Capítulo 5

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Me despierto y me encuentro apoyado en el pecho de Laurent. Él todavía sigue dormido. Me aparto despacio, lo más despacio que puedo, no quiero despertarle.
—Estoy despierto idiota -susurra Laurent y luego se ríe.
—Lo podías haber dicho en cuanto me he despertado -protesto.
—Veo que te despiertas cabreado por las mañanas y muy feo.
—Yo estoy flipando -susurro.
—Yo también, ¿cómo te puedes despertar tan feo? -se ríe.
—Eres idiota -le golpeo en la cara con la almohada.
—Que me lances una almohada, no va hacer que tú por las mañanas te despiertes más guapo.
—Ugh -me quejo- no te aguanto, me voy -me levanto y automáticamente Laurent me agarra de la muñeca.
—¿Qué quieres? -le digo sin mirarlo a la cara.
Laurent tira de mi con fuerza y caigo en la cama. Nuestras miradas se encuentran y yo me muero de vergüenza.
—¿Qué quieres? -insisto.
—Buenos días -susurra y me sonríe.
—Buenos días -susurro y le devuelvo la sonrisa.

Me tiro en la ducha casi más de media hora. Mientras el agua de la ducha cae sobre mi cuerpo desnudo y luego se desliza por él. Pienso en todo lo que pasó anoche, en el beso y en lo qué me dijo después. Pero una pregunta invade mi mente. ¿Se acuerda de algo?
—Jaye, ¿estás ahí? -me llama Laurent desde el pasillo.
Salgo de mis pensamientos y vuelvo al mundo real.
—Sí, ya salgo -le contesto.
—Espero que salgas rápido, te recuerdo que yo también tengo que ducharme.
Salgo de la ducha y Laurent entra. Laurent me mira mientras me peino.

Laurent comienza a quitarse la ropa y a dejarla en el cesto de al lado. Primero se quita la camiseta y deja a relucir su musculatura, para tener dieciséis años está muy bueno el niñato, sabía que estaba yendo al gimnasio pero no me lo creía hasta hoy. A continuación se quita los pantalones y los deja al lado de la camiseta.
—¿Para qué te has vestido si ibas a ducharte?
Laurent se gira y no dice nada.
—Me ha dado frío al despertarme -susurra débilmente.
No le contesto, solo le muestro una sonrisa.
Laurent se muerde el labio y se quita los bóxers. Por el espejo puedo ver sus glúteos, un calor sofocante se apodera de mí y no sé que hacer. Intento concentrarme en mi pelo pero no paro de mirar su culo. Laurent se mete y cierra las puertas de la ducha. Entonces vuelvo a ser yo. Acabo de peinarme, me echo colonia y salgo del baño.

—Oye Jaye -me llama Laurent-.
—Dime -le digo con una sonrisa.
—¿Anoche te besé verdad?
Me pilla por sorpresa y al no contestar doy a entender que sí.
—No me acuerdo mucho, pero me acuerdo de besarte.
—Solo estabas mal -susurro e intento que no le de importancia.
—Gracias por quedarte conmigo -me abraza.
Recibe un mensaje de Natalia.
—Tengo que irme, Natalia quiere verme -me susurra-. Nos vemos luego -me besa la mejilla.
Me quedo quieto en el sitio, no me creo lo que acaba de hacer Laurent. Recibo un mensaje de Nathan, quiere que quedemos. No me lo pienso dos veces cojo mi móvil y salgo directo para casa de Nathan.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora