Capítulo 9

1.5K 99 1
                                    

Estoy esperando en un banco a Nick, me han expulsado durante cinco días por agredir a Laurent. He llamado a Nick porque creo que el único en el que puedo confiar. Nick llega y aparca la moto, se baja y se quita el casco luego se dirige a mí.
—¿Qué ha pasado? -pregunta preocupado.
—Me han expulsado -digo cabizbajo.
—¿Por qué? -pregunta confuso.
—Porque le he pegado una paliza a Laurent.
Nick me mira sorprendido y después sonríe.
—Se la merecía, el día que falté fue diciendo a todo el mundo que soy gay, y ahora todos se meten conmigo y él se acercado a mí en plan amigos.
—Tú amigo da asco -susurra Nick.
—Lo sé jamás pensé que me haría algo así.
—Y respecto a lo de que ahora se metan contigo por se gay ni caso, eres como eres y para muchas personas eres perfecto -me sonríe y pasa la mano por mi pelo y lo despeina.
Me levanto del banco y le abrazo. Nunca nadie me había dicho algo tan bonito.
—Vamos a casa -me susurra.
Me giro a escuchar ruidos, por la puerta principal sale Natalia enfadada y se dirige a mí.
—¡Maricón! -me grita. Ven aquí y da la cara.
—No tienes porque ir -susurra Nick.
—Siempre he querido hacer esto -le contesto en susurros.
Comienzo andar hacia Natalia con paso decidido. Me coloco en frente de ella y antes de que empiece a hablar, cierro el puño, lo aprieto con fuerza y luego le golpeo en la cara. Natalia pierde el equilibrio y cae al suelo, desde allí me mira asustada.
—No vuelvas a dirigirte a mí -empiezo a decir mientras todos los alumnos nos miran. Porque la próxima vez que te acerques a mí, acabaré contigo -le digo enfadado y más tarde le escupo. En cuanto me voy me arrepiento de lo que acabo de hacer, sé que está mal pero Natalia no ha sido una buena persona conmigo, desde pequeños siempre ha estado metiéndose conmigo y humillándome a parte de que siempre me ha hablado con superioridad como si yo fuese menos que ella.

Nick me lleva a casa y me quedo sentado en el sofá del salón pensando en que voy hacer en estos cincos días de expulsión. Primero pienso en irme a algún sitio de viaje, luego me acuerdo de que no puedo permitirme un viaje ahora mismo. También pienso en quedar con Nathan pero no creo que quiera saber nada de mí tras llevar semanas sin hablarle ni contestar a sus llamadas o mensajes. Así que opto por quedar con Nick, espero que acepte, sino, estos cinco días se me van hacer eternos.

Termino de ver un par de capítulos de "American Horror Story" y luego me doy un baño de espuma caliente. Cuando acabo, me pongo ropa cómoda y me dejo caer en la cama. No tengo ni idea de que hacer hasta que el timbre suena. No sé quién podrá ser, así que me pongo una chaqueta y bajo a abrir. Al abrir, me quedo perplejo al ver a mi profesor de lengua plantado allí mirándome.
—¿Puedo ayudarte en algo Martín? -le pregunto confundido.
—¿Puedo pasar? -pregunta con un tono grave pero que en mis oídos suena dulce y cálido. Me quedo mirándole de arriba a bajo y me detengo en sus ojos azulados.
—Sí, claro -sonrío.
Entramos al salón, me da muchísima vergüenza que vea el desastre que hay en casa, tengo ropa en cualquier parte, montones de cartones de pizza para llevar en una esquina entre otras cosas.
—Perdona el desorden -susurro avergonzado.
—No te preocupes -me sonríe.
Nos sentamos en el sofá y me quedo mirándole, esperando a que me explique esta visita inesperada.
—Bueno, ¿a qué se debe esta visita? -le pregunto lo más educado que puedo.
—Me he enterado de tú expulsión, y he decidido venir. Quiero entender como un joven simpático y educado como tú puede agredir a un compañero y amigo tan violentamente.
—Solo fueron unos golpes -susurro sonrojado por la vergüenza que estoy pasando.
—Unos golpes entre ellos varias patadas en el estómago.
—Mira -comienzo a decir molesto. Sé que lo que he hecho no está bien, pero él ha sido mi amigo toda mi vida y no ha tardado ni veinticuatro horas en ir predicando que soy gay y por si fuera poco ha ido humillándome y riéndose mientras me llamaba maricón para ofenderme.
Martín me mira sin saber que contestar a lo que le estoy contando.
—Pero por desgracia para Laurent, no me ha ofendido, soy gay sí, me siento orgulloso de mí mismo y hay gente que me valora y me quiere por eso.
Martín se queda perplejo sin saber cómo reaccionar.
—¿Hay algo más de lo que quiera hablar? -le pregunto educadamente y con una pequeña sonrisa que muestra satisfacción y orgullo.
—Quiero que vengas a una cena que voy a realizar el viernes con unos ex alumnos y alumnos.
—¿Yo? -pregunto sorprendido.
—Sí, tú. La cena será en el hotel que hay en la calle que hace esquina con nuestro instituto.
—Pero... no soy ningún alumno ejemplar, a penas puedo sacar un cuatro en su asignatura.
—Un alumno ejemplar no se mide por la nota de sus exámenes -me sonríe.
—Tienes razón, pero...
—Basta de peros, ¿asistirás a la cena si o no?
Me quedo pensando mi respuesta varios segundos. Recuerdo que estoy expulsado durante cinco días y que esta cena es el mejor plan que tengo.
—Sí, asistiré a la cena -sonrío.
Martín sonríe.
Tras irse mi profesor subo a mi habitación y cojo mi móvil. Tengo una llamada de Nick y varios mensajes. Lo llamo.
—Hola -me contesta en un tono alegre.
—¿Querías algo? -pregunto un poco seco.
—Esto, tenía planes con unos amigos pero paso de ir, ¿quieres que quedemos?
—Claro, me encantaría -esbozo una sonrisa tonta, menos mal que Nick no está aquí para verla, dejaría claro que me gusta bastante.
—Pues a las diez estaré en tu puerta para ir a cenar y luego a mi casa.
—Me parece genial -me muerdo el labio, Nick me pone demasiado y desde que nos liamos en el baño, no he parado de masturbarme pensando en él y yo haciéndolo salvajemente en su cama.
—Nos vemos en nada -dice Nick antes de colgar.
Creo que hoy será la noche en la que Nick acabe entrando y saliendo de mí una y otra vez con alegría. Ya me lo puedo imaginar, me meto la mano por debajo de los pantalones y luego por debajo de los bóxers empiezo a acariciar mi miembro, suelto un pequeño gemido y en ese momento llaman otra vez a la puerta.
—¡Mierda! -me quejo en susurros.
Bajo abrir y en la puerta me encuentro la persona a la que no quiero volver a ver en mi vida, la persona que me ha decepcionado y la que ha hecho que no confíe en aquellos que se hacen llamar amigos, me encuentro a Laurent.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora