Capítulo 35._ El orden del universo

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»Isabela



¿Han oído hablar sobre la relatividad del tiempo? La física relativista de Einstein confirmó que el tiempo es relativo, puesto que transcurre de manera diferente dependiendo de las circunstancias físicas de cada sistema. El tiempo pasa más despacio en sistemas sometidos a campos gravitatorios intensos o a grandes aceleraciones... se los explicaré más fácil según Galileo: es una diferencia en el tiempo transcurrido medido por dos observadores. Por ejemplo, una azafata en un avión no sirve la comida mientras hay turbulencias, en realidad espera a que deje de agitarse el avión antes de colocar las bandejas puesto que, si intenta servir mientras el avión se está moviendo, echaría todo encima a los pasajeros. Pero ¿por qué la azafata sí puede hacerlo cuando se acaban las turbulencias y el avión lleva un vuelo uniforme? Si en realidad un avión de pasajeros suele moverse a unos mil kilómetros por hora respecto al suelo, y eso es una velocidad enorme, nunca se mantiene en un mismo punto. Si el vuelo es uniforme, los pasajeros ni siquiera notan que se está moviendo. Lo mismo ocurre cuando viajamos vía terrestre, mientras no haya cambios de velocidad ni de dirección y el vehículo se mantenga en movimiento uniforme no lo notamos a menos que miremos por la ventana y veamos los árboles pasar. Justo aquello es lo que nos ocurre, toda una vida puede pasar frente a nuestros ojos, y nosotros, no moveríamos siquiera un dedo para detenerlo... perdemos la noción de las cosas hasta que es tarde y un cambio brusco puede terminar de detonar la bomba.

Ustedes pueden llamarlo como prefieran, en mi caso, siempre tuve la sospecha que el destino suele confabular en nosotros mismos; yo no creía en ello, hasta ese día. Diversas circunstancias son las que nos llevan a un mismo caos; la toma de decisiones, las personas que nos rodean ¿y por qué no? nuestra indiferencia, suele parecer más fácil hacernos oídos sordos y ojos que no ven la realidad. Quizá solo es el miedo a lo indefinido. El universo nos pone en un tiempo y momento específico, así se podrá crear el más bello de los desastres como si una sola gota escurriera sobre una superficie hasta perderse en alguna brecha. Se expande más y más, hasta que logra abarcar cada espacio. Algo así es lo que sucede con los humanos. Y al final, el resultado causa los más estruendosos y a la vez inaudibles ecos dentro de las paredes; puede fortalecerlas, o simplemente hacernos dar el último empujón para echarlas abajo. 

Todo es una suma de factores, interactuando hasta llegar al punto que buscan, y ahí es donde aparecemos nosotros; marionetas dentro de ese círculo vicioso sin saber cómo actuar, qué hacer o decir; no tenemos un guion, solo una situación buscando amoldarse. 

Desde que Jos se marchó, mi vida dio un giro aún más inesperado; comenzaba a encontrar el amor en otra persona, pero mi corazón no le fallaba al pelinegro. Las primeras semanas fueron las más deprimentes, Alexander había sido de gran ayuda y terminé accediendo a pasar con su familia la Navidad. El Año Nuevo se encargó de ser casi perfecto gracias a mis amigos y el ojiazul. Cuando terminaron las vacaciones, volver a la escuela fue un martirio, no había nadie en los pasillos que me hicieran reír como aquel chico de hipnotizantes ojos cafés. El nuevo capitán del equipo era un tal Andrés, y no se comparaba en nada a Jos.

Lo poco que sabía de mi pelinegro mejor amigo era gracias a su hermana, Fernanda, la cual le guardaba mucho rencor. Fuera de eso, nadie más sabía de Jos. Como si no quisiera que supieran de él, además que su madre se había vuelto muy estricta y dentro de ese lugar debían de restringirle muchas cosas. Entre ellas, recordar el pasado, lo que me hacía creer que todo ya estaba perdido. Después, la mayor de los Canela se fue del país, al parecer casándose con su novio de manera secreta. Ese día fue como un balde de agua congelada sobre mí en traje de baño, no volví a saber nada de Jos y él tampoco buscó alguna forma de contactarme.

Ecos »Jos CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora