"Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca."
1 Corintios 6.18
Las palabras habían sido bastante fuertes; pero lo que de verdad me preocupaba eran las consecuencias que conllevaba todo esto. Los ojos de Nazaret se apagaron y dejaron de verme de la manera tan dulce y agradable que acostumbraba a hacerlo.
ꟷ ¿Cuándo paso eso?ꟷ me pregunta con un hilo de voz
ꟷ Mauricio y yo. La última salida que tuvimosꟷ le digo sollozando y tapándome el rostro con las manos.
Nazaret asiente con la cabeza y contiene las lágrimas. Suspira y antes de salir de la habitación me dice.
ꟷ Sal por la parte de atrás del vestíbulo. Que no se den cuenta mis padres.
Cierra la puerta de forma cautelosa y sin volverse a mí. Suelto un sollozo y caigo de rodillas al suelo. Devastada y avergonzada. No sabía cómo recuperar el aliento, pero lloraba en silencio para que nadie más pudiera notar mi sufrimiento.
Aquella noche no dormí bien, no podía dejar de lamentarme ni de llorar. La causa no importaba ahora, solo el efecto. Un miedo me estaba carcomando en mis adentros, no podía dejar de pensar en Nazaret. Él estaba enamorado de mí, y ahora todo lo había arruinado. Como quisiera que papa estuviera aquí, lo necesito conmigo. Tomo el celular y borro las llamadas perdidas de Mauricio. Entro a contactos y llamo a mi padre. Suena una, dos, tres veces.... Cuelgo y vuelvo a marcar. Me rindo a la décima.
ꟷ ¿Porque no contestas?ꟷ pregunto mirando la pantalla del celular.
En seguida, muchas ideas empiezan a rondar dentro de mi cabeza. Quizá ya tenía otra mujer a quien amar, y se ha olvidado de mí y de mi madre. Quizá se había ido lejos decidido a no volver. Quizá se ha arrepentido de todo esto. ¿Porque me pasa esto a mí? Me tape la cara con la cobija y cerré los ojos, pero no conseguí conciliar el sueño.
A la mañana, desorientada y aturdida baje de mi habitación sin ducharme. Eran las seis de la mañana y mama ya estaba desayunando.
ꟷBuenos días, amor. ꟷ saluda mi madre sonriendo.
Yo no respondo y me siento en la mesa con la expresión endurecida. Cuando mama empieza a orar yo me quedo callada y pongo los ojos en blanco. <<Todavía esta tonta cree que Dios nos va a sacar de esta>>. El desayuno con mama se desarrolla en silencio. Cuando termino, me da un beso y me pide que en la tarde cuando regrese de la escuela caliente la comida como de costumbre. Mi madre se ducho, arregló y se marchó hacia el trabajo. Yo me quede sola, y por un momento estaba pensando en no ir al colegio. Examine la sala después de que se fue, debatiéndome de ir o no ir. Siento que algo había cambiado, pero no quería reconocerlo bien aún. Decidí ir al colegio cuando recibí un mensaje de Diana:
Amiga, te estamos esperando. Si no llegas no te dejaran pasar. ¿Qué pasa contigo? Dice Mauricio que no contestas las llamadas. Nena, olvide decirte que hoy hay reunión con el grupito. Cuando llegues te explico bien. Te quiero.
<<Genial. Así que básicamente quiere decir que ella está de lado de Mauricio, lo dice muy tranquila. Tendré que llegar y decirle que me deje en paz. >> pensé enfurecida.
En la escuela, siento un gran alivio cuando Mauricio y sus amigos nos dejan solas a Diana y a mí para hablar de la reunión de la tarde. Aun sabiendas de que teníamos que realizar el proyecto, decidí irme con ella para poder distraer mi mente. Al parecer en casa de Diana no estaría su familia, así que organizo una pequeña reunión de amigos para "relajarnos" de los deberes que teníamos tanto en casa como en la escuela. Yo sabía que era su típico pretexto para poder hacer sus fiestas desenfrenadas de siempre.
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Esperar merece la pena ( TRILOGIA )
SpiritualAurora nunca imagino que una desicion podría marcar eternamente su vida. Cautivada por las costumbres, tentaciones y las modas del mundo, Aurora cuelga su vida de un hilo al dejarse llevar por deseos y amistades que liberan en ella lo peor. Entre su...