Capítulo 15

105 10 0
                                    

Limpio lagrimas que empañaron mis ojos, recojo la cajetilla de cigarrillos y repaso las letras escritas por Cata.

"No lo hagas, detente"

No he sabido nada de ella, solo se que esta bien.

Días después de lo ocurrido me tocaba la clase de cocina, que por lo general es cada sábado. Llegue me puse mi mandil y recogí mi cabello rojo. El profesor no había llegado, así que empecé a conversar con algunas compañeras, no les conozco mucho solo compartimos recetas, pequeños toques en las comidas.

Entre ellas están Roxana, Jaqueline, Dulce y Ethel, me elogiaron de comentarios por mi cabello rojo aunque no faltaron las bromas.

-¿Vertiste cerezas en almíbar en tu cabello? - Dijo Roxana una mujer de cabellos rizados.

-Ni siquiera se si eso es un postre. - Respondió Javier quien se acercó. - Hermoso cabello.

-Si es muy intenso, muy alegre. - Dijo Alejandra.

-Aunque insisto te explotó algo encima, quizás tomate.
Reímos un buen rato.

-¿Tu lo elegiste? - Pregunto Ethel.

Ahí me derrumbe, mis ojos se empañaron y por consiguiente empecé a llorar.

-¿Hemos dicho algo malo? - Pregunto Dulce.

-No so...

-Buenos días, aprendices. - Dijo el Chef, me limpie las lagrimas lo más rápido posible. - Srita. Varleza ¿Se encuentra bien?

-Si Chef. - Respondí.

-Cual es nuestro lema, Srita. Varleza. - Dijo y me miraba con sus impactantes ojos azules, el Chef no es para nada amable a la hora de cocinar, tan solo suele serlo si has concluido lo que te pidió de manera correcta.

-Dejar los problemas antes de... - Pause y seguí limpiando mis lagrimas. - ...cocinar.

-Así es, debe quedarles claro que la cocina es algo serio, no deben dejar de preparar un plato solo por que han tenido un mal día.

-Si Chef. - Respondieron al unísono.

-¿Señorita Varleza?

-Si Chef. - Respondí, ese día nos enseñó a preparar una sopa de betabel, como entrada principal. A mi parecer para ser un curso vacacional parece más bien que estudio en dos escuelas a la vez, porque el Chef siempre nos está diciendo que para ser un gran Chef deben tener en cuenta "esto y lo otro".

Nos ha enseñado una variedad de postres, también entradas principales, que no se debe preparar cocido, que no debe estar crudo por que podría ser tóxico. Que ingredientes no se deben mezclar, como montar un plato (Expresión de la cocina), el uso correcto del cuchillo, agilidad y precisión. Tantas cosas con las que estoy segura no me moriría de hambre, siempre y cuando tenga dinero aunque sea para comprar un tomate y cebolla.

Cuando salí encontré a Iam, en la entrada con un ramo de rosas rojas, demasiada intensas para mi gusto, pero lo que cuenta es el detalle. Él había estado pidiendo perdón por lo sucedido con Cata.

Caminamos hacia este parque que me trae muchos recuerdos, preciosos y desastrosos a la vez, es como beber capuchino y frappe a la vez.

-¿Dónde conociste a tu amiga. - Pregunto él, quien iba caminando a la par mía y era el responsable de que mis mejillas se sonrojaran.

-Aquí de hecho, un día estaba caminando y apareció de la nada. - Sonreí, porque me es más grato recordar los buenos momentos.

-¿La querías mucho verdad?

-Como si fuese mi hermana. - Respondí, mientras le ofrecía asiento.

-Se como se siente eso, el saber que involuntariamente lastimen a tus amigos por tu culpa. - Dijo y se ensombreció.

-Lo dices por Daniel ¿Cierto? - Pregunte pero era inútil hacer esa pregunta si la respuesta era realmente obvia.

ÉL  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora