unidos, ahora en ves de celebrar una independencia celebrabamos una dictadura, la dictadura McMahon.

Para Vince no hubo mejor día que este para celebrar a lo que el llamaba "El Draft: La lotería del pueblo" hoy la vida de 10 personas de cada estado estaría arriesgándose.

— ¿Acacia, estas lista? — mi hermano desvío mis pensamientos al verlo con su traje más elegante mientras estaba apoyándose en sus muletas. Vince había mandado a todos la población trajes de gala para celebrar el gran día, que hiciera eso con las provisiones fuera mejor.

— Estoy lista — suspire trataba de calmarme recordando las palabras de mi madre no podía salir electa, no debía serlo. Me levanté quitando mi vista del espejo que teníamos en casa, Fergal lucía un elegante traje color azul oscuro mientras yo vestía un vestido de hermoso color azul pastel.

— Hoy es el gran día — musitó — el día en que nuestras vidas podrían cambiar.

— O empeorar — susurré para mi misma esperando que el no escuchara mientras me sentaba en el borde la cama.

Él se sentó a mi lado dejando sus muletas en la cama y acaricio mi mano.

— Elaine — llamo mi atención yo sólo me dedique a ver sus ojos verdes. — Hoy es el aniversario de la muerte de papá.

Trague saliva al recordar que con mis propios ojos había presenciado la ejecución de mi padre, los nexus hace ya diez años habían disparado a mi padre siete veces qué yo recuerdo como si las estuviera presenciado ahora mismo. Recordé como mi padre en su agonía pudo emitir doce palabras que quedarían grabadas en mi memoria estoy dispuesto a hacer sacrificios, aun si tengo que perder la vida.

— No me lo recuerdes, Devitt. — susurré mientras mi voz se quebraba.

— Siempre le llevamos algo en su aniversario ¿deseas ir? — asenti inmediatamente mientras lo ayudaba a levantarse y le ubicaba sus muletas, salimos de nuestra casa y caminamos por todo el vecindario, él y yo reíamos mientras nos veíamos porqué nuestros hogares hacían un gracioso y absurdo contraste con nuestra vestimenta.

— ¿Qué le obsequiaremos este año? — pregunté ya que ninguno de los dos tenia en su posesión algún presente para él.

— Algo — se encogió de hombros mientras entrábamos en el cementerio que como de costumbre estaba sin ninguna persona en el.

Nos acercamos a la cruz en honor a nuestro padre, mamá salía estos días pero nunca venía a verlo.

Fergal trago saliva y miro al cielo pude ver como sus ojos se cristalizaban así que decidí tocar su hombro para darle consuelo aunque obviamente que nuestro padre ya no este entre nosotros nadie lo podía consolar.

— Hola Theo Deligiannis — musitó cabizbajo  — Hola, papá — suspiro pesadamente.

— Ya diez años que no estás, muchas cosas han pasado papá supongo que ya las conoces, donde quiera que estés — mi voz se quebró. — Quiero que sepas que te amo demasiado. — comencé a sollozar mientras Fergal me miraba con tristeza.