¿¡Almas Gemelas?! (Luka X Miku)

Capítulo 21: "Guerra por amor."

Narra Luka:

Cada vez que Miku sale de su clase siento que parece muy anonadada. A pesar de que le pregunto que es lo que le sucede, pareciera que no me quiere decir. Creo que me está ocultando algo. Ella no actúa así por lo general, y ahora que lo pienso, sé qué, o mejor dicho "quien" le está haciendo esto.

(

...)

El lunes me inscribí a clases de natación en la misma escuela de Miku, pero a una hora diferente, para que ella no sospechara nada de mí.

Así, el día pasó, y cuando llegó la tarde fui a la escuela, pero definitivamente, hubo algo con lo que no conté.

Y era el hecho de que ¡tenía la piscina entera para mí sola!

Entonces, llegó ella. Una chica inmensamente parecida a mi, pero más coqueta, más atrevida, más seductora que yo. Se metió al agua, y observé cómo buscaba a alguien.

—Disculpa, ¿tienes tiempo para mí?—nadé hacia ella.

—Siempre tengo tiempo para chicas hermosas—dijo su dulce y asquerosa voz mientras trataba de seducirme.

Traté de seguirle el jueguito.

—Me parece haberte visto ya antes, ¿no es así?—le dí una mirada algo pícara.

—No lo se, de ser así recordaría un rostro tan bello...—mintió.

—Estoy segura de que sabes quien soy—la acorralé contra la pared cuando trataba de coquetearme.

—E-eres la novia de esa chica famosa, Hatsune Miku...—respondió casi sin voz.

—Veo que me conoces...—mis labios se acercaron a su oído, provocandola.

—¿Que es lo que quieres conmigo, Megurine Luka?—me lanzó una mirada de indiferencia.

—Ya veo que si sabes quien soy, bruja de hermosa apariencia.—la solté de mi agarre.

—Miku-san me ha hablado bastante de tí, y es por eso que no he podido conquistarla.—ahora se mostraba enojada conmigo.

—No puedes ir por la vida robandote a las novias de los demás, maldita bruja.—enfurecí.

—¿¡Y tú que sabes!? Hasta hace poco tu tambien ibas de coqueta con todas las chicas, según escuché de Gumi Megpoid, Rin Kagamine, Kasane Teto, y creo que esta última la conoces... Meiko Sakine.—le dí una bofetada.

—¿¡Acaso crees que no me arrepiento de haber roto los corazones de esas chicas nobles!?—le grité ofuscada por el momento.

—Miku, es una chica buena, que no tiene nada que hacer contigo, y sigo sin saber que es lo que vió de bueno en alguien tan bruta, distante, y sobre todo, enojona.—me atacó fuertemente con sus palabras.

—Tienes razón. Yo tampoco sé que es lo que Miku vió en mí, y tampoco sé cómo es que le gusta una persona de carácter tan horrible como yo, pero lo cierto es que la amo como núnca amé a nadie, y no sé el motivo de esto que siento por ella, pero mientras viva, ¡escuchame bien perra!—hice una pequeña pausa para respirar y continué—¡Yo núnca dejaré que alguien como tú, esté con MÍ princesa! ¿Lo has entendido ya porquería viviente?—le escupí en la cara.

—Claro. La dejaré en paz, pero a tí, no...—se retiró del lugar y se oyó un portazo de los vestidores.

—Gané.