Amando a un Vagabundo ➳ crack fic ✿

Rival

— ¿Estás viendo lo mismo que yo, Jazmín?

Entrando al Roller en cámara lenta estaba Luna, vestida con ropa de diseñador combinada a la perfección con alhajas carísimas. Su cabello tenía un brushing progresivo que Jazmín afirmó era sumamente necesario y su maquillaje había tomado horas en su perfeccionamiento. La parte del maquillaje fue lo que más le costó tanto a Luna como a Jazmín, ya que la mexicana no entendía su forma de explicar y la tuvo que hacer ver cien videos en youtube.

—Lo que estás viendo es mi creación más ardua, la cual tuvo resultados sorprendentes.

—No me lo creo.

— ¿Verdad que soy una genia?

—No, no pudiste haber estropeado más tu parte del plan. Tenías que aconsejarla, hacer que deje de combinar mal su ropa no convertirla en una rival para mí.

—Pero, ¿creí que tú eras la mejor?

— ¡Claro que lo soy! Eso no está en duda. ¿Sabes qué? Quizá algo de competencia juegue a mi favor. ¡Lunita!

Luna se volteo, sorprendida porque Ámbar la llamara pero esa sorpresa se esfumó el momento en el que divisó a Jazmín junto a ella y se apresuró a darle un gran abrazo.

— ¡Hola, chicas! ¿Qué cuentan?—pregunta aún manteniendo contacto con el hombro de Jazmín.

—Pues, aquí junto a Jaz queríamos saber si te interesaría formar parte de las Chicas Chic, claro, como reemplazo hasta que Delfi sea liberada.

Jazmín negaba silenciosamente mientras Luna consideraba la oferta. La pelirroja le explico que quería librarse de Ámbar pero puede que aún no estaba lista o no deseaba lastimarla. Rápidamente decidió que debía aceptar.

— ¡Me encantaría!

— ¡Bienvenida al grupo, Lunita! Sé que seremos grandes amigas. —la rubia se acercó a ambas y las envolvió entre sus brazos mientras sonreía psicopáticamente.

(...)

En un callejón próximo al Roller

—Estoy harto, Choclo. Muy harto.

—Ya te lo he dicho muchas veces, se meten contigo y tú sacas la navaja.

—Eso lo tengo claro desde peque, he matado, wuey. El tema es que es complicated, como diría mi ídola Avril Lavigne.

— ¿Acaso no era yo tu ídolo?

—Sí, vos estas en un top cincuenta, tengo muchísimos ídolos. Una de mis ídolos, es Luna, ¿te he platicado sobre ella?

—Un millón de veces, sí.

—Es que es tan perfecta. —suspira imaginando sus facciones y lo hermosos que se verían sus hijos.

— ¡Pochoclo!—grita un drogadicto cliente de este.

—Bueno Simón, me llaman. ¡Nos vemos al rato!

— ¡Adiosito!—dice el mexicano recostándose sobre el colchón que saco de la basura y en el cual ha dormido por las últimas semanas, desde su llegada. Ámbar prometió comprarle uno nuevo si el plan iba bien pero Simón duda poder despedirse de este, ya que ha estado ahí todas las noches cuando se va a dormir llorando, por lo que tienen historia.

Simón cierra sus ojos y cae en un profundo sueño.

(...)

—Quizás no seamos el uno para el otro pero podríamos tener un futuro juntos—dice una voz irreconocible.

— ¿Quién eres?

—No importa quién soy, yo te amo.

— ¿Luna?

La voz suena lejana mientras murmura «no» y en ese momento Simón despierta.

— ¿Quién era esa chica?—se cuestiona observando su alrededor, ya ha anochecido y a lo lejos puede observar una pelea de vagabundos.

El mexicano suspira. —Hogar dulce hogar—y el sueño vuelve a atraparlo.