Capítulo 4.

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Capítulo 4.


La aparición de la nota de Alexandra causó un gran escándalo tanto en el Instituto cómo en el Consejo. Se dio la orden inmediata de que los que vivían en el edificio fueran a Toronto, con la ayuda de Gwendolyn.

Antes de meterse en el portal, Amber pudo observar la expresión de la bruja: era esa mirada que daba alguien cuando sentía que no volvería a ver a otra persona.

"Cuídate mucho, Amber ― le había dicho ―. Tu hermana se vuelve más poderosa con el paso de los días, y tengo miedo por ti, porque es capaz de matarte"

Y Gwen tenía razón.

Gideon le había contado un poco acerca de su ciudad natal. El clima aún no era muy frío en septiembre, pero por alguna extraña razón, el territorio del Instituto de Toronto era más frío que el resto de la ciudad.

Llegaron directamente a las tierras del lugar, y lo primero que se pudo ver, oler y sentir, fue la muerte misma. Los vidrios estaban rotos, los ladrillos por el piso, los muebles estaban ardiendo, y había cadáveres empapados de sangre sobre todo el pasto.

El corazón de Amber dio un vuelco, y apretó el palo de su hacha.

― Esto pasó hace aproximadamente unos veinte minutos― murmuró James, examinando el cadáver que parecía ser de una niña de 8 años ―, y estoy seguro de que no queda nadie vivo adentro. Llegamos tarde.

Garrett hizo una mueca de asco.

― ¿Y tú te crees investigador forense de CSI?

― Mi hermana debe seguir aquí, no por nada debe de haber venido aquí ― comentó Amber.

― ¡Váyanse de aquí! ― Una voz femenina que provenía de atrás de un pilar derrumbado. Era una chica de unos 18 años con ropa de ama de llaves ― Los matará a todos. ¡Ella y sus criaturas metálicas y horribles...!

La mirada de la chica se posó en Amber y comenzó a arrastrarse hacia ella.

― Eres un demonio, al igual que ella. Eres la perdición de nuestra raza, un peligro...

La desconocida se acercó a Amber de manera amenazante, con una manera puramente asesina. Pero Montclaire la tomó del cuello con una rapidez increíble, metió su mano al pecho de la chica y le sacó el corazón. El cuerpo sin vida de aquella ama de llaves se derrumbó a los pies de Amber, y ella no pudo evitar sonreír.

Miró hacia sus compañeros y sólo recibió miradas de miedo. La chica miró el corazón sangrante que tenía en la mano y de repente se sintió mareada. ¿Cómo había podido haber hecho eso? Una persona normal no podía hacer eso...

La aludida solamente dejó caer el corazón, incapaz de pensar en lo que acababa de hacer.

― ¿La maté? ¿Yo la maté? ― miró a la chica muerta y sus entrañas se retorcieron ― Dios mio, maté a alguien. La maté.

Amber se derrumbó, y Gideon se puso de cuclillas frente a ella, con esa actitud de hermano mayor que tenía.

― Hey, no pasó nada ― le dijo, tomándole las manos.

Amber le tocó el rostro, pero lo manchó con la sangre fresca de aquella ama de llaves.

― ¿Eres idiota, Gideon? ― soltó Garrett, mirándolo con desdén ― Esta loca acaba de sacarle al corazón a alguien como si no fuera nada difícil ― se acercó amenazadoramente a Amber ― ¿Qué eres?

― Yo no...

Pero sus palabras fueron interrumpidas cuándo una criatura metálica disparó a los pies de Amber. La chica se incorporó lentamente, mientras la criatura hablaba.

Sangre Metálica ➳ Shadowhunters #2 (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora