"El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; Junto a aguas de reposo me conduce. El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia, por amor de su nombre."
Salmos 23. 1-3
Nazaret
Clínica de salud mental. Ciudad de México. Cd Universitaria.
Siento un agujero negro dentro de mi pecho y mis sentidos están absortos con su recuerdo. Visualizo la última vez que la vi, aun resplandecía en sus ojos una luz de esperanza. No entiendo cómo es que llego tan lejos, ella lo tenía todo. De alguna u otra manera ella esperaba que alguien la salvara, lo percibí en sus ojos y en su tacto. Todos los días oro por ella y le pregunto a Dios ¿Porque ella? pero a Dios jamás hay que cuestionarlo, simplemente hay que aceptar su voluntad. Mi hermana, Rebeca, me ha dicho que ha mejorado aunque siguen sus ojos perdidos en un abismo que no sabemos de donde proviene.
He hablado con el pastor y hemos decidido ir por ella esta misma tarde, solo falta un mes, pero esto no puede esperar más. Hay algo en ella que no la deja avanzar. Nadie tenía esperanza; nadie sentía que podía ayudarla más. Pero yo.... siento que puedo, que todo lo puedo en él. Quizá esto sea una de las pruebas que él me ha puesto en bandeja de plata para poder probar mi fe. Primero la muerte de mis amigos, y ahora esto. Cada que me siento más cerca de él, más situaciones difíciles se vienen a mi vida.
ꟷ Dios es buenoꟷ susurro cerrando los ojos y apretando el crucifijo que llevo en las manos.
Desde que mi madre me regalo el collar con la cruz de oro aquella vez en la que vi morir a mis amigos y clamar a sus padres misericordia. Fue ahí cuando no he podido soltarla, para ninguna situación. El dolor de su perdida me hizo más fuerte y fue ahí donde me encontré con Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, pero esa es otra historia...
Habían pasado ya tres semanas desde que Aurora le volvió a dar el ataque más infernal de psicosis, según los médicos, pero yo sabía que no era solo una "enfermedad" como tal. El enemigo viene caracterizado de odio, de rencor, de amargura y claro esta.... el vino a robar, matar y destruir. No podía permitir que se la llevase, no así. Ya se robó su identidad y faltaban dos cosas más.
Me vuelvo hacia mi izquierda y ver la clínica me revuelve el estómago. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Empiezo a sentir su presencia, lo sé porque otra vez siento la piel de gallina y mis rodillas empiezan a temblar. Subo el volumen de la alabanza y de igual manera subo los vidrios del auto, para poder tener mi privacidad solo con mi Padre.
Padre, cuyo poder está sobre toda la tierra, te doy gracias por todo el amor que nos muestras. Gracias también por todo lo que nos parece difícil, pero tú lo cambias en ayuda y fortaleza. Quiero agradecerte en vida o en muerte, alegre o triste, por ser tú el gran y todopoderoso Dios, quien nos llama y conduce una y otra vez a una vida más plena. Tú nos has mostrado gran amor al enviarnos a Cristo Jesús, nuestro Salvador. Porque como dice tu palabra Él siempre estará con nosotros y permanecerá en nuestros corazones. Por medio de él podemos clamar de alegría y sanar enfermos. En el nombre de Jesucristo sánala padre, libérala. Cúbrela con tu mano santa. Dame fortaleza en medio de esta prueba y de este dolor, te lo pido en el nombre de tu hijo Jesús. Amén.
Abro los ojos al terminar mi oración y me encamino hacia la clínica donde se encuentra encerrada Aurora, con la esperanza de que todo esto va a cambiar.
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Esperar merece la pena ( TRILOGIA )
SpiritualAurora nunca imagino que una desicion podría marcar eternamente su vida. Cautivada por las costumbres, tentaciones y las modas del mundo, Aurora cuelga su vida de un hilo al dejarse llevar por deseos y amistades que liberan en ella lo peor. Entre su...