Mi jefa quedó muy enojada con esas palabras que le dije, no creo que esté acostumbrada a recibir tantas palabras en ese corto lapso de tiempo, de todas maneras no me importa, ella se quiso meter en mi vida personal porque si el conflicto no pasó por lo legal, definitivamente no tiene que entrometerse. Respiro hondo, intentando a mi consultorio, trato de calmarme porque mis niños no tienen nada que ver con mis problemas y debo ser completamente amable con ellos, lo tienen bien merecido por ser buenos conmigo. A simple vista tengo que atender a dos, pero veo que hay otra mujer que abre la puerta y de ella sale uno de mis pequeños, me habían reemplazado y esa otra estaba usando mi lugar de trabajo, furiosa por ésto voy de vuelta con mi jefa para reprochar la situación y que me devuelvan lo que me pertenece, de otra manera tendrá que ver la peor parte de mí y va a tener con seguridad la certeza de que le quitaré hasta las ganas de vivir, nadie debe meterse con mis cosas o mis asuntos.
- Sarah, espero que me des una explicación razonable de qué está haciendo esa persona que atiende a MIS niños.
- Tendrás un reemplazo momentáneo en la parte de pediatría, tengo un paciente que necesita de tu completo esfuerzo y dedicación, su vida depende de tí y será una gran responsabilidad, entonces te quiero enfocada en tu principal trabajo momentáneo, los niños no se irán a ningún lado, pero él morirá si no lo das tu atención médica.
- Supongo que gracias por eso, ¿Cómo se llama el paciente?
- Su apellido es Zakis.
- Esto debe ser una broma, Sarah, debes retractarte.
- Vas a tener que atender a Zakis o te haré una demanda por abandono de persona, homicidio culposo o cualquier otro cargo que haga miserable tu vida por haber mandado a golpear a tu novio.
- No alcanza con que me maltrate que ahora que liberé de él, ¿Tengo que curar sus heridas? ¿Qué rayos pasa contigo? ¿Dónde quedó tu humanidad?
- Saliste impune de un conflicto que se comenta por todo el pueblo, Austin Zakis es una víctima de lo que tú le hiciste, no me importa lo que digas tendrás que cumplir tu trabajo porque para eso hiciste un juramento y cuánto más rápido vayas mejor porque tiene Cortés profundos y contusiones severas, le puedes decir a tu novio de turno que golpea muy fuerte, debería estar orgulloso.
- No puedo creer lo que estás diciendo, estás del lado de un violador, maltratador y acosador de mujeres, lo defiendes como si fuera tu propia familia o pareja, pero intentaba ser mi novio, no el tuyo, entonces mi vida personal déjame que yo la controle, tus resentimientos por lo que pasó en la golpiza sólo hacen que pierdas profesionalismo, ¿Qué pensarían tus superiores de lo que estás haciendo? Creo que no sería nada bueno y esto dejaría una gran mancha en tu legado, entonces hazme un favor y preocúpate por tus asuntos que yo tengo demasiado con los míos, al fin y al cabo parece que te gustan los maltratadores o tenías algo con mi novio, pero no te imagino con un síndrome de Estocolmo. Antes de irme, voy a pedirte que seas más profesional y que comiences a pensar sobre tus actos en ésta institución. ¿Dónde está ese maldito?
- Habitación 107, tercer piso en la parte terapia intensiva, suerte con él, ya le atamos las manos pero no le pudimos tapar la boca. -se ríe con perversión-
- Te has vuelto una verdadera basura Sarah, no te lo voy a perdonar, y recuerda que es hospital no es el único lugar en dónde nos veremos, no siempre estarás protegida y no consideres esto una amenaza, porque si te quisiera matar ya lo hubiera hecho, con permiso, me iré a hacer mi trabajo.
- Adiós y suerte.
Por un momento creí que había escapado de Austin, pero ahora tengo que ir a curarlo, tengo a mi jefa en contra mío y no tardó nada en encontrarme un reemplazo en el área que más amo, la pediatría, los niños me llenan en alma, si no los puedo atender estaré deprimida y no le encontraré el mismo sentido a mi trabajo, voy a recuperar mi puesto.
Debo concentrarme en hacer mi trabajo, intentaré verlo como a cualquier otro paciente, si no hago las cosas a la perfección terminaré en la calle por una maldita resentida que se hace llamar mi jefa. En el transcurso para llegar a la habitación me encuentro con Matthew, uno de los mejores médicos cardiólogos que tenemos aquí.
- Hola Ri, escuché a la jefa y no parecía muy contenta contigo.
- Ni me lo digas, creo que si hubiera tenido una pistola en su oficina, yo ya estaría muerta, no me quejo, se volvió mutuo.
- ¿Todo esto fue a raíz de lo que sucedió con el hijo de puta que se creía tu novio?
- Diría que si, se volvió muy hostil conmigo y ahora me obligó a curar las heridas que le causó Luke en el conflicto, es decir, ahora mi paciente es mi ex golpeador porque la jefa quiso que así sea, de lo contrario me expulsará.
- Es terrible, intentaré hacer que me dejen ayudarte, no quiero que quedes sola junto a él, puede terminar muy mal, vamos, te acompañaré ahora mismo.
- Gracias, es muy amable de tu parte Matt.
El camino era corto, por lo que llegamos enseguida a la habitación, pero algo en mí, todavía tenía miedo, nunca escuché en este hospital que le aten las manos a una persona, a pesar de haber tenido que atender asesinos, pero tampoco creo que Sarah haya llegado al punto de tenderme una trampa en la cual me deja encerrada en una habitación con un golpeador.
Entré sola, y me di cuenta que la cama estaba vacía, mi maldita jefa me había hecho una broma, pero cuando miro a mi derecha, parecía que alguien me estaba esperando, era Austin, no me importaban sus intenciones.
- ¡SAL DE AQUÍ! ¡AYUDA!
Tras este grito su actitud cambió, parecía que venía a hablar amablemente pero ahora quería pegarme, por suerte Matt entró en el momento justo y lo redujo, pero él tiene un poco más de odio que yo hacia este maldito, entonces tuvo una oportunidad de infligirle dolor bien merecido, a mí no me importaba lo que pasara después, use mi zapato de taco alto para abrir una de sus heridas, estaba disfrutando verlo sufrir y no era la única.
Terminando con nuestro "trabajo", le atamos sus manos y lo subimos a la camilla, lo dejaremos allí y que alguien se encargue de él, voy a denunciar esto y no tendré que volver a darle atención médica otra vez. Tengo que ir a ver a Sarah, no voy a pasar por alto esto, acaba de rebalsar el vaso y no va a tener una buena repercusión...
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Dime que me amas
RomanceLa suerte, casualidad, karma, destino, o el nombre que se le quiera dar, puede unir, separar y hacer que estas dos acciones se repitan tantas veces quieran y en el orden que sea, tal es el caso de esta joven con un encuentro un poco atípico en su vi...