No te vayas nunca

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No puedo dejar de llorar, Sarah me ha dejado perpleja, algo en mí sospechaba de esa noticia pero no estaba preparada para recibirla, ¿Cómo dirijo un hospital yo sola? ¿Qué debo hacer con tanto cargo? ¿Cuánto tiempo me requiere ser jefa?

Tengo mas dudas que certezas, parezco una persona que recién se compra un electrodoméstico que nunca en su vida había visto, revisa cada uno de los botones, lee el manual, pero aún así no entiende cómo funciona, así me siento yo en este momento pero lo que queda en mi no es ningún juguete, son vidas y valen mucho.

Necesitaba hablar esto con alguien, me estaba matando por dentro, mi pobre víctima fue Luke, nadie en en mi lugar de trabajo puede saber lo que está pasando porque todas las maniobras están pasando por debajo de la mesa, hasta en esos detalles está Sarah, muchos quieren el cargo y están como buitres a la espera de cosas como ésta para tomar el puesto, en cuanto se sepa que va a ser mio tendré unos reproches en la puerta de mi casa, entonces mejor seguir por las sombras.

Sin poder aguantar todo lo que me pasaba, senté a Lu y comencé a hablar sobre todo lo que pasó, obviamente cada una palabra con más de cuatro letras que decía, se me caía una lágrima, soy así de llorona, pero no puedo ir en contra de mí.

Todavía no entiendo cómo este hombre logra aguantarme, todos mis problemas, mis preocupaciones tontas, mi carácter que no es nada fácil de lidiar, a pesar de todas estas cosas él siempre está junto a mí con una sonrisa en la cara, ahora me contuvo y me hizo sentir bien acompañada, ya se ganó el cielo con todas sus buenas acciones junto a su perfecta actitud.

Definitivamente el día de hoy va a cambiar mi vida, va a ser muy significativo, tengo que ir a firmar todo el papeleo legal que me hará la jefa del hospital tomando el lugar de Sarah, no sé cómo sentirme al respecto pero la sonrisa no la debo quitar de mi rostro.

Me da pena que ella esté pensando en a quién dejar sus bienes, debería estar luchando por su salvación, pero es como una partida de blackjack, la vida se sienta para apostar y la muerte es la banca, todos lo sabemos, el banco, tarde o temprano, siempre gana.

Son las 4pm y en dos horas debo ir a firmar, intentaré descansar un poco antes de ir porque presiento que eso va a llevar un largo rato de explicaciones, prospectos e indicaciones de las cuales yo no tengo la más mínima idea de qué pueden llegar a ser entonces deben ser explicadas y una persona cómo quién les habla, lleva tiempos mayores para recibir y entender lo que se le dice, puedo llegar a estar una semana para entender dónde llevar un papel, entonces no sé qué me queda para el resto de las cosas, es la alegría más triste de vida.

¿Cuánto tiempo podemos esperar algo? ¿Y cuánto en tenerle miedo? Anhelaba el lugar de jefa desde que llegue y observé cómo funcionaba el hospital, pero ahora tengo el puesto en la mano y lo único que tengo es miedo y no sé cómo ejercerlo, mi cabeza es un constante "¿Cómo?", no paro de pensar en todas mis nuevas tareas y responsabilidades, me aterra, es algo a lo que no esperaba acostumbrarme tan rápido, de hecho, me va a llevar bastante tiempo adaptarme a la nueva vida hospitalaria, pero aquí estamos, debemos seguir nuestro camino lo mejor que podemos sin mirar a los costados malos que intentan frenarnos.

Para hacer tiempo fui a la cafetería a comer un delicioso desayuno hecho por Barry, estaba muy fuera de hora pero de todas maneras lo iba a consumir. El tiempo parecía pasar muy lentamente, cada minuto se hacía eterno y las horas no terminaban nunca, los nervios se adueñaban de mi cuerpo y todo mi ser estaba en un completo desorden mental del que no había reparo. Mientras estaba terminando mi comida, miro el reloj y ya casi era la hora de ir a firmar, significa que debo pagar las cuentas e irme.

Intento no llorar y mantener la calma, no debo preocupar a Sarah porque ella me quiere ver feliz, voy a mantener mi sonrisa en todo momento aunque quiera morir por dentro, lo haré por ella.

- Señorita Histap, pase por aquí.
- Muchas gracias.

Así me recibe uno de los abogados presentes, habían tres, uno de Sarah, el mío y por último el correspondiente del hospital.

- Buenas tardes a todos -hago un saludo general y a la vez cordial-

No puedo lograr entender porqué todo se tenía que llevar a cabo en la habitación de Sarah, es decir, ¿Nadie podía hacer que la trasladaran a un lugar más correcto? Pero no, el escenario es de una película de terror pero no importa, era en lo último que me tenía que fijar.

Mientras ellos tenían sus charlas e indicaciones formales, me aparte para asegurarme de que Sarah esté haciendo lo correcto.

- ¿Estás completamente segura de que quieres las cosas así?
- Lo que tú me preguntas yo ya lo pensé muchas veces, y estoy decidida a hacerlo, mi opinión no va a cambiar y sé que eres lo mejor para este establecimiento, tu afecto, cariño, amor y ternura que tienes a todo lo que hay aquí es único, no es algo que se logra ver en el resto del plantel. Tu podrás con ésto. Lo sé...

Los abogados parece que terminaron con sus problemitas legales y decidieron empezar el traspaso de mando, nos sentamos todos y comenzaron a leer la carta, llegaba un punto en el que aburría tanto formalismo, soy una mujer que prefiere las cosas sencillas o por lo menos que me digan dónde debo firmar y terminar con todo el acto escandaloso.

"Mediante este documento certificamos que la señorita Riley Histap queda a cargo de..."  Bla, bla, bla, bla y más bla... Maldita formalidad.

Él terminó de hablar, yo proseguí a firmar y con todo eso realizado, oficialmente yo estoy al mando del establecimiento, soy la nueva jefa.

- Sarah, quiero darte las gracias nuevamente por todo lo que has hecho por mí.
- No te preocupes cariño, pase lo que pase, no importa dónde esté, siempre te cuidaré.
- Gracias. -le beso la frente y comienzo a irme-

No alcancé a llegar a la puerta del ascensor cuando los gritos de auxilio llenan mis oídos, venían de la habitación que menos pretendía que fueran. Maldición...

Salgo corriendo hacia el lugar y se la estaban llevando en una camilla así que los seguí. No quiero pensar que estaba esperando concretar el traspaso para morir. Me queda esperar a ver que pasó y porqué, pero en este momento no me dejan hacerlo por mi conexión con ella, mis atenciones médicas entrarían en juego, profesionalismo y sentimentalismo. Espero que salga de ésta, aunque tengo bien en claro que ya no le queda mucha vida, debo esperar lo mejor. Estaba intentando no llorar, pero ahora parezco un mar de lágrimas, buena manera de empezar a ser jefa.

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