Capítulo 22

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Llevo tres semanas en el hospital con Gabi, los médicos lo han inducido en un coma, se supone que debería de despertar en cualquier momento. Me he quedado dormido apoyado en Gabi. La puerta de la habitación se abre y entra Uxia.
—¿Qué pasa? -le pregunto adormilado.
—Tienes que volver a clase Jaye, a tu vida normal. Llevas aquí tres semanas.
—No voy a irme de aquí hasta que Gabi se despierte.
—¿Y sino se despierta?
La miro con rabia y asco, no le contesto.
—Perdón -susurra.
—Vete, por favor -susurro.
Uxia se da la vuelta y se va de la habitación.
Me siento en la cama, agarro la mano de Gabi y le doy un tierno beso en la frente.
—Por favor Gabi, despierta -susurro.
La puerta de la habitación se vuelve a abrir y entra Laurent.
—Genial, el que faltaba -susurro.
—¿Cómo está Gabi? -me pregunta cabizbajo.
—En coma, los médicos dicen que puede despertar en cualquier momento. Aunque eso fue lo que dijeron hace tres semanas.
—Lo siento, esto ha sido mi culpa.
—Pues sí, tendrías que ser tú el que estuviera en esa cama y no él. Pero la vida es una gran hija de puta y no es nada justa.
—Jaye...
—Vete, por favor -susurro.
—Está bien -musita y sale de la habitación.

Ya ha pasado un mes y Gabi sigue sin despertar del coma. Uxia sigue viniendo frecuentemente suplicándome que vuelva a mi vida normal. Sé que debería de volver a mi vida pero es mirar a Gabi y se me parte el alma y luego veo a Laurent subiendo historias a Instagram y me dan ganas de pegarle de hostias. No es justo que los errores de Laurent tengamos que pagarlos los demás.
Me acerco a la cama y me siento a su lado. Le agarro de la mano y me inclino hasta darle un beso en la frente.
—Gabi, volveré, voy a ir a casa, a ducharme y descansar en una cama. Mañana estaré aquí de nuevo, contigo, hasta que despiertes.

Llego a casa y me meto en la ducha que al final acaba siendo un baño caliente. No paro de pensar en Gabi, necesito que despierte, ahora que mi vida tenía sentido. Cierro los ojos y me hundo en el agua. Tras unos segundos largos, salgo. Justo en ese instante, llaman al timbre.
—Mierda -susurro.
Salgo de la bañera, me visto y me pongo una sudadera rosa, unos pantalones de algodón grises y unas Converse blancas. Bajo las escaleras y me acerco a la puerta para abrir. Delante de ella se encuentra una chica y un chico me miran.
—¿Os conozco? -pregunto confuso.
—¿Podrías ayudarnos? -me pregunta la joven. Nos acabamos de mudar a la casa de la esquina y no tenemos ni idea de dónde está el supermercado.
—Claro -sonrío. El supermercado se encuentra bajando la calle, a la izquierda.
—Gracias -sonríe la joven. El chico me mira de arriba a bajo y se va sin decir ni una palabra.
Cierro la puerta y me subo a mi habitación. Me pongo la primera película de Harry Potter, cuando estoy deprimido o sin ganas de hacer nada, la mejor solución es pizza y Harry Potter. El teléfono comienza a sonar, es mi madre. Por un momento ni se me plantea cogérselo pero al final lo hago.
—Dime -susurro borde.
—¿Qué tal estás hijo? -me pregunta preocupada.
—Genial, me pillas cenando y viendo una peli -susurro decaído.
—¿Genial? ¿Y cómo me explicas que lleves un mes sin asistir a clases?
—¡Eso no es verdad! -le grito enfadado.
—Me ha llamado tu profesor de lengua -me espeta.
—Mira mamá, no tengo ganas de discutir. A partir de mañana volveré a clase -le contesto y cuelgo. Luego tiro el iPhone a la cama.
Tras acabar la primera película de Harry Potter, empiezo la segunda pero antes bajo al baño, luego entro a la cocina a por una tarrina de helado y me vuelvo a mi habitación. Pongo la segunda peli. El móvil comienzo a vibrar, me están hablando por mensajes.

Uxia🖤: ¿Mañana te veré por clase?
Yo: No sé, puede ser. Martin ha llamado a mi madre así que, tal vez, vaya.
Uxia🖤: Eso es genial 👏🏼💃🏻!!
Yo: Si, yuju 😐
Uxia🖤: Acabará despertando
Yo: No quiero hablar del tema, buenas noches.
Uxia🖤: Buenas noches 🖤
Voy a bloquear el teléfono cuando uno de los mensajes que tengo sin abrir, llama mi atención.
Laurent: Lo siento mucho, me siento culpable de todo. Si necesitas algo, llámame.
Me quedo pensando en si debería contestar o no, al final me decido por contestar.
Yo: Lo único que necesito es que te vayas a la mierda o desaparezcas de mi vida de una puta vez 😉😘
Bloqueo el teléfono y sigo viendo la película. Tras unos minutos, voy cerrando los ojos poco a poco hasta que me quedo dormido en el suelo apoyado en el cojín.

Me despierto soñoliento y lo primero que hago es mirar el móvil, tengo varias notificaciones de Instagram y Twitter y algunos videos de YouTube. También tengo varios WhatsApp y mensajes sin abrir y unas llamadas de un número no guardado. Le doy al número extraño y lo llamo. Da un tono, da otro tono, un tono más.
—¿Quién es? -dice una voz grave.
—Hola, perdone las horas pero tengo varias llamadas de este número, mi nombre es Jay Kaye.
—Por fin nos devuelve las llamadas, verás Jay, soy John del hospital, tenemos que hablar sobre Gabi...
El corazón me da un vuelco a escuchar esas palabras. John continúa hablando y las lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora