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"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará."

Salmo 1.1-3


Diana me observa con recelo cuando me encuentra hablando por teléfono. Posiblemente ya sospecha; estaba hablando desde hace media hora con Mauricio y Diana no me quitaba la vista de encima sin dejar de quejarse y parlotear en silencio. Y mis mejillas sonrojadas me delatan en cuanto cuelgo.

ꟷ ¿Como que te estas ilusionando muy rápido con Mauricio, no crees?

ꟷ ¡Vamos, Diann!ꟷ le espeto a Diana sin dejar de sonreírꟷ. No te pongas pesada, es solo un amigo.

ꟷ Si claro.... un amigo que se la pasa horas hablando contigo, invitándote a salir a todos lados, queriendo ir por ti para llevarte y traerte de la escuela... ¿Crees que de verdad él te quiere solo como una amiga?

Le doy un sorbo a mi frappe antes de contestarle.

ꟷ Deberías darle una oportunidad a las personas Diana, así no estarías tan amargada como lo eres.

Diana suelta una carcajada.

ꟷ ¡Estas tontaꟷ dice lanzándome una papa frita en la caraꟷ .Vamos que pronto empezara la película y no me quiero perder los comerciales.

Le saco la lengua juguetona y Diana ríe.

Pasamos el resto de la tarde en la plaza después del cine, y también nos dimos la oportunidad de comprar algunas cosas para la escuela. Antes de anochecer, decidimos pasar a cenar en "Perros y Burros" un restaurante bar muy popular donde todos los de la escuela asisten para pasar el rato y tomar unos tragos. Nos pusimos a la cola de la entrada. Mientras el grupo de adelante esperaba su lugar, me volví hacia adentro viendo el tumulto de gente que entraba al restaurante, cuando de repente lo vi. Al pie de la escalera del segundo piso, se encontraba Mauricio con un vaso lleno de bebida en la mano y riendo a carcajadas con uno de sus amigos. Trague saliva y desvié la mirada cuando él se percató de la mía. Me miro con una mezcla de sorpresa y entusiasmo.

ꟷ Ahí esta Mauricio.ꟷ le susurre a Diana al oído.

ꟷ Si ya lo vi, ¿te dijo que iba a venir a la plaza?

ꟷ No, hasta me dijo que iba a estar en casa de uno de sus amigos ꟷ espete confundida.

ꟷ Bueno, a lo mejor estando ahí se animaron a venir a tomar unos tragosꟷ dijo Diana señalándome con el dedo el letrero que estaba dando a relucir que era jueves de tragos por cuarenta y tres pesos.

ꟷ Vaya ꟷ dije torciendo la boca.

Cuando llegamos a la entrada y nos recibió la hosttes, Mauricio fijo la mirada en mi sonriendo de oreja a oreja llevándose su bebida a la boca. Era difícil saber si se estaba burlando o era la alegría de verme.

ꟷ ¿Lugar para dos? ꟷ pregunto la hosttes con una amplia sonrisa.

ꟷ Si, por favor. ꟷ contesto Diana.

Nos tomamos de la mano y caminamos zigzagueando entre las mesas y la gente. Los primeros pasos los di con calma pero conforme nos aproximábamos al lugar donde estaba Mauricio, perdía la confianza y los nervios empezaban a hacer efecto. En seguida, nos sentamos en la mesa correspondiente a un lado de ellos, podía sentir el pesar de su mirada. Trague saliva con disimulo, tratando de ignorarlo por completo. Me pase las manos por el cabello enrollándolo en mis dedos; no podía dejar de sentir nervios ante su presencia.

Esperar merece la pena ( TRILOGIA ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora