Historias Cortas de: Terror, Misterio y Suspenso Vol.1

El Pecado de una Mujer

  Desde que tengo memoria fui amiga con Brittany. Cuando pequeñas jugábamos a las muñecas y hablábamos del chico que nos atraía, para luego repudiarlo solo por ser hombre. ¡Qué momentos aquellos! Crecimos y seguimos siendo las más unidas. Entramos al mismo colegio. Hacíamos las tareas juntas, incluso estudiábamos juntas. Era casi una hermana para mí... ¿Por qué tuvo que pasar todo esto?

  Cuando uno es pequeño la vida es mucho más hermosa, pues no existe un lado negativo en las personas. Tu mente es pura, pero se va ensuciando con cada año que pasa. Ya cuando llegas a la adultez comienzas a tener pensamientos malos... un ejemplo de aquello: La envidia.

  Con Brittany fue tanta la cercanía que incluso nos parecíamos; forma de vestir, pensar, actuar y hasta el aspecto físico compartíamos. Pero a medida que avanzamos en nuestra vida, empezaron a salir a flote ciertas diferencias entre nosotras, cosa obvia en cada ser humano. Cuando entramos juntas a la misma Universidad, ella se dejó influenciar por el ambiente. Las fiestas, drogas, alcohol y malas juntas estaban a la orden del día. Aun así era una persona exitosa, siempre aprobaba, era la favorita de los profesores. Hombres tampoco le faltaban, Brittany siempre fue bastante guapa. En mi caso fue distinto, siempre fui muy aplicada pero jamás destaqué. Los años encerrada en la facultad estudiando no daban el fruto suficiente. Cada año se me hacía más complicado, lo cual hacía que el desgaste físico y psicológico fuese mayor. A pesar de todo eso, seguíamos juntándonos con Brittany. Ya no éramos tan cercanas, pero cada vez que quedábamos para conversar lo disfrutábamos a concho... o al menos eso en un principio.

  Los años pasaron y Brittany se graduó. Fue la mejor de su generación, aunque nunca la vi quemándose las pestañas estudiando. Yo, sin embargo, aún no salía y me quedaban unos dos años si no reprobaba nada. Me aislé cada vez más de la gente, era la chica rara de la Universidad. Pasé de ser la chica guapa junto con Brittany, a ser una del montón. No, inclusive ya ni del montón era. Mi reacción ante la gente era muy antipática, lo que hizo que fuese quedándome sola poco a poco. Mis pocas amigas tampoco me hablaban mucho. Solo quedaba Brittany, la cual estaba teniendo mucho éxito en su nuevo trabajo. Pasaron dos años, en los cuales me contaba toda su vida asquerosamente exitosa... yo lamentablemente todavía seguía acá, pero por fin ya estaba por salir. Cada conversación con ella me la sabía de memoria: Aumento de sueldo, camioneta nueva, novio perfecto... Una puta vida perfecta.

  Cuando logré salir de la Universidad, estuve meses intentando encontrar trabajo. Mis padres pasaban por una mala situación económica y ya no podía seguir viviendo con ellos, aumentando sus gastos. Conseguía uno que otro trabajo de camarera o cosas así, pero no me duraban mucho por mi mal carácter. Siempre terminaba discutiendo con mi jefe. No sabía por qué me pasaba todo esto a mí, si siempre fui igual a Brittany, incluso cuando pequeñas yo era la que más destacaba. En uno de los trabajos como camarera, llegó ella a comer. No me había dado cuenta, sino de inmediato me hubiese escondido en la cocina. Se acercó felizmente hacia mí, con esas botas y cartera de marca, que quizás en mi vida podría comprarme. "¡Queridísima amiga! ¿Qué haces trabajando aquí? "– Me habló bulliciosamente. Los nervios se apoderaron de mí, no sabía qué decirle, pero igual le inventé una excusa. Me siguió conversando, obviamente sobre su exitosa empresa y su vida perfecta. Venía junto a su novio empresario/deportista ideal. Ella me conocía muy bien, después de todo éramos casi como hermanas. Me ofreció un puesto de trabajo en su empresa: Secretaria. Comencé a sentir un cosquilleo en mis brazos, sentía como uno de mis puños se cerraba de manera brusca. Sabía que lo hacía de buena persona, pero me sentí humillada. Lamentablemente no tenía más opción, era el único empleo que podía darme un sueldo respetable, aun así no lo acepté. Le dije que tenía otros proyectos que empezarían luego. Obviamente una gigantesca mentira.