El Reencuentro; parte III

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Después de garchar por horas, a Luna y Matteo les dio hambre y como en la casa del ricachón no hay comida porque los padres ejercen alta negligencia, se fueron al Jam and Roller a tomar unos licuados con vodka.

—Entonces, ¿neta tus padres te obligan a hacer todo eso? Pensé que era ilegal acá.

—Lo es, pero al ser diplomáticos ellos siempre encuentran algún vacío legal y yo termino—Matteo no pudo concluir su trágico relato ya que entro un mariachi borracho cantando una serenata a ¿Luna?

Yo sé bien que estoy afuera, pero el día en que yo me muera, sé que tendrás que llorar, Lunita.

Llorar y llorar, llorar y llorar—canta Pedro, igual o más en pedo que su nuevo amigo mexicano. En el camino al Roller a Simón se le ocurrió entrar en un restaurante mexicano y afanar el uniforme de dos meseros al igual que sus guitarras. Pedro solo le siguió la corriente porque temía llevarle la contra, este wacho no le daba buena espina.

Dirás que no me quisiste, pero vas a estar muy triste, y así te vas a que— ¡LUNA!—Exclama Simón al por fin visualizar a su amada y va corriendo hacia ella, apretujándola entre sus brazos.

—S-Simón, n-no p-puedo res-pirar.

El mexicano parece no escucharla y la abraza con aún más fuerza.

— ¡Ey! ¿No la escuchaste? Le estas cortando la respiración, pelotudo. Aléjate de la chica delivery.

Simón la suelta tras escuchar las palabras del italiano y lo examina de arriba a abajo. ¿Quién se cree este para meterse entre su mujer y él?

—Wuey, ¡no te metas entre el amor de mi vida y yo! Nosotros tenemos historia, una familia, no te metas en asuntos familiares que no te incumben.

—Luna, nunca me dijiste que tu primo fuera tan intenso e incestuoso, al parecer tu situación familiar es más desastrosa que la mía.

—Ay, Matteo, no seas tan exagerado que tus problemas familiares sí que dan mucho para desear, de verdad necesitas ayuda de un profesional. Y Simón, ¿qué chingadas haces aquí?

— ¡¿Qué es eso de que soy tu primo?! Yo vine por ti Luna, por nuestro amor. Por ti yo recorrería cielo y tierra, no hay distancia que cambie lo que siento por ti.

— ¡Basta! Antes que nada no me robes las líneas que esa la tuve que pensar bastante tiempo y es más lutteo que tu vieja. Segundo, ¡ni que fuera tu chava! Te quiero y esas cosas pero jamás te vería como algo más que un amigo. Además, ahora ando con este ricachón, tú por el momento eres un vagabundo.

Simón se va llorando destrozado tras oír aquellas palabras pero algo tiene muy claro: hará que Luna sea suya y nada ni nadie lo podrá detener, ni siquiera la sociedad.

Amando a un Vagabundo ➳ crack fic ✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora