Capítulo diez.

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Como Zoe vivía a dos bloques de la oficina de correos y su madre trabajaba los lunes por la noche, Justin escogió su casa para celebrar lo que Nora llamaba "Fiesta del Culo Pateado de Harper".

El olor a basura se escapó de la puerta antes de que se abriera. Un par de moscas volaron sobre algo que sobraba en un bol que se encontraba en el reposabrazos de un sofá.

Justin no podía soportar el desastre. Se hundió en el sofá y empezó a buscar entre los canales mientras Richie y Nora cogían una bolsa de chips de maíz rancias.

-¿No pensáis que el Sr. Reid conectará la oficina del gimnasio con Dave Harper siendo golpeado, verdad? -pregunté.

-¿Cómo? -Justin me contestó-. ¿Quién va a decírselo?

-Si Mark y Dave hablan, pueden llegar a pensar que alguien planeó la carta.

-No hablarán -me dijo Justin, como si hubiera recibido la respuesta de su bola de cristal personal-. Los compañeros de equipo se apoyan los unos a los otros. Superglue de deportistas. Dave no culpará a un hombre de la línea de defensa, y Mark no admitirá que pegó al quarterback estrella.

Sonaba razonable. Nora, Richie y Zoe asintieron.

En la habitación de su madre, Zoe se tumbó sobre su estómago y rebuscó bajo la cama, sacando una caja de Costco llena de botellas de licor.

Nora alcanzó el whiskey y lo elevó hacia el aire.

-Me gustaría hacer un brindis. Por ser salvajes, locos y libres.

Zoe se la quitó de las manos de Nora.

-Ese costó seis dólares y es de una droguería. Toma, prueba este. -Le dio a Nora una fina y cuadrada botella-. Es la única que tocaría.

Nora le dio un trago. Me recordó a una línea punteada, alargándose y cortándose todo el rato.

-Mi parte favorita ha sido ver a Harper arrodillado, rogando a Lawrence que no le pegara como si fuera pulpa -dijo ella, limpiándose la boca con la mano.

Sentí los ojos de Zoe en mí. Yo ya sabía que estaba siendo muy silenciosa, pero las imágenes de Harper encogido del miedo seguían reproduciéndose en mi cabeza. Zoe pasó por detrás de Nora y me ofreció la botella. ¿Esto era una prueba? La levanté hacia mis labios y tragué. Mis ojos se llenaron de lágrimas a la vez que el líquido quemaba mi garganta.

Zoe me dio unas palmaditas en la espalda.

-¿Quieres agua?

Justin colocó mi pie en su regazo. Todo mi poder mental se desplomó debido a que me estaba masajeando el dedo meñique del pie.

-Aquí mantienes tu tensión -me dijo.

-¡Me hace cosquillas! -Reí, poniendo mi pie debajo mío.

Él se puso más cerca.

-Mmh. Esto podría ser divertido.

-Conseguid una habitación -saltó Nora.

Miré a Justin para que me defendiera, pero él estaba perdido en sus pensamientos, delineando su labio superior.

...

Soy una pasajera en un helicóptero, y estamos volando por una selva. Justin, el piloto, me lanza una sonrisa por encima de su hombro.

De repente, el artificio se tambalea. Justin ajusta los controles, corrigiendo la trayectoria.

-Pobre Ariana. Tienes un problema con la confianza -dice mientras remontamos las copas de los árboles.

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