Amando a un Vagabundo ➳ crack fic ✿

Indigente

— ¿Vos quién sos?

—Me llamo Simón, el futuro esposo de Luna, mucho gusto. —el mexicano tiene la intención de apretar su mano pero Ámbar la quita más rápido de lo que duro su primer garche.

—Uhm, sí, un gusto. —menciona con cara de asco—Así que ¿vos sos el mexicano que la buscaba el otro día?

—El mismo, ¿y tú la chica a la cuál Matteo le pone los cuernos?

— ¡¿Y VOS CÓMO SABES ESO?! ¡¿AHORA TODOS SABEN QUE SOY CORNUDA?! ¡JAZMÍN, APUESTO A QUE DE ALGUNA FORMA ESTO ES TÚ CULPA!

— ¿Le hablas a la pelirroja que estaba acá? Se fue apenas me vio, creo que hasta me saco una foto, me pregunto que estará tramando. Y sé que tu chavo te engaña porque se coge a mi mujer. —se le caen un par de lágrimas luego de decir lo último.

—Me parece muy interesante lo que me estas contando, imagino que querrás obtener el amor de Luna a toda costa ¿no?

— ¡Sí! Es todo lo que he deseado desde que la conocí; de chamaco le daba dibujos que decían "te amo" y ella los tiraba a la basura pero yo sé que en el fondo los amaba y simplemente era demasiado tímida para admitirlo.

—Ajá, seguramente era por eso. Vos más que nadie merece un lugar en su corazón, a diferencia de Matteo.

—Ugh, ¡detesto a ese wuey! Lo quiero bien lejos de mi media naranja.

—En eso concordamos, yo también los quiero separar. Vos y yo podríamos ser útiles para el otro; vos queres conquistar a Lunita y yo quiero que Matteo pague por todos los cuernos que me metió.

—Y, ¿cómo se supone que alcancemos esos fines, rubia?

—Tiempo al tiempo, mi querido Simón. Vos déjame todo a mí y cuando te necesite te lo haré saber.

—Está bien, yo ya me tengo que ir igual. Todavía tengo que buscar donde dormir y si espero más tiempo el parque va a estar lleno y no me va a quedar otra opción que dormir en un callejón.

—Entonces, ¿sos un vagabundo?—Ámbar da un par de pasos atrás, nadie le dijo que hablaba con un indigente; cuando llegue a la mansión se va a tener que dar muchas duchas hasta librarse del olor que de seguro emana Simón.

—Pues, por el momento se podría decir que sí. Pero cuando me case con Luna vamos a vivir en el campo en una casita, vamos a tener una finca y nuestro trabajo va a consistir de vender los vegetales que cultivemos y esas mierdas. También vamos a tener diez hijos, todos con ojos verdes por si los tenemos que vender cuando vayamos a la quiebra.

— ¡Qué lindo!—la rubia dejo de escucharlo después de que su respuesta fuera afirmativa, mira si Ámbar Smith se va a poner a escuchar a vagos, pero tenía que ser simpática si este wacho la iba a ayudar con su plan.

—Lo sé. Bueno, mejor me voy a buscar mi hogar por la noche, ¡chausito!

— ¡Bye!—le sonríe falsamente hasta que el mexicano se va, para luego poner cara de orto e irse a la casa de Jazmín a fajarla por dejarla sola con un vagabundo.