¿Qué me haces?

10 1 0
                                    

Desconcertada, perpleja, sin nada que poder hacer, era una mezcla de sentimientos que no podía explicar. La alegría de ganar un nuevo y mejor puesto de trabajo pero la tristeza absoluta de perder a un ser querido, ¿Quién gana la pelea? Mis lágrimas hablan por si solas, tenemos un claro vencedor.

Mi vida fue un completo desastre, bueno o malo no importa, tiene sus lados, pero desde que Luke apareció todo cambió, gané mucho y tengo que admitirlo, aunque en este momento, siento que estoy perdiendo todavía más. Toda una historia de desencuentros nos tuvo en la cuerda floja con Sarah, pero ella nunca ha dejado de ser mi jefa, juntas pasamos muchas cosas, tenemos infinidad de anécdotas laborales o íntimas, da igual. Siempre luchó por su vida, su trabajo y la integridad de esta institución, más que mi superior, era como una madre y ahora se me está yendo de mis manos.

Mientras esperaba las malas noticias veo salir de esa habitación a Louis, cabizbajo en dirección hacia mi, ya no hacía falta decir más nada, Sarah ya no estaba entre nosotros. Ambos caídos en llanto nos abrazamos y queríamos que fuera una pesadilla. Entonces él me dijo...

- Sucedió hace unos veinte minutos, pero la habitación fue un caos en esos segundos, esperamos a calmarnos y entender que ya no podíamos hacer nada, y entonces salimos. El resto salieron por la otra puerta, están en el cuarto del personal acomodando los turnos de trabajo para poder asistir todos al sepelio, Riley, tú tienes derecho a tomar unos días de descanso, los que necesites, cuando sientas que estés en condiciones de venir, aquí te esperamos. Ahora si quieres vamos con todos los chicos, te hará mejor verlos.

No pude contestarle, tenía un inmenso nudo en la garganta, todo sucedía rápido, él fue atento, me explicó bien las cosas y yo solo pude hacer un gesto con mi cabeza. Ahora, respiro hondo, voy camino a ayudar al resto, luego iré a mi casa para ducharme y le pediré a Luke que me lleve a la ceremonia.

Mi cuerpo se mueve por inercia, estoy exhausta, nunca me había sentido de esta manera, es como si dentro de mí no hubiera nada, un vacío total. No me voy a cansar de decirlo, con esa mujer se fue una parte de lo que soy yo.

Luke se estacionó en la puerta y me recogió, ni siquiera saludé, solo bajé la cabeza y dije que quería llegar a casa, entonces, sin cuestionar ni decir nada al respecto, él solo me llevó.

Mientras llego, no tardo mucho en quitarme la ropa y entrar a la ducha, nada me relaja más que eso. Luego de un rato cierro la salida del agua y lo convierto en un baño de inmersión, puedo pasar horas ahí dentro y no tendría ningún problema, me encanta.

También debo admitir que estoy muy encariñado con Baxi, es una ternurita ese animal, obediente y con modales bien incorporados. Salí al patio para jugar con él, todo es válido cuando uno necesita despejar la mente, solo se necesita un poco de creatividad en la actividad que se va a hacer. Repito, toda actividad es válida...

No me esperaba menos de él. Luke salió sin decirme una ínfima palabra, aunque sea para avisar. Volvió después de diez minutos, aquí es típico dar una vuelta al pueblo en cinco minutos y seguramente sobre tiempo, entonces llega con una caja de bombones de chocolate de leche, con un poco de jalea de frambuesa dentro de éste. Está demás decir que mis gustos son demasiado peculiares pero parece que alguien encontró dónde cumplir con mis caprichos, en un momento necesario.

Hay una ética humana que indica lo siguiente, si alguien te compra tu postre favorito y luego de unos minutos te invita a dormir un rato, se debe aceptar ese "compromiso", sin mencionar el detalle de que esa persona sea el hombre que una imagina como el padre de sus hijos, pero en fin, la lógica me incitaba a descansar junto a él unas horas. La almohada y yo nos debemos una cita...

¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? Alguien explique que está pasando. ¿Hay alguien ahí? Esto está muy mal, estoy atada y privada de mi libertad. No puedo moverme y me doy cuenta que tampoco gritar porque tengo una especie de tela en mi boca. No veo personas aquí y por si faltara algo, está totalmente oscuro. ¿Estoy secuestrada? Me lo estoy preguntando de manera muy idiota porque técnicamente, todo indica que sí. ¿Quién querría hacerlo? En el hospital mi relación con todos es buena y no he tenido ningún tipo de problema, no entiendo porqué estoy aquí. Entonces alguien saca esa cosa que tenía en la boca y siempre desde las sombras me dice:

- Se te ve bien así atada.
- ¿Quién eres y qué quieres de mí? 
- Ve más despacio, aquí el de las preguntas soy yo.
- No puedes esperar que una persona en esta posición no te haga preguntas.
- Tienes razón, pero puedo elegir como reaccionar ante eso, así que vamos a hacer las cosas bien desde un principio, en tu posición no tienes derecho a hacer reclamos, solo contesta y veremos como sigue esto.
- Primero quisiera saber quién eres, por favor -volteo mis ojos para atrás-
- Bueno, tú pediste saberlo...
No podía creer lo que estaba viendo, si hubiera visto a La Parca mi horror no sería tan grande. ERA AUSTIN. ¿QUÉ RAYOS HACÍA AUSTIN SECUESTRÁNDOME? Se terminó mi tranquilidad, soy mujer muerta ahora.
- ¿Cómo te trata tu nueva vida sin mí? ¿Estás feliz de no tenerme más contigo?

Solo hice silencio para evitar algo que de todas maneras iba a pasar.

- ¡CONTESTA SI NO QUIERES MORIR!
- Está bien, si, ahora vivo tranquila de no recibir golpes pero ese es el único cambio en mi vida.
- Ya deja de llorar, mírate. Ahora te voy a hacer entender el dolor por el que yo pasé.
- NO, POR FAVOR TE LO SUPLICO.
- Ya es tarde...

Mis ojos no podían creer lo que veían, él lentamente iba a agarrar un cuchillo, lo estaba disfrutando, los dos sabíamos que hasta aquí llegó mi vida, y solo me queda llorar. Adiós a todo una vida de esfuerzos. Pero un grito en la habitación volvió todo oscuro otra vez.

- Riley, Riley, ¿Estás bien?
- No me mates, por favor no lo hagas.
- ¿Qué dices? Tranquila nadie te hará nada.

Levanto mi vista y estaba Luke, no pude contener mi abrazo mientras no dejaba de llorar, todo había sido una pesadilla y no podía pararla, por un momento sentí todo tan real que pensé en mi muerte. Mi mente está muy desordenada y por lo que me dice Lu, hace unos cuantos minutos llevo rogando por mi vida, me quedan dos horas para dormir, intentaré no tener sueños raros y poder terminar con el velorio de Sarah de una vez...



Dime que me amas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora