Vamo' a la Psico

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—Este es el chico, ¿acaso no es divino?—dice la pelirroja mientras le enseña una fotografía que le saco a Simón a su psicóloga.

La cansada mujer larga un suspiro. —Jazmín, ¿el muchacho está enterado de que tú le sacaste esa foto?

—Pues sí, cómo podría no estarlo si no le quite el flash.

—No me refería a eso precisamente, este es uno de los tipos de actitudes que debes cambiar y la terapia ayudará a que—

—Aún no entiendo porque vengo acá, sé que no debí haberme hecho pasar por esa diseñadora para ir al New York Fashion Week pero es que usted debe ponerse en mi lugar, la moda es mi vida.

—Exactamente ese es el problema, tú te obsesionas con distintas cosas y permites que estas se transformen en todo lo que ocupa tu tiempo. Como consecuencia de esto, dejas de lado a lo demás que te rodea, prestándole poca atención y de esta forma logrando que las personas te perciban como "tonta" cuando inteligencia es lo menos que te falta.

—Wow, nunca lo había analizado así. Tengo una amiga, Ámbar, quien siempre me denigra y puede que haya dejado que sus palabras me afectaran.

—Efectivamente. —la profesional le sonríe—Mira la hora, se acabó la sesión. ¿Podrías avisar al señor Balsano que entre? ¡Nos vemos el próximo jueves!

(...)

—Disculpe que la traje, espero que no sea una molestia. Luna está enterada de todos mis, uh, temas familiares.

—No hay problema, Matteo. Si te parece que te va a ayudar a que te sientas más cómodo, está todo más que bien.

En la tranquilidad del consultorio se escucha un fuerte sonido proveniente de la sala de espera.

— ¿Qué es eso?—pregunta Luna acercándose más a Matteo en el sofá, ya que sabe que al italiano el bullicio le trae malos recuerdos de su pasado y quiere proteger a este chico quien en poco tiempo se convirtió en una persona esencial en su vida, loco ¿no?

De repente se abre la puerta y detrás de esta se encuentra Ámbar, acompañada por un indigente de muy mal aspecto. Esperen, ¿ese no es Simón?

— ¡Ámbar Smith!—la psicóloga se levanta de su asiento alarmada—¿Acaso no te prohibí la entrada a este consultorio?

—Ay, Marcia, ¡no seas rencorosa! ¿Nunca escuchaste el decir "el pasado, pisado"?

— ¡INCENDIASTE MI HOGAR! Chicos, lamento que me vean en esta condición pero ¡quemo mi casa!

—Uf, ¡no fue para tanto! Además, mi madrina te pago la construcción de una nueva.

—Sí, después del veredicto que le tomo meses a la corte para concretar. Por un tiempo, estuve en situación de calle—Simón deja caer un par de lágrimas sintiéndose identificado.

—Dios, ¡cómo te gusta quejarte! Como sea, no vine por vos. Hoy con quienes necesito hablar son Luna y Matteo. —los mencionados se miran con incertidumbre reflejada en sus ojos, de esta rubia podrían esperar cualquier cosa.

Amando a un Vagabundo ➳ crack fic ✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora