Capítulo 9.

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CAPÍTULO 9

FIESTA MUERTA

Las indicaciones que venían en la invitación conducían a una zona llena de almacenes y tiendas en Los Ángeles. Fue fácil reconocer el lugar de la fiesta pues había gente de todos tamaños, colores y especies afuera que conversaba y bebía alegremente. Marceline se sentía un tanto nerviosa, pues era la primera fiesta de vampiros del Clan a la que asistía, y se rumoreaba que eran más buenas que las de Francesco Vailati.

― No te separes de mí en ningún momento, hay demasiada gente ― dijo una voz ronca en su oreja; era Garrett, que miraba fijamente la entrada del club ―. No quiero pasar toda la noche buscándote.

― Entonces no vayas a buscarme si no quieres.

El chico frunció el ceño.

― Eso fue rudo.

― Digo ― Marceline intentó corregir lo que había dicho. Lo que menos quería era discutir ―,  no tienes que ir a buscarme porque intentaré no perderme.

― Entonces entremos.

Garrett la tomó por la muñeca y la guio hasta el centro del club. Mientras caminaban, Marceline no pudo evitar mirar cada detalle del lugar: las mujeres bailando sobre tarimas con sus trajes brillantes, gente bailando y bebiendo como nunca, las luces y la música a todo volumen que la hacían sentir tan viva. Llegaron a la barra de bebidas y notó que la atracción principal ahí era un chico de unos veinte años con dos guardaespaldas y muchas personas intentando hablar con él.

― ¿Quién es él? ― preguntó la chica.

El extraño fijó la mirada en ella y le hizo una seña para que se acercara. Miró a Garrett, buscando su aprobación, y él asintió.

Cuando llegaron hasta ahí, el chico los saludó con un apretón de manos y una sonrisa amplia.

― Nefilims, no los veo frecuentemente por aquí ― indicó. Tenía el cabello café oscuro, sus ojos eran verdes y tenía el rostro lleno de pecas. Cada vez que sonreía, un par de colmillos se asomaban ― ¿Quiénes son ustedes?

Marceline vio algo increíblemente familiar en aquel chico, como si alguna vez lo hubiera visto en un restaurante o simplemente cruzando la calle, pero casi juraba conocerlo de algún lado. Intentó relajar su mente: probablemente lo estaba confundiendo.

― Garrett Monteverde, un gusto ― se presentó.

― Marceline Fairchild, ¿y usted es...?

― Kenneth Greymark, el dueño de este lugar y jefe del clan de vampiros más grande de esta ciudad ― Kenneth se veía bastante orgulloso de sus títulos ― Owen, dame una cubeta llena de cervezas para los nuevos.

― Qué amable, ¿cuánto cuesta una de esas? ― Marceline estaba encantada por la amabilidad del vampiro. No eran tan malos, después de todo.

― Oh, no, Marcie. Es un regalo mío para ustedes, para que vengan la próxima vez ― el vampiro le entregó la cubeta a Garrett, y cuando el Nefilim le iba a dar las gracias, ya estaba conversando con alguien más.

 Es un regalo mío para ustedes, para que vengan la próxima vez ― el vampiro le entregó la cubeta a Garrett, y cuando el Nefilim le iba a dar las gracias, ya estaba conversando con alguien más

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Sangre Metálica ➳ Shadowhunters #2 (Sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora