Capítulo 7

2K 99 10
                                    

He llegado a casa tras una intensa maratón de series con Nathan, cada vez me gusta más pero aún así no para de darle vueltas al tema de Laurent. En cuanto me dejo caer en la cama, el timbre suena. Mataré a quien sea que esté llamando, bajo abrir y me encuentro a Laurent con una sonrisa.
—¿Y esa sonrisa que me está dando ganas de vomitar? -digo bastante borde.
—Lo he hecho con Natalia -sonríe.
—¿Y tienes que venir a contármelo? -pongo los ojos y blanco y voy a cerrar la puerta.
Laurent pone la mano en la puerta y empuja para que no la cierre. Se me queda mirando serio.
—¿Qué coño te pasa? -me pregunta.
—A mi nada -digo seco y más serio que nunca.
—Jaye, te conozco de sobra para saber que te pasa algo -entra y cierra la puerta.
—Mira Laurent déjalo, solo quiero dormir, ¿vale? Así que mañana hablamos.
—No me pienso ir sin que me digas que te pasa.
—Laurent de verdad, déjalo pasar. No quiero discutir.
—Te he dicho que me lo cuentes -me dice serio.
—¡Que paso de ti! De Natalia, de vuestros vaivenes, de todo -digo cabreado.
—¿De qué coño vas tío?
—Mira Laurent, estoy harto de que me vengas a contar todo lo que haces con ella, me la suda.
—Vete a la mierda -susurra.
—No es la primera vez que me mandas a la mierda por decirte lo que pienso.
—Lo que te pasa es que la odias.
—No la odio, simplemente no puedo aguantarla. Lo he intentado pero me es imposible y siempre vienes a mí para que intente que nos llevemos mejor, díselo a ella que es la que no pone de su parte.
—No hables así de ella -me advierte.
—Madre mía como te ha comido la cabeza.
—Me ha abierto los ojos.
—Pírate de mi casa, ¡ya!
Laurent me mira sorprendido.
—¡Qué te largues! -le grito muy enfadado.
Laurent no hace nada, solo da unos pasos hacia atrás y cuando está a fuera me mira, yo le miro y acto seguido cierro la puerta en su cara.

Estoy harto de que siempre venga a contarme sus cosas con Natalia y siempre soy el malo en todo, cuando soy el único que apoya sus decisiones ya sean correctas o no. Lo he tratado siempre con cariño y nunca me lo ha devuelto y desde que está con Natalia no paramos de discutir, estoy muy harto.
Subo a mi habitación abro la puerta y me encuentro a Laurent sentado en la cama. Ha entrado por la ventana.
—Dios Laurent, vete por favor, vamos acabar muy mal -digo empezando a llorar.
—No me pienso ir, no vamos acabar mal -dice mientras se acerca a mí.
—Vete por favor -digo con las lágrimas saltadas.
—No voy a irme y dejarte así -susurra.
Noto como me rodea sus brazos, me acerca a su pecho y allí apoyado en él rompo a llorar. Laurent no dice nada en ningún momento pero lo que tampoco deja de hacer es abrazarme y se lo agradezco. Le miro y él me mira.
—¿Mejor? -me pregunta con una sonrisa.
No me da tiempo a contestar cuando las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos, él vuelve a abrazarme con más fuerza. Me aparto bruscamente y él me mira serio.
—Laurent te agradezco esto pero quiero que te vayas. Mañana nos vemos en clase.
—Está bien me iré, pero si pasa algo, llámame -dice triste y se va.

El despertador suena, no tengo ganas de ir a clase. Solo quiero quedar con Nathan y estar con él durante todo el día. Me levanto de la cama, me ducho y me visto. Cojo una chaqueta y la mochila y me voy. Al llegar a clase entro y me siento al final, no tengo ganas de que me caliente la cabeza con raíces cuadradas o cualquier otra cosa de matemáticas.
Laurent entra acompañado por Tania y Natalia, me mira y no dice nada, solo se sienta con ellas y me deja al final solo.
La chica nueva se sienta en la misma fila que yo pero en la otra esquina. Jamás entenderé porque a los nuevos a veces se les trata como bichos raros, la chica parece simpática, además me encantan sus mechas rosas en su pelo negro azabache.
El profesor no ha venido así que todos los grupitos se van juntando, Laurent, Natalia y Tania se juntan con otros cuantos más. Laurent de vez en cuando me mira, seguro que no se acerca por culpa de la zorra de Natalia, como la odio.
—Somos los raros de la clase -me susurra la chica mientras mira Instagram.
—Eso parece -susurro con una sonrisa fingida.
—Soy Uxia -me dice la chica con una sonrisa de oreja a oreja mostrando sus bonitos dientes.
—Jaye, un placer -le sonrío y estrechamos las manos.
—Hagamos piña los marginados -susurra y levanta el puño hacia arriba como gesto de poder.
Esta chica es bastante peculiar, creo que nos podíamos llevar bien.
—Juguemos a un juego -me propone Uxia con una sonrisa perversa en la cara.
—Sorpréndeme -sonrío.
—Hablemos de nuestros compañeros, pensando como son y ese tipo de cosas -me guiña un ojo.
—Venga, suena divertido -sonrío.
—Empiezo -dice sonriendo. Ese, creo que se llama Rubén, creo que es un orgulloso de mierda, finge ser un chulo pero en verdad es un cobarde que se asusta hasta con su sombra. También creo que es un desesperado e intenta ligar con todas para poder follar de una vez.
Joder, esta chica no tiene pelos en la lengua.
—Muy buena -le digo y chocamos puños. Me toca -sonrío. Esa, Natalia, es una pija, malcriada, caprichosa y celosa que su novio no puede acercarse a nadie que no sea ella. También creo que es una falsa, manipuladora y calculadora.
—¡Madre mía! -grita mientras se ríe. Piensas igual que yo -me susurra porque todos la miran después de haber gritado.
—Te toca -sonrío.
—Laurent, es el típico chico popular, guapo, simpático y cariñoso. Que su novia es la chica popular del instituto pero en verdad quiere esconder que es gay y que no lo dice por miedo a las opiniones de los demás. Chico, por favor no te escondas de lo que eres porque eso te hará especial.
—¿Anda anda como va a ser Laurent gay? -pregunto sorprendido.
—Pero si está clarísimo, además no para de mirarte.
—Me mira porque somos amigos de la infancia y por culpa de Natalia estamos peleados.
—Vaya, ahora se entiende tú descripción de Natalia.
—Me cae muy mal, por su culpa Laurent no me habla y no paramos de pelearnos -digo un poco triste.
—Eh, no te preocupes ni por él ni por ella. Eres un tío cojonudo, se te nota. Así que quién no quiera juntarse contigo mándalo a la mierda y ríete porque el único que saldrá perdiendo es esa persona que pase de ti -me sonríe.
—Vaya, eres increíble -susurro.
—Ohh -susurra y me abraza.
Toca el timbre para el cambio de clase. Uxia se levanta, coge sus cosas y me susurra que la siga. No me lo pienso dos veces, cojo mis cosas y la sigo. Pasamos por el lado de Natalia y Uxia aposta le golpea fuerte con el hombro a Laurent. Laurent se nos queda mirando sorprendido.
Estamos en los baños. Sentados en el pollete de la ventana. Uxia abre la ventana y de su mochila saca un paquete de tabaco. Se lo enciende y me mira.
—¿Quieres uno?
—Esto... no he fumado nunca...
—No pasa nada my darling -sonríe. Toma -saca otro cigarro para mí.
La primera calada casi me ahogo pero en seguida me acostumbro.
—No me esperaba que quisieras seguir fumando. O sea, yo la primera vez lo tiré porque me sentó fatal -me cuenta mientras tira la ceniza por la ventana.
—Que va, tampoco está mal -sonrío.
—Ay por fin tengo un amigo tan parecido a mi -dice llevándose una mano al pecho y poniendo cara de orgullosa.
Esbozo una sonrisa, creo que la más sincera desde hace años.
—Bonita sonrisa bombón -me sonríe.
—¿Y lo dices tú? -digo sorprendido. Tienes una sonrisa perfecta -añado y doy otra calada al cigarro.
—Ay que mono eres por favor.
Le hago burla.
La puerta se abre y escondemos los cigarros, entra Laurent y me mira. Ambos volvemos a sacar los cigarros.
—¿Qué haces aquí? ¡Y fumando!
—¿Y a ti que te importa? -le espeta Uxia.
—Contigo no estoy hablando impertinente -le contesta.
—Laurent, estoy viviendo mi vida. Así que si me puedes dejar disfrutar de mi cigarro y de la conversación que estaba manteniendo con mi amiga, te lo agradecería.
—No me esperaba esto de ti -susurra con un tono decepcionado.
—Yo tampoco me esperaba que me dejaras tirado por la primera tía que pillaras y lo has hecho -le espeto y luego suelto el humo para cabrearlo más.
—Vete a la mierda -susurra.
—¡Chico despierta! -grita Uxia. Estás perdiendo a un gran amigo por una estúpida desagradecida.
—¡Y tú que sabrás!
—Hombre si me das a elegir entre Jaye y Natalia yo lo tendría bastante claro cariño -pone los ojos en blanco.
Laurent no contesta, solo me mira serio y creo que deprimido, luego se va.
—Me siento mal -susurro.
—Suele pasar, pero luego te acostumbras. No puedes permitir que no te valoren Jaye, vales mucho y él no se da cuenta, no te merece -apaga su cigarro y lo tira por la ventana. Me quedo un momento pensando y luego apago el mío y lo tiro.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora